domingo, noviembre 26, 2006

Argentina: ¿cómo será su futuro?

Los buenos números económicos de Argentina vienen produciendo esperanzas, estimaciones optimistas, e incluso algunas afirmaciones algo afiebradas (Paul Kennedy, "La economía argentina puede ser la primera del mundo"). El país parece estar en una bisagra, o en el filo de una navaja, según cómo se lo mire, o para dónde se deslice...En algunos años más podremos ver qué pesó más, si los síntomas positivos, o los negativos, y esto dependerá de cada paso diario, de gobernantes y gobernados.
Paul Kennedy, historiador y Director de Estudios de Seguridad Internacional de la Universidad de Yale, por ejemplo, afirma que Argentina "puede seguir avanzando hasta ser una de las economías más importantes del mundo, porque es una sociedad con un enorme potencial para crecer durante el siglo XXI". En qué se sustenta su predicción?
  • "tiene una ventaja comparativa muy grande", que está dada "por la gran capacidad de su población para acceder a la educación y a los servicios de salud"
  • puede pasar del puesto 34 del ránking mundial [del PNUD] al puesto 24 ó 14 "sólo realizando una fuerte inversión en educación e infraestructura y enfrentando sin temores sus problemas sociales".
  • es una de las economías "con ingresos medios más importantes en todo el mundo", y dijo que esta circunstancia "la diferencia de otros países" y la transforma en una nación "con mejores perspectivas en cuanto a la formación de profesionales, técnicos y científicos".
  • "no presenta peligros estratégicos y que está afuera de una carrera armamentista que hoy resulta muy costosa y que condiciona el desarrollo económico de muchos países"
El problema con los números es que no muestran los detalles. A estos signos positivos hay que restarles los contrapesos argentinos de décadas: corrupción, inseguridad jurídica, baja calidad de los servicios. Nuevos elementos deben también tenerse presentes: el crecimiento actual se efectúa en un escenario de pérdida de capital nacional creciente. Muchas empresas hoy son filiales de filial: su planificación de produción está coordinada desde una sede en Brasil o México. Así, pensar en un futuro brillante es posible, pero no es visible la generación de empresarios argentinos que la lleve a cabo.

Sobre los elogios y síntomas positivos:
Enrique Iglesias, del BID: "Argentina vive un período excepcional":
El ex titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, afirmó que a la Argentina la ve "muy bien" desde el punto de vista económico, dado que a su criterio vive un período "excepcional" que no tenía desde hace varias décadas.
"No sólo impresiona el crecimiento económico, sino también el aumento de inversión, que es fundamental. Sé que hay cierta inflación y que están tratando de contenerla con éxito, por lo que la situación es muy buena"[Infobae]
Argentina podría estar en los primeros puestos de los países desarrollados, ya mencionado, dicho por Paul Kennedy.
Argentina no es un país emergente, sino desarrollado, dicho por Rudolph Giuliani, con acotaciones respecto los requisitos para lograrlo:
"Lo primero en lo que tiene que enfatizar es en la honestidad, la integridad, terminar con la corrupción y establecer estándares muy altos"
Según el PNUD, Argentina lidera el desarrollo humano en América Latina:
Según los datos relevados por el PNUD, la expectativa de vida al nacer es aquí de 74,6 años, tres menos que Noruega, la tasa de alfabetización en adultos es del 97,2 por ciento, valor casi similar al que registra España, con 98 por ciento, mientras que el poder de compra del PBI es de unos 13.000 dólares per cápita, rubro en el que el país avanzó 10 lugares. (...)
La Argentina, ubicada en el grupo de naciones de "desarrollo humano alto", ocupó el puesto 34 sobre 177 países, con un índice de 0,863, a la cabeza de América Latina, seguida por Chile (puesto 37), Uruguay (46), Costa Rica (47), México (53), Panamá (56) y Brasil (63).
Proyectan un crecimiento del producto bruto cercano al 8% para 2007: Estimaciones de crecimiento partiendo de un piso de 4% y proyecciones de hasta el 9%. Disminución del desempleo hasta el 9%.

Sobre los signos negativos que se deben tener en cuenta:
Retroceso en el índice de competitividad global:
De la paradoja entre el índice del PNUD sobre desarrollo humano, y el índice de competitividad global del World Economic Forum, se pueden sacar conclusiones basadas en los criterios medidos.

Disminución de la participación de empresas nacionales:
[Casos importantes del ultimo tiempo: Pérez Companc, Loma Negra, Quilmes o Acindar] En la reiteración de esta circunstancia deben encontrarse causas que vayan más allá de la mera decisión por razones personales de sus propietarios. Si fuera esto último, se podría haber esperado que otros grupos argentinos hubieran adquirido al menos alguna de estas compañías, pero lo han hecho extranjeros y, además, brasileños preponderantemente.
Resulta claro que los grupos industriales locales no están en condiciones de competir en las adquisiciones frente a quienes operan desde otros países y cuentan con un más fácil y económico acceso a fuentes de crédito o capital. [La Nación]
Participación de filiales con dependencia de otros países latinoamericanos en ramas críticas de la industria o los servicios. (Agrale Brasil mencionada en el contexto de mayor exportación de partes de automóvil y crecimiento de las compras a PYMES nacionales)

Falta de acceso al crédito y la financiación en las empresas nacionales.
"las condiciones cambiaron mucho" para decidir un proceso de fusión o de venta empresaria, respecto a lo que pasaba durante la crisis de 2001-2002.
"En aquel momento, las empresas se vendían para terminar con los problemas financieros, ante la imposibilidad de afrontar una deuda abultada. Hoy, las empresas ganan plata y no tienen tanta deuda como antes, pero aún así, muchas tienen dificultades para acceder al financiamiento, y deciden vender"
En fin, Argentina vive un momento de crecimiento, nacido de un marco económico internacional favorable, de la baja de sus precios internos producto de la mayor destrucción económica de los últimos (cincuenta?) años, y de una importante entrada de nuevos inversores. Que esto signifique más que un instante, dependerá de cambios culturales en el modo de hacer negocios, gerenciar empresas, administrar, legislar e impartir justicia. Por ahora, sólo podemos hablar del buen momento, y algunos signos de cambio.

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