lunes, mayo 26, 2008

Un 25 de mayo distinto

Se avecinan mayores conflictos en Argentina...Las intenciones de manejar (o desmandar) el país sin consultar, con arbitrariedad, y para peor, sin visión, estan llevando las diferencias a una probable nueva crisis de proporciones.
Reproduzco aquí algunas de las reflexiones de Joaquín Morales Solá, en La Nación:
Hay cosas en la Argentina que no tienen sentido ni explicación. ¿Para qué, por ejemplo, obligaron al país a bascular entre dos ciudades importantes para celebrar una fecha patria? ¿Para qué, en última instancia, dividir a la sociedad entre amigos y enemigos? La división que se notó en ambos actos fue algo más que política. En Salta había más pobres que en Rosario. ¿Por qué negarlo? Resulta inexplicable, en cambio, que el propio gobierno se empalague con tales divisiones sociales. La Presidenta ya había subrayado que los productores rurales no son trabajadores.
El kirchnerismo es especialista en divisiones, pero nunca había llegado tan lejos jugando con el propio entramado social del país. Eso define también un futuro sombrío. El gobierno de los Kirchner está mostrando signos de desesperación porque otros le están sacando el liderazgo de amplios sectores sociales y, para peor, están en condiciones de convocar a actos cuya magnitud no se puede comparar con ninguna concentración que haya hecho el kirchnerismo.

[...]El pronóstico no es optimista. Silencio e indiferencia de la Presidenta. Conviene preguntarse entonces para qué se montó el escenario de Salta. ¿Para qué se gastaron fortunas en traslados de personas, en vituallas y en compensaciones? ¿Para qué obligaron a los gobernadores a abandonar sus provincias en un día donde los actos patrios se realizan en todas las capitales del país? La liturgia del peronismo no resolverá nunca nada y sólo podría explicarse como un elemento festivo en un país feliz. Esas condiciones están ahora muy lejos de la Argentina.
La única explicación es la competencia sin alma que siempre instala Néstor Kirchner con cualquier adversario. Perdió ayer si se tratara sólo de números.
Pero el problema es más grave que ése: la conversión del campo en un adversario a batir y la condición estéril de las concentraciones, reiterativas hasta la extenuación, sólo fortalecen los ya sólidos argumentos de los escépticos.

(Las fotografías son de La Nación del 26 de mayo).

domingo, mayo 25, 2008

El terremoto de Sichuan

El terrible terremoto de Sichuan, como todas las grandes catástrofes, dejará rastros por mucho tiempo. Durante su transcurso se puede ver un grado de solidaridad y participación que destaca en medio del trágico número de víctimas, y una respuesta activa y organizada de la sociedad y de la administración, sea civil, militar, nacional o provincial. Aunque lejos del mucho mayor desastre de Tang-Sang, con 240.000 muertos reconocidos (más de medio millón en fuentes occidentales), una gran diferencia se puede ver fácilmente: la apertura con que se procesó la información en Sichuan, y la disposición a aceptar la colaboración externa que muestra el gobierno actual. Quizá este sea el signo más notable que perdure hacia el futuro. El mundo ha podido compadecer el drama de miles de personas del llano, conociendo su vida tal como es, en la China que vive más allá de Beijing, Shanghai o Guangzhou.
Dos aspectos también visibles, son la real distancia entre la sociedad y economía china comparada con la norteamericana, desde el punto de vista todavía distante, de quién será hegemónico dentro de veinte años. Y, dependiendo de este mismo estado, un aspecto sorprendente, que probablemente a partir de ahora sea corregido: la fragilidad de la construcción, incluyendo la nueva, aquella de la que se esperaría que soportara mejor un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter. Conocí de cerca un movimiento de intensidad semejante en Antofagasta, Chile, con consecuencias mucho menores. Salvando las distancias de la densidad de poblaciones, de todas formas, sólo en una localidad los daños fueron importantes (Tocopilla). Seguramente podríamos establecer paralelos con resultados semejantes, si comparáramos contra Japón. La política centralizada, las directivas reguladoras, no parecen haber alcanzado a las normas y exigencias de calidad de la contrucción, para un país que convive desde el fondo de su historia con los terremotos. New York Times, en dos artículos (1 y 2) publicados en estos días, muestra una víctima particularmente cuestionable: las escuelas públicas, que dejaron un alto número de niños afectados, en una mezcla de abandono administrativo, desidia de control de calidad, relegamiento de los más humildes, que le ha costado muy caro al régimen gobernante.

sábado, mayo 17, 2008

El nuevo equilibrio

En los últimos días, dos comentarios destacan el libro de Fareed Zakaria sobre el fin de la hegemonía de Estados Unidos. Sospecho que el comentario de Mario Diament en La Nación tiene inspiración en el anterior de Josef Joffe en New York Times. Sea así o no, son coincidentes en lo fundamental: la "declinación" de Estados Unidos no es tanto por su demérito, como por el ascenso imparable de varios competidores, particularmente China e India.
Sin embargo, Joffe destaca más lo que es el nucleo del pensamiento de Zakaria: las características del modelo norteamericano probablemente den bases más sólidas que las de sus mayores competidores asiáticos, y no será tan simple sobrepasarlo.
En el terreno económico, Zakaria relativiza la capacidad de China para superar a Estados Unidos:
As Zakaria memorably puts it, “China today exports in a single day more than it exported in all of 1978.” Authoritarian modernization just hums along. The Party’s message reads “Enrich yourselves, but leave the driving to us,” and most of 1.3 billion Chinese seem happy to comply — and to consume. With power safely lodged in the Politburo, China does not conform to the historical pattern of “first rich, then rowdy,” which led to Tokyo’s and Berlin’s imperialist careers.
So why worry? “The problem is size,” Zakaria writes. “China operates on so large a scale that it can’t help changing the nature of the game.” True, but let’s play another game, that of compound interest. China’s (nominal) G.D.P. is about $3 trillion, while America’s is $14 trillion. Assume indefinite Chinese growth of 7 percent. That will double G.D.P. to $6 trillion in 10 years and double it again to $12 trillion by 2028. Assume now that the United States will grow at its historical rate of 3.5 percent. By 2028, G.D.P. will measure $28 trillion. This is a silly game, but no more inane than those projections that see China overtaking the United States as early as 2020. American output would still be about one-quarter of the world total, the average for the past 125 years, as Zakaria reminds us.
En el terreno militar, la diferencia es mucho mayor:
What about the shifting tides of power? In the affairs of nations, “power” is more complex than in physics. The “hard stuff” — military clout — is certainly central. China’s defense budget may be the world’s No. 2, but in dollar terms, America spends almost as much as the rest of the world combined. Hence, might — at least American might — doesn’t just “grow out of the barrel of a gun,” as Mao Zedong famously had it; “it’s the economy, stupid.”
Pero el aspecto más importante radica en la educación, la investigación, la iniciativa en tecnología, las universidades:
let’s look at a related determinant of power: culture. Again, Zakaria proceeds more subtly than the run-of-the-mill declinist by stressing American advantages not captured by growth rates and export surpluses. He rightly takes on the old saw to the effect that China produces 600,000 engineers a year, India 350,000 and the United States only 70,000. This is true if you include “auto mechanics and industrial repairmen” in the Asian totals. Subtract them, and America “actually trains more engineers per capita than either India or China does.”
The larger point is that “higher education is America’s best industry” — never mind the creeping demise of Detroit’s Big Three. “With 5 percent of the world’s population, the United States absolutely dominates higher education, having either 42 or 68 percent of the world’s top 50 universities” (depending on who is counting). In India, he adds, “universities graduate between 35 and 50 Ph.D.’s in computer science each year; in America the figure is 1,000.” Now, Beijing is pouring oodles into its universities, but so did Austin, Tex., in the oil-rich ’70s, and Stanford et al. are still on top.

In the industrial age, hardware mattered; today it is software, a k a “culture.” This is a grab bag: skills, openness, innovation, opportunity, competition. “It’s brains, stupid,” Bill Clinton might exclaim today. And youth. China, Japan and Europe are aging rapidly; the United States will remain a young country way into the 21st century. And why? Immigration is “America’s secret weapon.” In my Stanford class, the A’s regularly go to students called Kim, Zhou, Patel or Vertiz; these are not the “huddled masses,” but their children — the gifted and hungry who will slough off the old and drive the new. “First rich, then fat and lazy” will not be America’s fate.

Joffe puntualiza esta distancia en su cierre:
And maybe it takes a Bombay-born immigrant like Zakaria, who went from Yale to Harvard (where we were colleagues) and to the top of Newsweek International, to remind this faltering giant of its unique and enduring strengths. America will be in trouble only when China becomes home to tomorrow’s hungry masses yearning to be free — and to make it.

domingo, mayo 11, 2008

Información, democracia, gobierno

Leyendo La Nación, de Argentina: "Como era de esperar", el INDEC apeló el fallo que le exije informar fehacientemente el cálculo que usa para estimar la inflación.
Esta es una situación que arrastra una historia de meses, totalmente surrealista, en la que un gobierno trata de esconder los datos de evolución económica, como si se pudiera tapar el cielo con las manos.
Para cualquier colega español que puediera leer esto, el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censo), es el instituto oficial argentino encargado del censo y de la medición estadística de la evolución de la economía. De sus mediciones dependen múltiples obligaciones, sea convenios laborales, ajustes de contratos, o ajustes de títulos financieros, entre otros.
Pues bien, al viejo estilo de la muerte del mensajero con malas noticias, este gobierno (lo que es lo mismo, su antecedente) decidió que si los índices no son favorables, se debe intervenir el organismo, reemplazar su conducción, y elaborar otros nuevos que den los resultados que se desean y no los que se producen. Este escándalo expuesto a propios y ajenos es una de las causas concurrentes de la caída de valor de los títulos de deuda, y de la desconfianza inversora internacional. Sin hablar de la principal consecuencia interna, vieja conocida nacional: la divergencia entre realidad y palabras ministeriales crece, crece, y un día estalla, en favor de la realidad, con una nueva crisis económica.
Qué dice La Nación:
Como era de esperar, el Estado apeló el falló que le ordenó al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que informara fehacientemente sobre cuál es la metodología que emplea para calcular la inflación, qué modificaciones se han instrumentado y las razones que llevaron a sus autoridades a aplicar tales cambios.
El fallo, firmado por la jueza Claudia Rodríguez Vidal, a cargo del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N° 3, admite en forma parcial un recurso de amparo interpuesto por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) el 18 de julio último. El Indec presentó su apelación antes de que se le venciera el plazo de 48 horas de que disponía.
El abogado de la ACD, Alejandro Cegarra, explicó: "Las apelaciones las conceden, así que tendremos que discutir esto en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Todavía no sabemos qué sala, porque recién se sorteará esta semana".
El letrado se mostró optimista respecto de la resolución de la causa y estimó que dentro de tres o cuatro meses la Cámara ratificará lo ordenado en primera instancia. "El Estado tendría la posibilidad de presentar un recurso extraordinario que se dirimiría en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero no creo que se lo conceda", comentó.
Cegarra resaltó que el fallo es muy importante porque le dice al Estado: "Necesito que me dé las razones por las que está llegando a este índice de precios al consumidor". Y destacó que la transparencia no está en decir que el índice es mejor o peor, sino en mostrar la fórmula que se aplica para su confección.
"Más allá del tema de la inflación, que hoy es muy relevante, lo que pretendemos desde nuestra asociación es hacer conocer que todos tienen derecho a acceder a la información pública", concluyó.
Quisiera destacar algunas conclusiones que se desprenden de este hecho, que hacen al camino futuro que Argentina debiera recorrer, si espera otro destino que el que está forjando:
  • Continuidad de gobierno: Las instituciones de administración no deben manejarse según conveniencias de momento, y más aún cuando son órganos de medición. Su conservación es un patrimonio que se debe respetar, y sus resultados deben aceptarse, aunque no sean los deseados. Sólo en base a información correcta se pueden tomar decisiones para resolver problemas. No proceder de esta manera, implica que no se desean soluciones para el largo plazo.
  • El gobierno debe informar de sus actos: es inadmisible, y un desprecio por la sociedad que se gobierna, el ocultar información, en este caso por dos vías: torcer los resultados, y ocultar cómo se lo hace, aún ante una intimación judicial.
  • Aceptar las decisiones de los jueces. Siguiendo una vieja costumbre nacional, las sentencias de los jueces sólo se aceptan y usan si son favorables. A las otras, se las elude. Aunque es cierto que el proceso judicial admite aún llegar hasta la instancia constitucional, es propio de la mejor tradicion nacional el oponerse al derecho.

sábado, mayo 10, 2008

Carnes no se venden, trigo tampoco

¿Cuando finalmente el apogeo de la generación de políticos e intelectuales post setentas termine, qué le quedará a Argentina? En estos días se recuerda en Europa el Mayo francés, padre también en Argentina, junto a la Revolución Cultural, de mas de una generación de políticos, periodistas, artistas, educadores, y profesionales. Timoneles que conformaron un patrón nacional de intolerancia y parcialidad que se deja ver en la vida política, y producen resultados en la vida económica y social. Una generación que sólo parece haber servido para la barricada, y que despreció la administración. En aquellas épocas se aprendió que los escrúpulos importaban poco, que todo es negociable, que el adversario de opinión es enemigo, que los únicos negocios que no son "enemigos del pueblo", son los de mis amigos. La extensión dañina de aquel legado sobre el conjunto de la sociedad se puede palpar diariamente, a poco que se lean las cartas de lectores sobre temas "sensibles", digamos, por caso, la protesta agraria. Por semanas, la protesta, surgida del abuso económico más manifiesto, más demostrativo de la incapacidad de gobernar, se convirtió en una lucha entre "el pueblo", y "la oligarquía terrateniente", transladando por ignorancia o malicia, un patrón de relaciones que está muerto en Argentina desde hace cincuenta años.
¿Querrá la sociedad cambiar? ¿tendrá una oportunidad? Por ahora, vivimos la obra de esa generación: un páramo arrasado, que es visto con ojos ciegos, donde el valor está en los miles de emprendedores navegando en la incomprensión.
Dado este marco, el último logro: si ya el negocio pecuario ha sido transferido a Brasil, ahora el negocio agrario quizá también sea cosa del pasado. Sigue la nota de Clarín:
Argentina pierde cada vez más espacio en el mercado triguero de Brasil a manos de canadienses y norteamericanos. El gobierno de Lula da Silva autorizó ayer la compra de otro millón de toneladas del grano, exento de impuestos aduaneros -que por norma del Mercosur es de 10%- procedente de los dos países de América del Norte.
Pero la culpa no es esta vez de los brasileños. El gobierno de Cristina Fernández restringió este año en forma sustancial las exportaciones trigueras al vecino y esto provocó un encarecimiento del precio de la harina que se trasladó al pan. El consumo de Brasil, de 10,4 millones de toneladas anuales, era satisfecho apenas en 40% por la producción doméstica; 60% restante provenía exclusivamente del agro argentino. Ante entregas trigueras con cuentagotas por parte de Argentina, la última de la semana pasada fue de apenas 100.000 toneladas, el presidente Lula da Silva decidió liberar las importaciones desde terceros países por ahora hasta junio próximo. No es posible prever ahora si esa libertad de importar se prolongará por más tiempo.
La medida, adoptada por la Cámara de Comercio Exterior brasileña (un organismo oficial), permite ahora que los molineros de Brasil traigan de Estados Unidos y Canadá dos cuotas de 500.000 toneladas cada una. En un comunicado oficial, la entidad subrayó que esta resolución obedece a la "necesidad de evitar el desabastecimiento del mercado interno en el período entre zafras".
Lo que más preocupa al gobierno de Lula es que la suba de los alimentos les provoque una inflación inesperada, y lleve a superar el tope de 4,5% al año que rige desde 2003.
De hecho, la producción de trigo ya aumentó este año 20% con respecto a igual período de 2007. Aun así es tan fuerte la dependencia de las importaciones que ya no hay stock de granos.
La diplomacia argentina hizo mutis por el foro, a pesar de que esta es la segunda vez en el año que Brasil acude a productores canadienses y norteamericanos. Ya suman 2 millones de toneladas traídas de terceros países. Por la alta productividad argentina, los agricultores brasileños habían prácticamente abandonado el cultivo del grano. Hay que recordar que en 2007 Argentina envió a Brasil más de 6 millones de toneladas y le sobró para su propio mercado interno.

Inversión Extranjera Directa: Récord en América Latina



CEPAL publica el 8 de mayo su estudio sobre inversión extranjera directa en América Latina, destacando que las cifras de 2007 son las mayores de la historia, medidas en dólares. La cifra global es de alrededor de 106.000 millones de dólares, que es alta aunque se le descuente el margen que el dólar perdiera frente a otras monedas.
Dice la nota de prensa de la institución:
Se trata del monto más alto desde 1999, cuando la inversión totalizó US$89.000 millones y estuvo fuertemente relacionada a privatizaciones. Así lo señala el informe de La inversión extranjera en América Latina y el Caribe 2007, dado a conocer hoy por José Luis Machinea, Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En un contexto de incremento de la IED global, el crecimiento de la IED en América Latina y el Caribe entre 2006 y 2007 alcanzó 46%. La IED en América Latina y el Caribe mostró el mayor incremento entre las regiones en desarrollo (17% en promedio para los países en desarrollo y un 43% para las economías en transición).

El país que encabezó la recepción de inversión extranjera en 2007 fue Brasil, con US$34.585 millones, seguido por México (US$23.230 millones), Chile (US$14.457) y Colombia (US$9.028 millones, ver cuadro adjunto). Medida en comparación con el PIB, sin considerar a los centros financieros del Caribe, los mayores receptores de inversión fueron Panamá, Chile, y cuatro países de América Central (Honduras, Costa Rica, El Salvador y Nicaragua).

De acuerdo a las estadísticas disponibles, durante el año pasado, el sector servicios acaparó el mayor monto de inversión en la región, aunque con diferencias significativas entre los países. Se destaca el caso de Brasil, en donde el sector servicios fue el principal receptor. En Chile, Colombia y Ecuador el mayor flujo de IED se dio en el sector de recursos naturales, mientras que en México el sector manufacturero fue el dominante.

Los principales países extranjeros que invirtieron en América Latina y el Caribe durante 2007 fueron Estados Unidos, los Países Bajos (Holanda) y España. El desempeño de la región como receptora de inversión extranjera en 2007 no fue afectado significativamente por la desaceleración económica de Estados Unidos, ya que la misma recién se manifestó en el cuarto trimestre del año. Sin embargo, su efecto puede ser relevante en los flujos de inversión para 2008.

En el informe dos cuadros son especialmente ilustrativos: La inversión recibida en términos de porcentaje del producto bruto interno de los países, y los primeros diez receptores de inversión, en monto bruto, y en diferencial respecto a 2006. En ambos cuadros Chile aparece como el mayor receptor relativo de inversiones, acompañado en conjunto por Centroamérica. La inversión recibida por Brasil es la mayor en términos absolutos, pero no pesa tanto en el conjunto de su economía. También en ambos cuadros, la recepción de inversión por Argentina es baja comparativamente. Comparada con la inversión recibida por Chile, es de casi un tercio de la recibida por su vecino.
La noticia es comentada en América Economía, y Clarín, con una nota de Gustavo Bazzan:
Las fuertes tasas de crecimiento que mostró la economía en el último lustro no son suficientes, parece, para atraer la inversión extranjera [a Argentina]. Lo prueba la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que ayer difundió su clásico informe sobre Inversión Extranjera Directa en el continente. Pese al "boom" de inversiones que llegan de fuera de la región, la Argentina sigue perdiendo peso a la hora de atraer esas divisas.
La Argentina captó apenas el 5,4% de los 105.925 millones de dólares (récord histórico) que fueron invertidos en 2007 en toda América Latina. Una década atrás, captaba el 12,4% del total. Es cierto que en la primera mitad de esos años se produjo el grueso de las privatizaciones, y sobre el final, la venta total de YPF a los españoles de Repsol.
La gran aspiradora de inversiones sigue siendo la economía brasileña, que se quedó con el 31,5% del total, seguida por México (21,9%), Chile (13,6%) y Colombia (8,5%).
Alvaro Calderón, economista de la CEPAL -el organismo que preside el argentino José Luis Machinea- aceptó que la Argentina ha ido perdiendo capacidad de atraer al capital extrarregional "por los problemas que han tenido las empresas extranjeras, sobre todo en lo referente a los contratos y la fijación de tarifas en el sector de servicios públicos".
En su opinión, las firmas extranjeras que ya están en el país invierten lo mínimo necesario como para mantener la operatividad, y giran a sus casas centrales todo lo que pueden.
La incertidumbre energética es otro factor que opera como barrera para los que deciden dónde invertir.

-¿El fuerte crecimiento no alcanzó?, le preguntó Clarín a Calderón.

-Sí, pero para otro tipo de inversor, el orientado al mercado del consumo interno. También se vio un empuje importante en el sector automotríz, por su alta complementación con Brasil.

En la CEPAL estiman que un sinceramiento de tarifas (tanto en servicios públicos como en el sector energético) despertaría el atractivo de los inversores. "No hay que olvidarse de que las empresas españolas siguen presentes en el país, y ante la menor señal, volverán a invertir, porque el contexto macro sigue siendo interesante", advirtió Calderón.
No es posible tapar el cielo con las manos; desde el punto de vista que se desee, la degradación de la estructura económica argentina es resaltada por la evolución de sus vecinos. Sólo la ceguera y la contumacia de quienes influyen en su destino puede intentarlo.

viernes, mayo 02, 2008

Cara y Cruz

Hoy Bloomberg titulaba una nota breve sobre Argentina y Brasil: "Cara y cruz". Se trata de un compendio de las noticias de los últimos días, motivado en las novedades recientes provenientes de ambos países:
Mientras Brasil alcanza el "investment grade", Argentina ocupa los titulares con informes negativos: al conflicto en curso con los productores agropecuarios, que ya produjo la caída de un ministro, se le suman las complicaciones en el campo de la energía, las amenazas de incautación de valores en el exterior para responder por deudas impagas, o la incomprensible votación en el Fondo Monetario. Pocos días atrás, McKinsey publica dos o tres artículos destacando el momento que vive la economía brasilera, que cada día más se afirma en todos los terrenos. Quizá en el campo de la energía se dé uno de los contrastes más notables: mientras Argentina, en una línea contínua de equivocaciones y renuncia a sus posibilidades, perdió su empresa de energía y se dedicó a comerciar el poco patrimonio de materia prima de que disponía, Brasil no solo mantuvo Petrobras, sino que logró posiciones en toda Latinoamérica, incluída Argentina, para culminar su política de exploración de recursos, hallando suficiente gas y petróleo como para dejar de depender de proveedores externos, y convertirse en un actor de nivel global.
En tanto, Argentina tambalea por el rebrote de la inflación, atendido con la seriedad que implica matar al mensajero: si los números de inflación no son de agrado del gobernante de turno, entonces los ocultamos...
Quisiera transcribir partes de dos artículos que reflejan un estilo de administración:
Dice "un funcionario del FMI" sobre la votación en que Argentina se opuso a la reforma de la carta de la institución, en Clarín:
El voto de la Argentina en contra la reforma del FMI es considerada de "irracional" en Washington. Por los pasillos del Fondo nadie entiende cuál fue el objetivo. Se preguntan por qué -justo cuando demostró interés en negociar su deuda con el Club de París- los argentinos decidieron enviarle una señal tan negativa a Dominique Strauss-Kahn, el titular del organismo, cuya palabra será clave en el futuro de esa negociación.
(...) "La Argentina es un caso perdido", dijo uno de los funcionarios consultados por Clarín. Al retomar el tema del voto argentino, el funcionario recordó "la buena disposición" que tuvo Strauss-Kahn con el gobierno de los Kirchner. Fue a Buenos Aires dos veces, una antes de ser elegido y la otra para la asunción de Cristina. En el último viaje del ex ministro Martín Lousteau al FMI, Kahn también prometió ayudar en las negociaciones con el Club de París. "¿Por qué entonces tirarle un voto en contra, cuando en realidad Argentina no tenía ninguna posibilidad de cambiar la votación, ya que la mayoría que aprobó la reforma fue aplastante? Sólo dos países votaron junto con Argentina. Angola y las Islas Palau. Se trata de una gran torpeza", añadió.
Otro funcionario, que al igual que Singh ha seguido muy de cerca la evolución de Argentina desde que salió de la crisis de 2001, puso el acento en otro problema: "No entiendo en qué estaban pensando cuando decidieron este voto. Es totalmente estúpido. El gobierno argentino sabe muy bien que tenemos pendiente la revisión de la economía argentina en el marco del artículo IV. Saben también que por el tema del INDEC esa revisión no será nada fácil. ¿Por qué complicaron más el panorama?".
Y, reflejado por todos los diarios argentinos, y recordado por Bloomberg (en el mencionado resúmen), la retención de bonos argentinos en el mercado norteamericano, en camino de ser liquidados en compensación de deudas impagas. Qué dice Clarín:
La euforia envolvía hoy a los bonistas que desde el 2001 reclaman el pago de los bonos en default en el Tribunal de los Estados Unidos, y a sus abogados. Es que, tras la decisión del magistrado de mantener inhabilitados los títulos Globales depositados en una Caja de Valores de EE.UU y hacer pública toda información relacionada a la misma comienzan a saborear que es posible llevarse algo para cobrar parte de sus tenencias.
Y no sólo eso. Advirtieron también que, tras seis años de juicio, la paciencia de Griesa con la Argentina comienza a agotarse. En un momento de la audiencia celebrada en los tribunales con vista al Puente de Brooklin, Griesa interrumpió "a los gritos" al abogado defensor de la Argentina, Jonathan Blackman, según atestiguaron algunos presentes consultados por iEco: "Usted representa una parte que está equivocada", dijo , y enseguida agregó "su cliente se niega a pagar sus deudas y está mal", aseveró ante una sala colmada de abogados, analistas de bancos de inversión, inversores, y curiosos.
Pero Griesa fue mas allá, destacó la recuperación del país desde el 2001 y habló del superávit que tiene la Argentina y las reservas en poder del Banco Central. Un claro cambio de actitud. E insinuó de manera muy diplomática que el país debería buscar una solución con los bonistas y hasta arreglar con el Club de Paris. El país " puede pedir préstamos tan baratos ¿Por qué simplemente no pagan sus deudas ?", lanzó.
Cara y cruz...mientras un país mantiene políticas coherentes de crecimiento por cuarenta años, otro, ofrece sólo la continuidad de la falta de principios y reglas, de la falta de palabra, de la anulación mañana de lo que hoy se hace, y esto, obtenido con lo único que es consecuente en Argentina: a un gobierno incompetente o malintencionado, le perfeccionará el siguiente.
Quizá sin embargo, todavía quede alguna oportunidad de cambiar el rumbo, y construír una sociedad próspera y equilibrada. No hace falta ser un país grande para ser una gran sociedad.
No hace muchos años, Nokia era una papelera en decadencia. Quién lo diría hoy. Pero hay cambios que no se logran profiriendo discursos a los seguidores de ocasión, sino trabajando con rigor y perseverancia.