lunes, agosto 25, 2008

La caída inmobiliaria española: un ejemplo vale más

Dos periodistas de El Economista, de España, retratan el momento del mercado inmobiliario vívamente, negociando una compra con distintas empresas vendedoras. Tanto los precios ofrecidos inicialmente, como el resultante de la negociación, el margen disponible para regatear, y hasta los comentarios de los lectores, dan una imagen real del mercado, que continúa en caída libre.

Once de la mañana de una soleada jornada. Nos encontramos en el curiosamente denominado centro comercial inmobiliario del Ensanche de Vallecas. Y, sin duda, no es para menos: estamos rodeadas de 31 casetas de inmobiliarias que venden casas y cualquier tipo de habitáculo para el mismo efecto, aunque éste no sobrepase los 30 metros cuadrados.

Lo cierto es que, con tanta oferta junta, no sabemos por dónde empezar. Al menos, nos decimos, no hay barullo de gente y las casetas están vacías... incluso de personal. Aunque muchas tienen hasta tres y cuatro mesas, no hay más que un empleado en cada garita, lo que nos da una pista de que algo no va bien. De hecho, alguna está cerrada por descanso.

Al margen de esto, y una vez metidas en situación, antes de sentarnos a hablar con los comerciales nos aclaramos mutuamente unos puntos básicos que, a partir de ese momento, serán la piedra filosofal de nuestro plan para testar la situación inmobiliaria actual. Primero, ya hemos hablado con los bancos y, gracias a unos pequeños ahorros que tenemos, estarían dispuestos a concedernos una hipoteca. Eso sí, el valor del piso no debe sobrepasar los 180.000 euros. Y segundo, aunque vamos a escriturarlo juntas, nos gustaría que tuviera dos habitaciones. ¿Estábamos acaso siendo unas ilusas?

Miniaturas a precio de oro

La primera, en la frente. "Uy, con ese dinero no tenéis ni para empezar", nos dice una comercial del grupo Procusan. "Ni nosotros, ni creo que el resto de las empresas que están aquí os ofrecerán dos dormitorios por menos de 240.000 euros. Eso sólo lo podréis encontrar en Seseña", afirma. Tiene para nosotras y nuestro presupuesto un dúplex de 29 metros cuadrados por 178.000 euros.

El piso piloto es para no perdérselo. Según nos abre la puerta de ese que podría ser nuestro futuro hogar, nos dimos de bruces con la cocina. Una especie de cuadrilátero enano que termina donde empieza el salón, situado justo debajo del rellano de las escaleras. "Aquí se aprovecha hasta las sobras", pensamos maliciosas. En la planta de arriba, el dormitorio. Sin más. Eso sí, el baño es generoso en dimensiones y nada tiene que envidiar al resto del cuarto. "Tenemos una oferta de descuento del 10% que arrastramos desde la feria inmobiliaria de Madrid", nos indica la mujer. "Pero está a punto de acabar. Quizás la semana que viene me dicen que ya no está vigente, aunque no sé la fecha exacta", nos explica incidiendo en el asunto pero sin precisar nada concreto. Unos días después, esta misma comercial contactó con nosotras por teléfono para ver qué habíamos decidido. "El descuento va a terminar en breve", añadió en una sutil forma de presionarnos.

Por supuesto que nosotras ya le habíamos dicho en su momento lo que pensábamos. El piso que nos propones es muy caro y, además, según se oye, los precios van a seguir bajando, le comentamos. "De eso nada, la caída ya ha tocado techo", nos afirmó de forma repetida tanto ella como el resto de los comerciales a los que visitamos esa mañana.

Claro, que hay que tener presente que decir que los pisos no bajarán más de valor forma parte de su trabajo como vendedores. De lo contrario, no podrían colocar los pisos que a muchas de estas inmobiliarias ya se les empiezan a acumular sin encontrar compradores. Y es que hay cosas que no se pueden negar, como que los bancos ya no conceden hipotecas con la ligereza de hace unos meses, y que la situación de incertidumbre económica actual ha frenado las ansias de los españoles por adquirir un piso. Ahora prefieren esperar y ver qué pasará.

Tasaciones y financiación

No obstante, para los valientes que siguen comprando pisos, las inmobiliarias ofrecen como vía de financiación la subrogación de la hipoteca con la promotora. "Ahora estamos trabajando con Banesto", nos decía una comercial, mientras otros hablaban de entidades como BBVA y La Caixa. Eso no era suficiente para calmar nuestras dudas. ¿Quién no está cansado de oír que los bancos no están subrogando las hipotecas? Más de un cliente ha pagado una reserva para adquirir una vivienda, ha abonado sus pagos mensuales y a la hora de escriturar... el banco no le da el préstamo y se queda con las manos vacías. "Con nosotros, no os ocurrirá", nos dicen los comerciales, que intentan calmar esas dudas. "Puedes tener problemas si tú eres quien pide el préstamo", nos explica la comercial de Procusan, que nos deja caer que si lo hacemos a través de la promotora, lograr el préstamo está chupao.

Esa explicación no nos satisface. Así que volvemos al ataque. Le transmitimos a la comercial nuestra desconfianza de que la tasación supere el precio de venta, lo que supondría un problema de financiación. Normalmente, los bancos te dan en concepto de préstamo el 80% del importe de la tasación. Ante nuestra sorpresa, la comercial se pone a la defensiva y con un tono nervioso nos comenta que la promotora está entregando pisos y las tasaciones superan los precios de venta. Volvemos a insistirle sobre nuestra tesis y ella sentencia: "Siempre, las tasaciones son mayores a los importes de venta".

Ante todo, morro, mucho morro. Viendo que la cosa no nos estaba yendo demasiado bien y que nuestros fondos eran insuficientes para comprar una mini casa, decidimos echarle un poco de cara. "Nos hará un descuento, ¿no?", le espetamos a otro de los comerciales que visitamos, esta vez de la inmobiliaria Pinar. "Bueno, primero tendréis que ver el piso", nos respondió defensivo mientras nos dirigíamos a ver la muestra piloto. Pues bien, antes de abrir la puerta del susodicho ya nos había contestado. "Está bien, os hacemos una rebaja de 12.000 euros, si os lo quedáis". Ahí queda eso.

Apretando las tuercas

Y bueno, ya puestas a pedir, optamos por apretarle las tuercas de nuevo, no fuera a ser que nos hiciera otra oferta más suculenta. La sorpresa, sin embargo, fue aún mayor.

Estos son los antecedentes: nos ofreció un piso de 50,8 metros cuadrados construidos y 38,5 útiles, y situado en la primera planta del bloque (que son siempre las más económicas). Consta de un dormitorio e incluye plaza de garaje y trastero, así como piscina en una zona común. Todo el pack por 235.900 euros.

"¡Nos encanta! Pero no, es casi imposible, no podemos permitírnoslo", le decimos casi al unísono al comercial. Le comentamos que tenemos un dinero ahorrado, que quizás con ello podíamos obtener alguna ventaja. Pero los 20.000 euros no son suficientes. "Si podéis conseguir entre 30.000 y 40.000 euros, puedo haceros un descuento de 4.000 euros". Es decir, sumados a los 12.000 euros iniciales, la rebaja que nos ofrecía ascendía a 16.000 euros.

Muy generoso. Pero, claro, aun así seguíamos teniendo cara de póquer. Demasiado dinero y poco presupuesto. "A ver, ¿cuánto estarías dispuestas a pagar?". La pregunta nos había caído como del cielo. "Pues unos 180.000 euros", le dijimos. "No, eso es muy poco", nos contestó de forma inmediata.

Unos minutos después se repitió el mismo escenario. De nuevo, el comercial nos hizo la misma pregunta, "pero esta vez una cifra más razonable", nos pidió. "Vale", le respondimos, "entonces, no más de 200.000 euros".

Le estábamos pidiendo que nos hiciera una rebaja nada menos que de 35.000 euros y su respuesta fue: "pasaré vuestra propuesta para que la estudien". Aunque todavía no hemos obtenido respuesta, el sólo hecho de que la tuvieran en consideración ya parece mucho. Pero, por si fuera poco, y como el mejor de los negociadores, el comercial también intentó convencernos de que compráramos el piso porque "nosotros podemos hacernos cargo del sistema eléctrico, amueblar el piso y otros servicios...". Propuesta que quedó en agua de borrajas "porque nuestro problema es de liquidez, el resto ya nos apañaremos como podamos", le dijimos.

Volvemos al ataque con la caída de las tasaciones y su vinculación con la financiación. Él repite lo mismo que su colega. "Las tasaciones de los pisos que se han entregado son más altas que el precio de venta, por eso no os preocupéis", afirma con un tono tranquilizador. En ese momento, las dos nos miramos con cara de incrédulas. ¿Cómo puede ser que el valor de los activos de las inmobiliarias esté cayendo y, según los comerciales, las tasaciones de esas propiedades siguen manteniéndose? A su juicio, son de obra nueva y están en un emplazamiento magnífico, a las afueras de Madrid.

¿Tres habitaciones?

Sin nada más que preguntar nos marchamos en busca de un piso que encaje en nuestro modesto presupuesto. Nuestra siguiente visita es Lubasa. Para sorpresa nuestra, la comercial nos comenta que no nos puede dar mucha información del proyecto que tiene la compañía en ese desarrollo urbanístico porque se está modificando. "¡Qué raro!", comentamos entre nosotras. Ella nos explica que se está estudiando cuántos pisos van a tener dos o tres habitaciones. Intentamos que nos dé algún detalle más y nos comenta que el precio de una casa con una habitación ronda los 260.000 euros. Nos miramos atónitas. Una reacción que ella percibe, así que lo justifica con que la zona donde está el edificio es inigualable, además de que cuenta con muchos servicios adicionales.

Sin perder la esperanza, tiramos el gancho para que nos haga una rebaja. "Los precios se han rebajado desde el pasado mes de abril. Han pasado de 347.000 euros a 260.000 euros", asegura de forma tajante. Es un 25% menos. Seguimos sin creernos que no se pueda lograr un descuento, así que volvemos al ataque y la respuesta de la comercial nos dejó sin palabras. "Estamos vendiendo a precio de coste. De hecho, se está perdiendo dinero, porque hay que sufragar esta caseta y también pagar a los empleados que trabajamos en ella. Por eso, argumenta, han dejado de contratar a comerciales" nos dice señalando a una de las mesas vacías. Ante nuestra cara de sorpresa, nos matiza que esta situación también la sufren la mayoría de la promotoras del centro comercial del Ensanche de Vallecas.

Ante estos argumentos, lo primero que se nos viene a la cabeza es qué negocio tan malo han hecho las compañías. Parece que la comercial nos ha leído la mente. Nos explica que el motivo de que los precios sean altos es que el terreno se pagó muy caro, por lo que "el promotor quiere recuperar ese dinero, lo cual implica perder dinero si asume el resto de gastos". Si los precios de una habitación están por las nubes, no queremos ni pensar en el de tres dormitorios. "Las casas con tres habitaciones no se venden porque no hay quien las pague", indica la comercial, que finalmente se apunta nuestro email para enviarnos la documentación del proyecto de Lubasa. Quince días después recibimos la propaganda donde, efectivamente, Lubasa vende casas de un dormitorio, con una superficie que oscila entre 40 y 50 metros cuadrados útiles. Todo por un precio desde 212.000 y 237.000 euros. No, no hay descuento. A esa cantidad hay que sumarle el 7% de IVA.

Tras varias horas en busca de un piso, nos marchamos un poco decepcionadas. Los precios no se ajustan a nuestro presupuesto pero percibimos que el comprador se ha convertido en el rey de la caseta. Los comerciales utilizan mil fórmulas para atrapar a los clientes que cuentan con unos ahorrillos. En ese momento, entra en juego la astucia de negociar del cliente y la necesidad del vendedor.

Los comentarios de los lectores, quedan por cuenta de quien quiera tentar el humor del comprador...

domingo, agosto 24, 2008

Innovación en el agro

Ya comentado antes, un artículo de Juan Pablo Dalmasso enumera varios casos de adopción de tecnología avanzada en el campo en Argentina, Chile y otros países latinoamericanos. Particularmente en el caso argentino, el comentario destaca el carácter innovador que han asumido productores y empresas, que está cambiando la producción agraria del país, y que ha sido factor fundamental en la gran crisis atravesada en los últimos meses. Un aspecto importante es la actividad del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), una de las instituciones oficiales que más valor a forjado a través de toda su existencia. Qué dice Dalmasso:

La primera semana de octubre de 2007, en Manfredi, un poblado de la pampa argentina a menos de 80 kilómetros de la ciudad de Córdoba, un puñado de productores agropecuarios estaban extasiados con lo que veían. Un tractor tiraba una sembradora que distribuía semillas de maíz y fertilizantes según los planes cargados en la computadora de a bordo. El maquinista no conducía. Observaba el proceso parado fuera de la cabina sólo por seguridad. El trabajo estaba a cargo del piloto automático. Desde los bordes del predio, los técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) hacían lo propio mediante una computadora conectada por internet inalámbrica. Símbolo de los tiempos, otro recibía la información en el celular.

El evento pudo haber sido experimental, pero, para sorpresa de muchos, sólo era una muestra más de la incorporación de electrónica, informática y comunicaciones al campo, que está transformando siembras y cosechas en procesos robotizados que dan envidia a más de un industrial citadino.

“Hoy la tecnología permite eliminar casi todas las ineficiencias y se ha transformado en un camino sin retorno”, asegura el argentino Mario Bragachini, conductor del experimento y coordinador del programa de agricultura y máquinas precisas del INTA. “El rendimiento dependerá del caso, pero en un agro competitivo, no subsidiado; dado el costo del suelo, una mejora del 5% puede significar mantenerse en el juego o quedar fuera de él”, enfatiza, por si quedan dudas en el entorno de negocios gauchesco.

En ese marco, la pampa atestigua al sur del Río Bravo la mayor adopción de la denominada agricultura de precisión, ciberagriculura, o e-agricultura, llegando a cubrir el 25% de su superficie sembrada y el 14% de las cosechadoras, y superando a competidores como Australia. Y si bien la conjunción de equipamientos como el exhibido en Manfredi aún es privativa de productores o contratistas de vanguardia y escala, un abanico creciente de dispositivos permite corregir la producción campaña tras campaña.

¿Lo básico? Los contadores de lo recolectado por las cosechadoras, unidos a la información de GPS, permiten elaborar mapas de rendimiento que, contrastados con muestreos de suelo, permiten ejecutar correcciones, como ahorrar fertilizantes o agregar donde sean más aprovechables. Sembradoras o pulverizadoras de herbicidas y fertilizantes premunidas de receptores satelitales y aplicadores variables hacen del seguimiento del mapeo algo tan ajustado como el disparo de un misil. En la otra punta, lectores de proteínas y humedad permiten el acopio diferenciado o suspender una cosecha hasta un mejor momento, y obtener un precio 10% o 15% mayor, gracias a una mejor calidad.

¿Lo último? Tecnología propia de la minería, como los georradares, para hacer un mapa del subsuelo sin palas en mano; lectores de clorofila o de masa verde para dosificar agroquímicos justo sobre el blanco; torres de control para guiar una docena de vehículos marchando simultáneamente con piloto automático, amén de equipos de seguimiento remoto de faena por internet a kilómetros del lugar.

Dalmasso enumera otros casos en Chile y Brasil. En Chile, el esfuerzo por tecnificar es vital, dadas las condiciones adversas del suelo en buena parte del territorio:
Incluso los cultivos perennes se han subido a la ola de precisión. De eso pueden dar fe en Chile, líder en ese tipo de cultivos, con 60% de los viñedos de exportación bajo sistemas de precisión. “Sólo que en vez de rendimientos, el objetivo es la calidad del vino producto del viñedo y el menú tecnológico es distinto por ser cosechas que se hacen a mano”, comenta Stanley Best, investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de ese país.

Mediante fotografías espectrales cuyo costo oscila entre US$ 5 y US$ 8 por hectárea, los viñateros identifican zonas de desarrollo vegetal homogéneo dentro de cada finca. Cada una forma un terroir digital que recibirá su propia estrategia de riego, fertilización y cosecha. Envalentonados por la caída de los costos en los dispositivos electrónicos, en algunos casos también aplican sensores remotos para monitorear clima y suelo, u otros portátiles, como pistolas que, emisión de energía mediante, miden la composición molecular del fruto para determinar su calidad.

Parafernalia en mano, no les está yendo nada mal “En las fincas más pequeñas hemos observado mejoras de rentabilidad del 100%. En las mayores, que ya estaban más avanzadas, oscilan en torno al 20%”, asegura Stanley Best.

En Brasil, Dalmasso menciona un caso basado en soporte institucional, apoyando la mejora de producción de minifundistas, un problema de amplias zonas campesinas del país:
Al menos ésa fue la estrategia [un paraguas institucional que brinde, además de un empujón, una escala viable para la adopción tecnológica] del programa E-farms de la brasileña Universidad de Campinas. Se asoció a Cooxupé, la mayor cooperativa cafetera del mundo, donde el 98% de sus socios son minifundistas tan pequeños “que una imagen satelital no sirve para analizar cada hacienda por separado”, dice Claudia Bauzar Madeiros, coordinadora del programa. Para solucionar ese problema, el programa extenderá una red de sensores que trasmitirán sobre redes WiFi unidas por una red mayor bajo el estándar WiMax “para reducir costos”, amén de poder brindar servicios como acceso a internet a socios y escuelas de la zona. Desde el punto de vista productivo, la red permitirá la interacción entre productores para la alerta temprana de incidentes como heladas. “Pero la recolección de datos sólo tiene sentido con la cooperativa atrás”, subraya Madeiros. “Es la cooperativa la que cuenta con los expertos para diagnosticar sobre los datos y asesorar al productor”, explica.

sábado, agosto 23, 2008

Primer paseo por Cullera


En el único día nublado de agosto, viajamos a explorar Cullera. La habíamos visto del revés, pasando con el tren hacia Gandía. Esta vez fuimos por la ruta de la costa, entrando por el faro. La pequeña ciudad (alrededor de 22000 habitantes permanentes) es una sorpresa: construída bordeando la montaña, contra la costa, con un cabo que encierra una pequeña bahía que permite ver la costa hacia el sur, y calles bordeadas de pinos (los pinos de Roma de Raspighi).
Una vez más, a 38 kilómetros de Valencia, cada palmo de territorio tiene una historia que desaparece en el neolítico. Esto es lo que tomo de uno de los breves resúmenes más o menos turísticos que hay a mano:
La montaña de Cullera ha sido habitada desde tiempos inmemoriales por el hombre.Su origen se puede remontar al Paleolítico Superior como queda constancia en los diferentes yacimientos arqueológicos entre los que destaca la " Cova del Volcán del Faro"
Del periodo romano cabe destacar el importante yacimiento de L'Illeta dels Pensaments, hoy desaparecido bajo una inmensa mole de apartamentos y cuya constancia material se halla en el Museo arqueológico Municipal.
Uno de los periodos más florecientes de la Historia de Cullera se da durante la dominación Musulmana producto de la cual son, entre otras muchas cosas, el nombre de la ciudad (Culla = cumbre; Aira = tamaño) y el conjunto de torres que se esparcen, medio derruidas por el paso del tiempo, en las laderas del monte. En 1.235, Jaime 1, vio estrellarse contra las citadas torres el intento de tomar Cullera, cosa que conseguiría de forma no violenta cinco años después, tras la conquista de Valencia. En 1.247, los moros de toda la comarca se sublevaron contra el poder real y se apoderaron de la fortaleza. Como consecuencia, el Rey ordenó su expulsión, concluyendo la época de presencia islámica en la Ribera.
Diversos hechos de armas acontecieron en Cullera durante la Edad Media, entre los que cabe destacar la toma de la fortaleza por las tropas de Pedro de Castilla en sus luchas contra Pedro de Aragón. Mención especial habrá que hacer a la constante actividad de los piratas berberiscos en el litoral de Cullera, con ataques a la población; el más recordado de los cuales es el que en 1.550 perpetr6 el temido Dragut; desapareciendo, pasto de las 1lamas, gran parte del archivo Municipal. Felipe II, deseoso de eliminar el problema, hizo construir un conjunto de torres defensivas de las que pervive la " Torre Marenyet".
Las fotos están tomadas con el móvil. Ya iremos mejor provistos.

viernes, agosto 15, 2008

En el país de nunca jamás

Estos últimos días pasados han sido de los peores para Argentina en cuanto a su evolución futura: en un momento de declinación de valores de sus exportaciones, en medio del conflicto por el manejo del resultado económico de su buen ciclo agrario, saltan más a la vista los débiles fundamentos de su economía. Algo inentendible si se revisan los números más conocidos: crecimiento contínuo del producto bruto por años, fuertes exportaciones, buen nivel de reservas...Sin embargo, la mala administración, que llevó a un crecimiento no reconocido de la inflación, y que forzó a vivir en la ilusión de índices que discurren fuera de la realidad, ha hecho saltar todos los diques.
¿Qué hace que un país que debiera estar bien, esté nuevamente al borde del desastre? ¿O es que nunca estuvo "tan bien"?
Quizá por aquí debiera comenzarse: la crisis de 2001/2002 produjo una quiebra de patrimonio monumental, sólo rescatada por un buen ciclo agrario, y cambio de moneda favorable. Un cambio favorable que de todas maneras fue el causante de la destrucción de patrimonio económico y social, en una escala quizá nunca vista antes. La segunda línea de problemas nacidas aquí fue la destrucción del crédito, interno y externo. Argentina sigue operando al contado, y pagando tasas de país africano para obtener fondos. La tercera línea de problemas fue la pérdida de empresas: hoy las primeras empresas del país son extranjeras, sean brasileras, mexicanas, europeas, asiáticas o norteamericanas. El capital nacional aparece diluído, en jóvenes emprendimientos navegando en un mar hostil.
En un país con este escenario, opera una administración setentista, con arrogancias de una izquierda que hace tres décadas debiera retirarse de la historia, tratando de gobernar un país inexistente con ideas (¿con ideas?) que sólo funcionan en sus cabezas. Una administración que pretende que el mundo funcione según sus pensamientos. Gestionar mal va acumulando un costo que hunde más las posibilidades futuras del país. Un hecho simple, pretender ocultar el crecimiento de la inflación, está empujando al país a un futuro crack financiero, sin que se intente detenerlo. Argentina marcha a un nuevo desastre, con el convencimiento de que Dios es Argentino...
Dos o tres "signos de los tiempos": la crisis catalizada por la venta de títulos a Venezuela, explicada por Ulrich; la utilización irregular de fondos de financiación, ante las dificultades para obtener crédito; el impacto en la calificación de riesgo país (1 y 2).

martes, agosto 12, 2008

Commodities latinoamericanas cuesta abajo?

Desde hace algún tiempo, ha comenzado una persistente baja de los precios de commodities: cobre, petróleo, soja, son algunos de los valores que han bajado de manera pronunciada. Parece haber terminado la ilusión de que "la crisis sólo afecta a los países centrales". No es probable que los países periféricos, dependientes de sus materias primas, puedan escapar al ciclo económico, así como tampoco quizá lo hagan los gigantes emergentes, China e India, porque buena parte de su crecimiento está basado en su intercambio con el mundo desarrollado. Más globalizado que nunca, un fallo en el centro se debe propagar.
Dos artículos recientes (en América Economía) toman aspectos de este nuevo escenario: el cambio de tendencia del dólar, y la caída generalizada de bolsas emergentes.
Sobre el dólar:

Las monedas de América Latina enfrentarán esta semana un panorama negativo presionadas por la fortaleza del dólar y su impacto en los precios de las materias primas, mientras los mercados estarán pendientes de las decisiones de política monetaria en México, Chile y Colombia.

Las divisas de la región se anotaron la semana pasada fuertes pérdidas ante el resurgir del dólar, que cerró a máximos de cinco meses, y por temores a que la desaceleración de Estados Unidos se contagie a otras economías afectando a la demanda global de materias primas.

"Todo parece indicar que el dólar va continuar su ganancia contra el euro y el yen, y eso afectará negativamente a las monedas latinas," dijo Pedro Tuesta, analista para América Latina de la firma 4Cast en Nueva York.

Analistas dijeron que los datos de inflación y ventas al por menor que se conocerán esta semana en Estados Unidos podrían respaldar una mayor apreciación del billete verde, lo que conllevaría un peor comportamiento de las monedas regionales luego de las fuertes ganancias logradas en el primer semestre.

A medida que el dólar se revalorice el precio de las materias primas sufrirá, lo que aumentaría las preocupaciones sobre el crecimiento económico en Latinoamérica.

Sobre el precio de las materias primas:

Las bolsas de América Latina se desplomaron este lunes, presionadas por un derrumbe de los precios de las materias primas, un sostén de la región que se vio golpeado por un aumento de los inventarios y por temores sobre la salud de la economía de Estados Unidos.

Las bolsas de Brasil y México, las dos más grandes de la región, se hundieron a su menor nivel en siete y seis meses, respectivamente, mientras que la plaza bursátil argentina tocó su nivel más bajo en casi dos años.

(...) Los precios de los metales bajaron con fuerza debido a que un aumento de los inventarios en la Bolsa de Metales de Londres reforzó las preocupaciones en que una desaceleración económica podría golpear a la demanda.

El cobre se hundió a su menor nivel en seis meses, mientras que el aluminio retrocedió un 3% y el zinc cayó un 4%.

Por su parte, el petróleo bajó a un mínimo de tres meses, presionado por la evidencia de un aumento de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), en medio de una demanda más débil. El crudo cerró a US$ 121,41 dólares, tras haber caído hasta US$ 119,5 dólares.

(...) La bolsa argentina también cayó por el desfavorable contexto de los mercados externos. El índice líder Merval de Buenos Aires se hundió un 3,78%, a su mínimo desde inicios de noviembre del 2006.

El aumento en la aversión al riesgo y ventas sobre acciones vinculadas a las materias primas se sumaron a la incertidumbre reinante sobre la salud de la economía de Estados Unidos. Fue la mayor caída diaria del índice Merval de Buenos Aires desde enero último.

"No ayudó para nada el fuerte derrumbe de la materias primas, que afectó a una vasta serie de papeles desde el inicio de la rueda. Los mercados globales estuvieron a la baja," dijo Francis co Marra, operador de Bull Markets Brokers Sociedad de Bolsa.

Nuevamente, quienes mayor diversificación de sus recursos económicos hayan logrado, mejores condiciones encontrarán. Y quienes hayan confiado en la bonanza de un ciclo, verán problemas no deseados.