lunes, diciembre 26, 2011

Lucio Mansilla: la historia del Cabo Gómez

La literatura argentina del siglo xix tiene un gran olvidado: Lucio Mansilla, enlace entre dos épocas, la criolla, de raíz iberoamericana, y la "moderna", embarcada en la influencia anglo francesa y los planes posteriores a la Organización Nacional. Mansilla no es cualquier actor de la historia argentina: hijo de Lucio Norberto, soldado de la Independencia y casado con una hermana de Rosas, nieto de un defensor de Buenos Aires frente a los ingleses, Lucio Victorio fue también militar, participante en la Guerra de la Triple Alianza, político y diplomático. Mansilla dejó varias obras de gran valor, especialmente una que juzgo tan importante como el Martín Fierro; Una Excursión a los Indios Ranqueles. No por casualidad, ambas obras son escritas más o menos contemporáneas, y, salvando las diferencias de estilos, se encuentran en ellas muchos puntos en común, y algunas grandes divergencias. Ambas, con toda la lucidez que permite la contemporaneidad, juzgan y reflexionan sobre el salto que en su época da el país. Una Excursión... admite ser leída una y otra vez, y siempre se encontrarán nuevas aristas para seguir, descubriendo la mirada irónica de Mansilla sobre su época.
Una Excursión...fue escrita en episodios, a la manera que muchas otras se escribían entonces, publicada en un diario semanalmente...cada capítulo mantiene un interés especial, como lo exigía entonces la necesidad de mantener los lectores. Así, el libro progresa creando una historia compleja y ramificada, con una línea central sujeta a la expedición a las tierras del cacique Mariano Rosas, y centenares de breves historias paralelas. Una historia contada como una carta a un amigo, con amabilidad y reflexiones mundanas. Y entretanto, la cabalgata se adentra en el desierto inexplorado...
Entre las disgresiones que Mansilla acomete, hay una que se extiende por cuatro capítulos, que cuenta una historia de la Guerra del Paraguay, la ejecución del Cabo Gómez, soldado en desgracia. El que sigue es el último, posterior a su fusilamiento:

El palmar de Yataití. Sepulcro de un soldado. Su memoria. Sus últimos deseos cumplidos. El rancho del general Gelly y lo que allí pasó. Resurrección. Visión realizada. Fanatismo.

A inmediaciones de mi reducto estaba el palmar de Yataití,donde tantos y tan honrosos combates para las armas argentinas tuvieron lugar.
Allí fue enterrado el cabo Gómez y sobre su sepulcro mandé colocar una tosca cruz de pino con esta inscripción:
"Manuel Gómez,cabo del 12 de línea".
Durante algunas horas,su memoria ocupó tristemente la imaginación de mis buenos soldados. Y, poco a poco, el olvido, el dulce olvido fue borrando las impresiones luctuosas de ese día. Al día siguiente si su nombre volvió a ser mentado, no fue ya a impulsos del dolor sufrido.
Así es la vida, y así es la humanidad. Todo pasa, felizmente, en una sucesión constante, pero interrumpida, de emociones tiernas o desagradables, profundas o superficiales.
Ni el amor, ni el odio, ni el dolor, ni la alegría absorben por completo la existencia de ningún mortal. Sólo Dios es imperecedero. La muchedumbre olvidó luego, como ves, el trágico fin del cabo.
Yo me dispuse a cumplir sus últimas voluntades.
Llamé al sargento primero de la compañía de Granaderos, y con esa preocupación fanática que nos hace cumplir estrictamente los caprichos póstumos de los muertos queridos, le pagué el peso que le debía el cabo.
Confieso que después de hacerlo, sentía un consuelo inefable. ¡Cuesta tanto a veces cumplir las pequeñeces!
Es por eso que el hombre debe ser observado y juzgado por sus obras chicas, no por sus obras grandes.
En el cumplimiento de las últimas, está interesado generalmente el honor o el crédito, el amor propio o el orgullo, el egoísmo o la ambición.
En el cumplimiento de las primeras no influye ninguno de esos poderosos resortes del alma humana, sino la conciencia.
Cancelada la deuda con el sargento, me quedaba por hacer la remisión prometida de los haberes devengados de Gómez a la Esquina.
Esperar al Comisario era un sueño. ¿Cuándo vendría éste? Y si venía, ¿estaría yo vivo? ¿Me entregaría, sobre todo, los sueldos del cabo? ¿El Estado no es el heredero infalible de nuestros soldados muertos en el campo de batalla, por él mismo, o por la libertad de la Patria, o por su honor ultrajado?
¿No es ésa la consecuencia del odioso e imperfecto sistema administrativo militar que tenemos?
Gómez no era un soldado antiguo en mi batallón. Reservándome, pues, ver si recogía sus sueldos de Guardia Nacional, resolví mandarle a su hermana los seis u ocho que se le debían como soldado de línea.
Simbad, el corresponsal del "Standard", a la sazón en el teatro de la guerra, era vecino de la Esquina y mi antiguo amigo.
Debo a él la iniciación en un mundo nuevo, la lectura del Cosmos ese monumento imperecedero de la sapiencia del siglo XIX.
De Simbad iba a valerme para remitir a su destino la pequeña herencia.
Habrían pasado cincuenta y dos horas desde el instante en que el cabo Gómez, según dejo relatado, recibió en su pecho intrépido las balas de sus propios compañeros en cumplimiento de una orden y del más terrible de los deberes.
Yo había ido de mi reducto, según costumbre que tenía, al alojamiento del jefe de Estado Mayor.
Tenía éste dos puertas. Una que daba al naciente y otra al poniente. La última estaba abierta. El general Gelly escribía con una pausa metódica, que le es peculiar, en una mesita, cuya colocación variaba según las horas y la puerta por donde entraba el sol. Esta vez se hallaba colocada cerca de la puerta abierta. Yo estaba sentado en una silla de baqueta paraguaya, dándole la espalda.
¿En qué pensaba?
Probablemente, Santiago amigo, en lo mismo que aquel tipo de comedia de San Luis, que te ponderaba un día las delicias de su estancia.
-Aquí me lo paso -te decía cierta hermosa tarde de primavera desde el corredor, que dominaba una vasta campiña-, pensando... pensando...
Y tú, interrumpiéndole, con tu sorna característica: - En qué... en qué...
Y el pobre hombre contestaba: - En nada... en nada...
El General era distraído de su escritura a cada paso, por oficiales que se presentaban con distintas solicitudes, dirigiéndole la palabra desde el dintel de la puerta.
Yo seguía pensando...
En el instante en que mi pensamiento se perdía, que sé yo en qué nebulosa, un eco del otro mundo, con tonada correntina, resonó en mis oídos:
-Aquí te vengo a ver, V. E., para que...
Mi sangre se heló, mi respiracion se interrumpió..., quise dar vuelta, ¡imposible!
-Estoy ocupado -murmuró el General, y el ruido del rasguear de su pluma que no se interrumpió, produjo en mi cabeza un efecto nervioso semejante al que produce el rechinar estridoroso de los dientes de un moribundo.
-Haceme, che, V. E., el favor...
-Estoy ocupado -repitió el General.
Yo sentí algo como cuando en sueños se nos figura que una fuerza invisible nos eleva de los cabellos hasta las alturas en que se ciernen las águilas.
Debía estar pálido, como la cera más blanca.
El general Gelly fijó casualmente su mirada en mí, y al ver la emoción angustiosa de que era presa, preguntóme, con inquietud:
-¿Qué tiene usted?
No contesté... Pero oí... El vértigo iba pasando ya.
El General estaba confuso. Yo debía parecer muerto y no enfermo.
-¡Mansilla! -dijo.
-General -repuse, y haciendo un esfuerzo supremo di vuelta la cabeza y miré a la puerta.
Si hubiese sido mujer, habría lanzado un grito y me hubiera desmayado.
Mis labios callaron; pero como suspendido por un resorte y a la manera de esos maniquíes mortuorios que se levantan en las tablas de la escena teatral, fuime levantando poco a poco de la silla y como queriendo retroceder.
-Che, V. E., hacé vos el favor -volvió a oírse. El general Gelly se puso de pie, y dirigiéndose a la voz que venía de la puerta contestó:
-¿Qué quieres?
Yo sentí un sudor frío por mi frente, y llevando mi mano a ella y como queriendo condensar todas mis ideas y recuerdos o hacerlos converger a un solo foco, miré al General y exclamé con pavor:
-¡El cabo Gómez!
Efectivamente, el cabo Gómez estaba ahí, en la puerta del rancho del General, con el mismo rostro que tenía la noche que le vi por última vez.
Sólo su traje había variado. No revestía ya el uniforme militar, sino un traje talar negro.
Mis ojos estuvieron fijos en él un instante, que me pareció una eternidad.
El general Gelly volvió a repetir:
-Vamos, ¿qué quieres? -Y dirigiéndose a mí:
-¿Está usted enfermo?
La aparición contestó:
-Quiero que me dejes velar la crucecita de mi hermano.
-¿La crucecita de tu hermano? -repuso el General con aire de no entender bien.
-Sí, pues, Manuel Gómez, que ya murió...
Y esto diciendo, echó a llorar, enjugando sus lágrimas con la punta del pañuelo negro que cubría sus hombros.
Mientras se cambiaron esas palabras, yo volví en mi.
-¿Y dónde está la crucecita de tu hermano? -dijo el General.
-En el cementerio de la Legión Paraguaya.
Entonces, tomando yo la palabra, como aquella desdichada mujer no podía dejar de interesarme, la dije:
-No, estás equivocada, la cruz de Gómez no está ahí.
-Yo sé -murmuró.
Queriendo convencerla, le dije:
-Yo soy el jefe del 12 de línea, que era el cuerpo de tu hermano.
-Yo sé -murmuró, retrocediendo con marcada impresión de espanto.
-Yo tengo los sueldos de tu hermano para ti; ven a mi batallón, que está en el reducto de la derecha, te los daré y te haré enseñar dónde está su cruz.
-Yo sé -murmuró.
Un largo diálogo se siguió. Yo pugnando por que la mujer fuera a mi reducto para darle los sueldos de su hermano e indicarle el sitio de su sepultura, y ella aferrada en que no, contestando sólo: Yo sé .
El general Gelly, picado por la curiosidad de aquel carácter tan tenaz, al parecer, la hizo varias preguntas:
-¿De dónde vienes?
-De la Esquina.
-¿Cuándo saliste de allí?
-Antes de ayer.
-¿Dónde supiste la muerte de tu hermano?
-En ninguna parte.
-¿Cómo en ninguna parte?
-En ninguna parte, pues.
-¿Te la han dado en Itapirú, o aquí en el campamento?
-En ninguna parte.
-¿Y entonces, cómo la has sabido?
La hermana de Gómez refirió entonces, con sencillez, que en sueños había visto a su hermano que lo llevaban a fusilar; que como sus sueños siempre le salían ciertos, había creído en la muerte de aquél, y que tomando el primer vapor que pasó por la Esquina, se había venido a velar su crucecita, que estaba en el cementerio de los paraguayos, idea que era fija en ella.
A las interpelaciones del general Gelly siguieron las mías.
El sueño de la hermana de Gómez había tenido lugar precisamente en el momento en que éste estaba en capilla, recibiendo los auxilios espirituales.
Un hilo invisible y magnético une la existencia de los seres amantes, que viven confundidos por los vínculos tiernísimos del corazón.
Y, como ha dicho un gran poeta inglés: hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que ha soñado la filosofía.
Empeñéme con la mujer cuanto pude, a fin de que fuera a mi reducto, intentando seducirla con el halago de los sueldos de su hermano.
¡Fue en vano!
El General la despidió, diciéndole que podía velar la crucecita de su hermano.
Y después de cambiar algunas palabras conmigo sobre aquel extraño sueño realizado, filosofando sobre la vida y la muerte, a mis solas me volví a mi campo.
Mandé llamar a Garmendia en el acto, y le relaté todo lo sucedido. Despachamos en seguida emisarios en busca de la hermana de Gómez. Halláronla, pero fue inútil luchar contra su inquebrantable resolución de no verme, y menos convencerla de que la crucecita de su hermano no estaba en el cementerio que ella decía.
Esa noche hubo un velorio al que asistieron muchos soldados y mujeres de mi batallón prevenidos por mí.
Por ellos supe que la hermana de Gómez siendo yo el jefe del 12, me achacaba a mí su muerte, y asimismo, que en la Esquina tenía algunos medios de vivir, confirmando todos, por supuesto, que la noticia del fusilamiento se la dio Dios en sueños.
Al día siguiente del velorio la mujer desaparecio del ejército, sin que nadie pudiera darme de ella razón.
El único mérito que tiene este cuento de fogón, que aquí concluye es ser cierto.
No todas las historias pueden reivindicar ese crédito.
¿Si será verdad que el público no se ha dormido leyéndolo?
A los del fogón les pasaron distintas cosas.
Cuando yo terminé, unos roncaban, otros (la mayor parte) dormían.
Se oían sonar los cencerros de las tropillas; la luna despedía ya alguna claridad.
-¡A caballo, cordobeses! -grité-. ¡Se acabaron los cuentos!
Y todo el mundo se puso en movimiento, y un cuarto de hora después rumbiábamos en dirección a un oasis denominado Monte de la Vieja. ¡Buenas noches!, por no decir buenos días, o salud, lector paciente.

domingo, diciembre 18, 2011

Soledad profunda: recordando a Rama

El viaje hacia adelante. En el Jet Propulsion Laboratory
Un día de 1977, Carl Sagan y Ray Bradbury contemplaron, en Cabo Cañaveral, la partida del Voyager 1. Se abrían grandes esperanzas, y grandes interrogantes. Algunos años después, conocimos de cerca a nuestro lejano confín solar, como apenas lo habíamos imaginado...Casi treinta y cinco años después, Sagan ya no está, aunque alcanzó a ver las imágenes de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno; y Bradbury está enredado en Fahrenheit, mientras que las dos Voyager siguen avanzando, kilómetro a kilómetro, y enviando información a ¿quién? Ahora a un puñado de supervivientes, y quizá dentro de diez, cincuenta, cien, mil años, a nadie. Recordando a Rama...
Se denomina Voyager a cualquiera de las dos sondas espaciales estadounidenses enviadas a los planetas exteriores. La Voyager 1 fue lanzada el 5 de septiembre de 1977 desde Cabo Cañaveral. Pasó por Júpiter en 1979 y por Saturno en 1980. La Voyager 2 fue enviada el 20 de agosto de 1977, pasando por Júpiter y Saturno para llegar a Urano en 1986 y Neptuno en 1989. La Voyager 2 es la única sonda que ha visitado esos dos planetas.
Ambas sondas llevan consigo un disco de oro con una selección de hora y media de duración de música proveniente de varias partes y culturas del mundo, saludos en 55 idiomas humanos, un saludo del entonces Secretario General de las Naciones Unidas y el ensayo Sonidos de la Tierra, que es una mezcla de sonidos característicos del planeta. También contiene 115 imágenes (+1 de calibración) donde se explica en lenguaje científico la localización del Sistema Solar, las unidades de medida que se utilizan, características de la Tierra y características del cuerpo y la sociedad humana. Este disco fue ideado por un comité científico presidido por el astrónomo Carl Sagan quien, refiriéndose al mensaje, asegura que su objetivo principal no es el ser descifrado, por el hecho de que su simple existencia pone de manifiesto la existencia de los humanos, así como sus esfuerzos por contactar a otras especies inteligentes que pudiesen existir fuera del Sistema Solar.

Actualmente las sondas Voyager estudian el ambiente del sistema solar exterior, esperando que su vida útil sea suficiente para llegar a la zona denominada heliopausa. Esta capa se debe al encuentro entre las partículas eléctricas producidas por el Sol, denominadas viento solar, con las partículas eléctricas del medio interestelar. Por tanto, las sondas Voyager se han convertido en los instrumentos artificiales más lejanos jamás enviados por el hombre. Las naves contienen generadores eléctricos nucleares que permiten que sigan funcionando sus instrumentos científicos. A finales de 2003 la Voyager 1 envió datos que indican que podría haber atravesado esta barrera. Estos datos están sin embargo en disputa. El 15 de agosto de 2006 la sonda Voyager 1 alcanzó la distancia de 100 UA, esto es, se encuentra a más de 15.000 millones de km del Sol. Actualmente, debido a problemas de presupuesto, el proyecto es controlado por un grupo de tan sólo 10 personas pertenecientes al Jet Propulsion Laboratory, y podría ser abandonado en un futuro próximo junto con otras misiones, dejando a ambas sondas seguir su camino sin que haya nadie que las escuche en la Tierra.
Una misión que se proyectó para durar cinco años cumplió su treinta aniversario en el otoño de 2007. Los científicos de la NASA siguen recibiendo datos de los Voyager a través de la red del espacio profundo DSN (Deep Space Network).
Las señales que se envían desde MDSCC (Madrid Deep Space Comunication Complex) al Voyager 1 tardan a la velocidad de la luz 14 horas y 20 minutos en llegar hasta él y otro tanto en volver (28 horas 40 minutos en total). Y se sigue alejando.
La potencia de transmisión del Voyager 1 es inferior a los 20 vatios que debilitada por la distancia llega a nosotros del orden de 10-17,26 milivatios [En Wikipedia]
Las dimensiones temporales y físicas de las que hablamos, abarcan la supervivencia de la especie humana:
Both Voyagers are headed towards the outer boundary of the solar system in search of the heliopause, the region where the Sun's influence wanes and the beginning of interstellar space can be sensed. The heliopause has never been reached by any spacecraft; the Voyagers may be the first to pass through this region, which is thought to exist somewhere from 8 to 14 billion miles from the Sun. This is where the million-mile-per-hour solar winds slows to about 250,000 miles per hour—the first indication that the wind is nearing the heliopause. The Voyagers should cross the heliopause 10 to 20 years after reaching the termination shock. The Voyagers have enough electrical power and thruster fuel to operate at least until 2020. By that time, Voyager 1 will be 12.4 billion miles (19.9 billion KM) from the Sun and Voyager 2 will be 10.5 billion miles (16.9 billion KM) away. Eventually, the Voyagers will pass other stars. In about 40,000 years, Voyager 1 will drift within 1.6 light years (9.3 trillion miles) of AC+79 3888, a star in the constellation of Camelopardalis. In some 296,000 years, Voyager 2 will pass 4.3 light years (25 trillion miles) from Sirius, the brightest star in the sky . The Voyagers are destined—perhaps eternally—to wander the Milky Way. [En el sitio del Jet Propulsion Laboratory]

jueves, diciembre 15, 2011

China: tanto va el cántaro a la fuente...

Una revuelta más, tan violenta como muchas otras...La diferencia consiste en que ahora las conocemos. Nosotros y la sociedad china. Los medios de comunicación modernos, fundamentalmente el ingobernable curso de Internet, están eliminando los compartimientos estancos de la sociedad china. China mejora su calidad de vida, y reduce el margen de maniobra de la colusión empresaria-gubernamental. En realidad, cada vez mas, la estructura centralizada de gobierno está apartada de los requerimientos de los negocios y la sociedad. Un día le llegó el turno a Rusia, y abrió la caja de Pandora en el Este europeo. Parece que se acorta el plazo en el Este más lejano... En El País:
Revuelta popular en el sur de China 
Los habitantes de Wukan, un pueblo de pescadores de unos 13.000 habitantes en la provincia de Guangdong (sur de China), están en pie de guerra contra las autoridades locales, a las que acusan de quedarse con sus tierras de forma ilegal y de haber torturado a uno de sus líderes, que falleció el pasado fin de semana mientras se encontraba detenido. La policía ha bloqueado los accesos a la población, cuyos habitantes han pedido la intervención del Gobierno central para que “restablezca la justicia”, ante lo que califican de prácticas corruptas de los dirigentes locales.
Las autoridades de Shanwei –distrito del cual forma parte Wukan- aseguraron el miércoles que “un puñado” de miembros del Partido Comunista Chino y de funcionarios sospechosos de los abusos en la expropiación de tierra han sido detenidos y que el principal proyecto de desarrollo de suelo ha sido congelado hasta que la mayoría de los vecinos estén satisfechos con las condiciones de negociación. Pero al mismo tiempo amenazaron con tomar duras medidas contra quienes hayan instigado a otros a crear problemas y hayan dañado propiedad pública.
Los gobernantes en China utilizan a menudo la táctica del palo y la zanahoria para hacer frente al descontento popular. Pero los vecinos de Wukan, que el fin de semana pasado levantaron barricadas para impedir el paso de la policía y evitar así más detenciones, no están dispuestos a ceder rápidamente. La muerte de Xue Jinbo, de 42 años, uno de sus representantes en las negociaciones que fue arrestado la semana pasada como sospechoso de organizar las movilizaciones que comenzaron en septiembre, ha enfurecido a los vecinos, que planean manifestarse este fin de semana para exigir una investigación sobre lo sucedido.
Las autoridades afirman que Xue sufrió un infarto mientras estaba bajo custodia, pero algunos familiares que han visto su cuerpo dicen que mostraba signos de tortura y sospechan que fue apaleado hasta morir. “Me sorprende mucho eso [que dicen] porque mi padre nunca había tenido problemas de corazón”, ha declarado su hija, Xue Jianwan, a la agencia France Presse. “Tenía cardenales por todas partes. Si no le pegaron, ¿de dónde vienen todos esos moratones?”
El Gobierno local ha tenido que colocar vídeos en Internet de otros cuatros detenidos por las protestas mientras eran visitados por familiares, con objeto de despejar las sospechas de que habían sido maltratados.
En China, la mayoría del suelo rural es propiedad de las colectividades locales, pero en la práctica los funcionarios y gobernantes pueden ordenar su expropiación a cambio de compensaciones, que los afectados a menudo dicen que no son adecuadas y no reflejan los beneficios que obtienen intermediarios y promotores. Los residentes de Wukan afirman que oficiales corruptos han requisado cientos de hectáreas, en connivencia con los promotores, y las han vendido sin su consentimiento. Los campesinos reclaman que les sea devuelta la tierra, poder elegir a sus líderes del pueblo y que aquellos vecinos que siguen detenidos sean liberados.
Las revueltas en Wukan se remontan a septiembre, cuando cientos de personas atacaron edificios y se enfrentaron con la policía por las expropiaciones. Desde entonces, la ira ha ido en ascenso porque sus peticiones y las repetidas solicitudes para reunirse con funcionarios de más alto nivel han sido rechazadas. El viernes de la semana pasada, la policía entró en el pueblo y se llevó a varios representantes. Cuando regresó de nuevo al día siguiente, los vecinos bloquearon las carreteras con troncos y barreras e impidieron su paso. Los agentes dispararon gases lacrimógenos y utilizaron cañones de agua contra los campesinos, que estaban armados con palos, azadas y garrotes. La policía se retiró y bloqueó las carreteras de acceso a Wukan.
Las protestas contra los abusos oficiales son cada vez más comunes en China, donde todos los años se producen miles de movilizaciones. El 65% de las que tienen lugar en las zonas rurales se deben a las expropiaciones de suelo, según la Academia China de Ciencias Sociales.
Los expertos aseguran que el problema se ha visto exacerbado por el control que ejerce el Gobierno sobre toda la tierra y la dependencia de las administraciones locales del suelo para obtener ingresos.
Pekín teme el efecto contagio que cualquier ola de protestas puede tener, especialmente debido al efecto de Internet, y presiona a los gobiernos provinciales para que resuelvan los problemas en su territorio. Las movilizaciones no suelen trascender el entorno local, pero lo sucedido en Wukan es un nuevo ejemplo del descontento que amenaza con corroer poco a poco el apoyo del pueblo llano al partido.

domingo, diciembre 04, 2011

Ciegos...(II)

A propósito de contumacias, mejor aún lo describe José Antonio Zarzalejos:

Escribía ayer en el diario El País Rafael Simancas, diputado socialista por Madrid, que “lo más sensato es mantener la apuesta”, es decir, a Pérez Rubalcaba al frente del PSOE, porque “han sido los cinco millones de parados los que ha causado la desafección del voto socialista y no el rechazo a la cabeza de lista”. Semejante razonamiento es propio de alguien que insulta la inteligencia de sus posibles lectores. Pero, sobre todo, denota una actitud altiva y soberbia que no admite que el descalabro del Partido Socialista se ha debido a una acumulación sistemática y progresiva de graves errores de gestión, de actitudes sectarias y de oceánicas incompetencias.
El artículo de Simancas es coherente, en su tono y en su objetivo, con la nula autocrítica del presidente del Gobierno en funciones en su comparecencia del lunes y con la intervención en la noche electoral de Pérez Rubalcaba. En ningún caso -tampoco Chacón o López, grandes perdedores en sus ámbitos catalán y vasco, respectivamente- nadie representativo del PSOE ha salido a la palestra para reconocer que la bancarrota electoral con la huida de más de cuatro millones de electores, se ha debido a una gestión desastrosa del Gobierno y del propio partido.
Estamos, sin duda, ante una actitud estúpidamente soberbia, que el PSOE y el Gobierno han venido manteniendo en los últimos años. Se explica en la idiosincrasia de esta izquierda atrapada en España por un síndrome de superioridad moral, según el cual, nunca los electores abandonan al PSOE sino que son las circunstancias -externas al propio partido- las que determinan sus derrotas electorales. De ahí que ni un solo dirigente del PSOE -secretarios generales territoriales, miembros de la ejecutiva, el propio candidato- se sienta concernido directamente por la derrota. (...)
Poco ha importado a la plana mayor del PSOE que incluso en las Comunidades Autónomas del PP en las que se han practicado políticas de ajuste muy fuertes (caso de Galicia, Castilla-La Mancha o Baleares), los conservadores hayan avasallado a las listas socialistas dando una vuelta de tuerca a la victoria popular en las elecciones del 22 de mayo pasado. A más a más: ni siquiera en Cataluña, donde el PSC ha sufrido un auténtico desastre ante una CiU que lleva un año gobernando a golpe de recortes -y ayer anunció más y más rotundos-, sus dirigentes, empezando por Carme Chacón, han entonado el mea culpa que la opinión pública espera del PSOE.
Poco arreglo tiene este PSOE si, como proclama uno de sus dirigentes madrileños, “hay que mantener la apuesta” (es decir, a Pérez Rubalcaba) cuando la cuestión es que el socialismo español ni tiene apuesta que defender -es un puro desconcierto y un conjunto de ideas tópicas y deshilvanadas- ni dirigentes alternativos. Todos -jóvenes y viejos socialistas- parecen emplearse con fruición en cavar a ritmo frenético en busca de una salida que profundiza su tumba política. Si había alguna duda sobre las razones de la debacle socialista, la actitud altiva y soberbia -verdaderamente insultante- aporta reflexiones adicionales sobre el particular que aconsejan que el PSOE tenga una larga y merecida travesía del desierto.

sábado, diciembre 03, 2011

¡Ciegos! ¡Sordos! ¡Mudos!


Retomo el título de la nota de Federico Quevedo, en El Confidencial, más que adecuado para medir la reacción del PSOE a su masiva e histórica derrota electoral de este mes de noviembre. La única reacción de los perdedores (y no solo se debe hablar del PSOE) es echar fuera las culpas y responsabilidades: así como Rodríguez Zapatero pasa hoy por cabeza de turco, así también en sus propias explicaciones el responsable está afuera: la crisis internacional, los especuladores finacieros, nunca sus actos. Dice Quevedo:
[hablando de los "políticos desocupados" que deja la pérdida de cargos] Hablamos de miles de personas. Y hablamos de cientos de millones de euros que el Partido Socialista va a perder en ingresos provenientes de sus resultados electorales. La debacle, como ven, no se limita sólo a perder el poder, sino a todo lo que conlleva, que es mucho, sobre todo para un partido tan mal acostumbrado a vivir del mismo y a patrimonializar su gestión. Quiebra, ERE, suspensión de pagos… El PSOE sufre en sus propias carnes lo que la crisis está haciendo sufrir a miles y miles de empresas en nuestros país. Y, ¿a quién echamos la culpa de esto? ¿Quién es el responsable o los responsables? Lo fácil es señalar a José Luis Rodríguez Zapatero, por su ceguera a la hora de ver la situación, a la hora de hacer frente a los problemas del país. Pero esa ceguera no fue sólo de Zapatero, sino de todos los que le apoyaron mientras ejerció su poder con mano de hierro en el Partido Socialista y echó fuera de su palacio, a la fría noche de la intemperie, a quienes osaban llevarle la contraria
Zapatero es culpable, sin duda alguna, de haber sido el peor presidente que ha tenido este país en casi cuarenta años de democracia, pero los suyos son culpables de habérselo permitido, de haber estado sordos a las advertencias de que el camino que tomaban era el equivocado. Y entre todos ellos, Alfredo Pérez Rubalcaba tiene, sin duda alguna, una responsabilidad adicional, en la medida que fue él quien quiso asumir la responsabilidad de intentar sacar adelante lo imposible, y lo hizo pervirtiendo lo poco que el PSOE podía ofrecer de nuevo e ilusionante al electorado, impidiendo que se celebrasen una primaria para elegir al candidato, y obligando al propio Gobierno a actuar según sus intereses y en contra de los del propio Ejecutivo.
Rubalcaba ha rizado el rizo de lo imposible, ha pretendido la cuadratura del círculo queriendo hacer creer a los ciudadanos que una cosa era lo que hacía el Gobierno y otra bien distinta lo que proponía el partido que lo apoyaba… Pero ha ido más lejos, al asentar toda su estrategia electoral, todo el argumentarlo de la campaña, sobre la “insidia” de que el Partido Popular iba a suprimir el Estado del bienestar, es decir, a volver a esgrimir el espantajo del ‘miedo a la derecha’. Y lo que ha pasado es que, de tanto ‘miedo a la derecha’, el país se ha teñido de azul y la izquierda del PSOE se ha quedado muda porque ahora no saben cómo explicar lo que ha pasado. Ciegos y sordos ante lo que se les venía encima. Y mudos cuando la realidad se ha impuesto de modo tan cruel.
Lo que le toca ahora al PSOE es hacer una reflexión profunda sobre todo lo que ha pasado estos años. Se equivocará si limita su debacle a la crisis económica y no tiene en cuenta que los ciudadanos han castigado también un modo de gobernar basado en la división y en la tensión permanente, en la confrontación y en la búsqueda de la eliminación (política) del contrario. El ciudadano ha castigado los ‘cordones sanitarios’ y los Pactos del Tinell. Ha castigado las aventuras con el radicalismo nacionalista -y haría bien el PSC en analizar su resultado en Cataluña-, pero, sobre todo, ha castigado la mentira y el engaño, el empeño permanente en hacernos creer lo que no era, en ocultar la realidad y el encima intentar meternos miedo en el cuerpo.
Sobre todo eso debería reflexionar el Partido Socialista. Debería hacerlo la vieja guardia y la nueva, porque ni unos ni otros han sabido jugar limpio ni en la propia casa, ni en la ajena. Ahora al PSOE le toca su particular travesía del desierto, el llanto y el crujir de dientes producto de la hecatombe, y ninguno de los que han tenido responsabilidad en ella deberían seguir ni un día más al frente del machito. Empezando por Zapatero, siguiendo por Rubalcaba, y continuando por esa larga lista de cargos del partido y barones territoriales incapaces de asumir su responsabilidad en el desastre, no vaya a ser que también ellos se queden a la intemperie.
Estas reflexiones se hacían tres días antes de la reunión del Comité Federal del PSOE convocado para analizar el futuro próximo. ¿Y cuál fue su resultado?: Ciegos, Sordos, Mudos...¿alguna renuncia? Ninguna...¿las responsabilidades? "Hicimos lo necesario. No había alternativa en condiciones muy difíciles"..."seguramente" no se acertó "a integrar su explicación en un discurso coherente" [El País]. ¿Los pasos próximos? Rubalcaba timoneará el partido hasta febrero...De las voces disidentes, nada...(No habrá la comisión gestora que ha pedido el expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, previa dimisión de toda la ejecutiva, ni una votación universal de todos los militantes, a la manera del Partido Socialista Francés, para elegir al secretario general, como defiende el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez.[El País]).
En los últimos dos o tres años, la persitencia en  esta contumacia ciega ha llevado a que esta tendencia política y social, no limitada al PSOE, perdiera más y más su contacto con la sociedad y sus necesidades.
Dada su toxicidad para la vida española, si quieren persistir en su acción, adelante. Quizá los veamos reducirse a nada.