domingo, octubre 24, 2010

China encuentra resistencias...

El mercado global actual tiene un gran protagonista: China. Su crecimiento absorbe recursos de todo Occidente, e hizo que se convirtiera en una tentación para grandes y medianas empresas del mundo: convertida en una factoría internacional, prometía grandes ganancias para todos los participantes. Sin embargo, esto es un ciclo, y donde uno gana, otro pierde: la corrida de empresas hacia el mercado asiático trajo mejores precios a Occidente, pero también desequilibrio en la balanza comercial y en la relación de monedas, y, más aún, en las condiciones de vida de la sociedad occidental. La crisis laboral norteamericana terminó presionando sobre sus políticos, que han descubierto que existe una relación entre su desempleo y el crecimiento asiático. Así, las reiteradas convocatorias a que China revaluara su moneda, han desembocado en su estrategia unilateral de dejar caer su moneda, y forzar en los hechos a los chinos a repensar sus estrategias.
A propósito de ésto, Alejandro Rebossio escribe un clarificador artículo en La Nación de Argentina:
Guerra de monedas: un juego de poder que definirá el nuevo orden económico mundial
CHENGDU, China.- "Las personas del Partido Comunista tienen que trabajar más activamente", dice un cartel rojo impecable, con letras chinas amarillas e ilustrado con la hoz y el martillo del PC, en la fábrica de turbinas de generación eléctrica de Dongfang Electric Machinery, una empresa de Deyang (sudoeste de China) que factura US$ 1000 millones anuales, un tercio de ellos en el resto de Asia, Europa, Africa y América. Debajo del cartel, un rotor como los que se instalaron en la segunda hidroeléctrica más grande del mundo, la de las Tres Gargantas, en China, y unos empleados de mameluco azul y casco amarillo. El salario mínimo de los obreros de Dongfang es de $ 771 mensuales y el promedio de todos los empleados, $ 1978. En una industria pesada como esta, la mano de obra no pesa tanto en los costos totales, pero igualmente una apreciación mayor del yuan podría perjudicarla. "Ya nos afectó cuando en junio se eliminó el tipo de cambio fijo con el dólar, pero no tanto porque la mayoría de las materias primas vienen de afuera", comenta uno de los vicepresidentes de la empresa. "Por supuesto que si el dólar se aprecia mucho, eso afectará nuestros ingresos, porque afectaría nuestra competitividad en los mercados externos", añadió.
(...)
Estados Unidos, que acusa desde hace años a China de mantener subvaluada su moneda para estimular sus exportaciones y, por ende, el empleo, ha dejado depreciar el dólar para competir mejor y evitar así una recaída de su economía. Otros países no han querido quedarse atrás y han adoptado medidas para depreciar también sus billetes. Tales son los casos de Japón, Brasil, Corea del Sur, Taiwan, Malasia, Tailandia, Filipinas, Suiza, Reino Unido, Colombia y Perú. El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, fue quien le puso nombre al fenómeno: "guerra de monedas". No sería una guerra por quién es el más fuerte, sino por quién cuenta con la moneda más débil.
Los países ya libraron una guerra de monedas en la Gran Depresión de los años 30. A las devaluaciones competitivas para alentar la exportación y desincentivar la importación se les llamó políticas para "empobrecer al vecino" y terminaron derivando en un aumento tal del proteccionismo que la economía global se hundió aún más.
Aquel recuerdo ha vuelto en la actual Gran Recesión, no tan nociva como la de los 30, pero de la que los países desarrollados apenas están saliendo a ritmo anémico y con un desempleo desolador. Por eso es que EE.UU., Japón o el Reino Unido buscan devaluaciones competitivas que los emparejen un poco con las naciones emergentes, que se recuperan en forma vigorosa.
Pero muchos países en vías de desarrollo tampoco quieren verse perjudicados por una sobrevaluación de sus monedas. En la Argentina, el ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que el país no participará de esta guerra. Pero si el peso sigue estable frente al dólar irá acompañando su depreciación y evitando el encarecimiento que la llegada de capitales está provocando a todos los mercados emergentes, pese a los controles de capitales. Sucede que como EE.UU., Japón y el Reino Unido han bajado a casi cero sus tasas de interés para alentar el crecimiento (la eurozona no, porque está más preocupada por la inflación), los inversores buscan mejores rendimientos en países en vías de desarrollo, que entonces ven que sus monedas se aprecian y terminan por adoptar controles de capitales o sus bancos centrales compran divisas.
"La recuperación heterogénea entre los países ricos y los emergentes impide la normalización monetaria", opina Osvaldo Ramos, director de Comercio Internacional de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y uno de los panelistas de la primera cumbre empresarial entre esta región y China, que organizó el jueves y viernes en Chengdu el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"Hay un estímulo al ingreso de capitales a nuestra región, que puede ser excesivo y desordenado. Nuestros países necesitan controles de capitales, porque la apreciación excesiva de la moneda desalienta la competitividad, estimula el déficit de cuenta corriente y desalienta la diversificación de las exportaciones, concentradas en materias primas", advierte Rosales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que durante décadas predicó contra los controles de capitales, ahora los defiende con la fe del converso. Tenía planeada una reunión de presidentes de bancos centrales de Asia el pasado lunes en Shanghai, pero unos días antes invitó a los homólogos del resto del mundo a propósito de la guerra de divisas, un fenómeno que como tal fue negado por su director gerente, Dominique Strauss-Kahn, y el secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner.
Strauss-Kahn admitió que los controles de capitales podían servir, pero también sugirió la baja de la tasa de interés -una medida que países como Brasil rechazan porque están preocupados por su inflación, aunque no sea de dos dígitos, como la de la Argentina-, la acumulación de las reservas -al estilo de los Kirchner, mediante la compra de los dólares que ingresan en el país- o un ajuste de la política fiscal.
El jefe del FMI advirtió sobre la falta de cooperación entre los países para afrontar lo que ha dejado la crisis mundial. De hecho, hace dos semanas, en la asamblea anual del FMI, nadie se puso de acuerdo ante la incipiente guerra de monedas. "El espíritu de cooperación debe mantenerse. Sin él, la recuperación está en peligro", advirtió en Shanghai.
El G-20, el grupo de potencias ricas y en vías de desarrollo creado a fines de los 90 para afrontar problemas financieros mundiales (la Argentina pertenece a él desde entonces, cuando era un supuesto ejemplo de mercado emergente), ha ido perdiendo el ímpetu reformista con el que había empezado a domar el estallido bancario de 2008, pero ahora deberá calmar los alistamientos para la guerra de monedas. Hasta ayer y durante dos días, los ministros de Economía del G-20 (incluido Boudou) participaron en Gyeongju, Corea del Sur, de la reunión preparatoria de la cumbre presidencial que se celebrará el 21 y el 22 de noviembre en Seúl.
Un reclamo con historia Desde hace años, China, que el año pasado se convirtió en la segunda economía mundial, recibe cuestionamientos de la número uno, EE.UU., por el yuan subvaluado por lo menos 20% y que deriva en un elevado superávit de cuenta corriente (sobre todo, comercial) del gigante asiático y en un déficit del mismo concepto de la superpotencia.
Pero el reclamo contra China, al que se ha sumado también la Unión Europea, se ha colado en la campaña para las elecciones legislativas norteamericanas del próximo 2 de noviembre. Ante el elevado desempleo que promete castigar en las urnas a los demócratas del presidente Barack Obama, sus diputados han impulsado un proyecto de ley que permite imponer barreras a productos de países con monedas devaluadas. Con el voto de muchos republicanos, la iniciativa recibió media sanción. Hay datos que demuestran que EE.UU. ha perdido empleos en los sectores en los que las exportaciones chinas aumentaron más, como laptops , monitores y celulares, según un informe del banco JP Morgan.
Al día siguiente de las elecciones, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) estadounidense decidirá el aumento de la relajación monetaria. Así lo viene prenunciando en las últimas semanas, lo que ha llevado a un deterioro del dólar en los mercados y a la consiguiente apreciación de las materias primas (que cotizan en dólares), desde el oro (habitual refugio ante la inestabilidad financiera) hasta el petróleo, los minerales y los granos, como la soja y el maíz.
La relajación monetaria de EE.UU. también abarata su deuda, nominada en dólares, y cuyo principal tenedor es China. Este país usa las reservas que acumula para comprar los confiables bonos del Tesoro norteamericano y, de paso, sigue devaluando así el yuan.
"No nos sigan presionando con lo del valor del yuan", dijo el primer ministro de China, Wen Jiabao, en una reciente visita a Bruselas. "Los márgenes de ganancias de nuestras empresas exportadoras son muy pequeños y pueden desaparecer si se gravan nuestros productos, tal como amenazan los estadounidenses. Si China entra en una turbulencia económica y social, será un desastre para el mundo", añadió Wen.

martes, octubre 19, 2010

Vicente Luis Simó Santonja: apuntes de la lengua y la historia


Entre Cataluña y la Comunidad Valenciana existe una disputa que arrastra alrededor de un siglo, sobre el orígen de la lengua valenciana. Una discusión exacerbada a través del siglo XX, que por el lado catalanista está inscripta en sus aspiraciones de conformar una "nación" separada, y por supuesto, liderada por ellos mismos...Así como en el interior de Cataluña este "ismo" ha llevado a posiciones intolerantes, de esta misma manera se proyecta sobre la lengua y la historia de la sociedad valenciana, desacreditando y silenciando aquellas afirmaciones que no coincidan con su modelo de la historia y la evolución de su límite sur.
Por eso, resulta de particular interés el trabajo de Vicente Luis Simó Santonja, actual presidente de la Real Academia de la Lengua Valenciana. Simó Santonja ha desarrollado un gran trabajo de investigación sobre la historia del Reino de Valencia, y muchos de sus resultados van en contra de las afirmaciones de una dependencia entre las dos lenguas.
La tesis central de Simó Santonja es que ambas regiones (como otras) provienen del orígen común ibero-hispano-romano, que ambas (como otras) evolucionaron las lenguas locales a través de la unificación romana y visigoda, y que la larga presencia musulmana no hizo desaparecer la lengua romance local, sino que la condicionó, persistiendo como habla vulgar. De esta forma, el valenciano, con tantos puntos en común con el catalán, no proviene de éste, sino que evoluciona junto a él bajo la dominación musulmana, constituyendo la lengua diaria hablada en el reino a la época de la conquista: una lengua con puntos en común con las restantes lenguas romances extendidas a través de toda la región.
Simó Santonja discute un gran número de fuentes, sacando de su análisis las razones de su afirmación. Uno de los puntos que cuestiona es la afirmación de que la lengua catalana entra a Valencia con la conquista del rey Jaime I para convertirse en el habla del reino. Recurriendo al libro del Repartimiento (el protocolo del rey Jaime que formaliza la distribución de tierras a los conquistadores) y otras fuentes notariales, históricas o literarias, afirma que la presencia catalana no fue tan importante como dice la literatura catalanista, que la lengua aparece registrada tanto antes como en zonas donde no registran su presencia, y que es patente la paradoja de que está cruzado el uso de la lengua en zonas de mayoría aragonesa, navarra o catalana.Razonablemente, sostiene que los mozárabes (la antigua población dominada por las distintas dinastías musulmanas durante el califato y los reinos de taifas) adoptaron oficialmente la religión y prácticas sociales y civiles musulmanas, pero que la lengua romance nativa persistió en el habla informal. Más aún, sostiene (con elementos de prueba), que los mismos invasores progresivamente se vieron forzados a expresarse en la lengua romance. Esta afirmación, en cierto modo a la literatura predominante, tiene mucho más sentido común sin embargo, especialmente si consideramos que siempre la población asiática o africana nativa fue una minoría, sumergida en una sociedad mucho más numerosa arraigada en la tierra desde siempre.
Las hipótesis de Simó Santonja son más numerosas, iluminadoras y controversiales. Espero que su trabajo tenga la atención que se merece, frente a otras posiciones que suenan tendenciosas. Volveremos sobre esto.

La imágen: En Wikipedia, primera edición (en castellano) de Tirant lo Blanch, de Joanot Martorell

lunes, octubre 18, 2010

Nacionalismo catalán en caída libre

En El País, un pequeño recorte sin importancia....La crisis política crece en España, y las pretensiones independentistas catalanas ya van camino de ser noticia de tercera importancia: sólo a la minoría política catalanista le importa esto. La nota, sin firma:
Ni la cercanía de las elecciones autonómicas en Cataluña ni el todavía reciente recorte del Estatuto por parte del Tribunal Constitucional motivaron ayer a los ciudadanos a participar en la consulta independentista -sin valor legal alguno- que se celebró en Tarragona y otras cinco localidades catalanas. Solo un 6,5% de los llamados a votar por la plataforma de entidades independentistas respondió a la convocatoria. Y eso que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y los dos nuevos partidos independentistas que aspiran a hacerse un hueco en el Parlamento autónomo se emplearon a fondo. En anteriores consultas había votado hasta el 27% de la población.
En Tarragona votaron el 5% de los mayores de 16 años empadronados en el municipio. Uno de los que lo hicieron fue el vicepresidente del Gobierno catalán y defenestrado líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira. Este admitió que la consulta de ayer tiene poca relevancia, pero volvió a llamar a que los catalanes planteen un órdago a España y convoquen una consulta vinculante en 2014, justo cuando se cumplirán 300 años de la caída de Barcelona ante las tropas borbónicas y de los decretos de Nueva Planta.
ERC aprovechó la consulta de ayer para lanzar un nuevo desafío a sus socios de gobierno del Partit dels Socialistes (PSC). Las urnas de votación de Rubí (Vallès Occidental) eran las mismas que el 28 de noviembre utilizará el Departamento de Gobernación de la Generalitat para la votación en unas elecciones oficiales. Fue este departamento, en manos del republicano Jordi Ausàs, el que prestó las urnas a espaldas del presidente de la Generalitat, José Montilla. La utilización de medios públicos para realizar esta consulta privada ha indignado al PSC, pero Montilla no ha hecho nada para impedirlo. Su entorno considera que habría sido peor para la imagen del tripartito que los Mossos d'Esquadra hubiesen intervenido en algo que consideran banal y otra "jugarreta" de ERC en vísperas electorales. La que ayer apenas se dejó ver en las consultas fue Convergència Democràtica (CDC), muy activa en otras contiendas y que ahora, en vísperas de las autonómicas, ha aparcado el discurso más soberanista.

domingo, octubre 17, 2010

La lección chilena




Tanto en el incidente de la mina San José, como en el mucho más grave de la catástrofe nacional que significó el terremoto de este año, lo que se puede observar es una sociedad solidaria y con una voluntad de hierro para salir adelante. Y también, voluntad y capacidad para prevenir y para aprender de sus calamidades. Así lo ve Fernando Laborda (La Nación, 17 de octubre), cuyas observaciones comparto, prescindiendo de las referencias -obvias- comparativas con Argentina:
(...) Chile nos acaba de dar un ejemplo de unidad en la acción, trabajo en equipo, conducción en medio de una crisis, entereza en la adversidad, constancia y, por sobre todo, profundo respeto por el valor de la vida.
Ha brindado un ejemplo contundente de cómo convertir un episodio desafortunado, no exento de negligencia, incompetencia y probablemente corrupción, en una brillante oportunidad para exhibir ante el mundo lo mejor de los chilenos.
(...) Nada de eso hubiera sido factible sin voluntad política y sin esa concordia entre sus dirigentes, tan extraña para los argentinos. Tampoco hubiera sido posible sin un presidente concentrado en las cosas concretas, en las soluciones puntuales a problemas puntuales, que no precisan prolongados debates ideológicos a los cuales son tan afectos otros mandatarios de la región.
El rescate de los mineros resultó exitoso porque no apostó a la magia, sino a la acción responsable y eficaz: se consultó y se puso a trabajar a los mejores; se importó el equipamiento adecuado; se respetaron todos los protocolos de seguridad; se trabajó sin prisa, pero sin descanso, y se unió a todo el país detrás de un propósito. Así, antes de lo pensado, se cumplió el objetivo.
Chile nos ha demostrado que el verdadero progresismo no pasa por ser de izquierda o de derecha, esa forma de hemiplejia moral que Ortega y Gasset asociaba con la imbecilidad.
El verdadero progresismo pasa por la eficiencia. Ser progresista hoy significa lograr consensos para edificar políticas de Estado al margen de mezquinas diferencias ideológicas o de estériles polémicas en torno de un pasado que a veces coarta la visión del futuro.
En un contexto dramático, donde llegar a lograr la unidad de voluntad no fue simple, el liderazgo en el interior de la mina y en el exterior,  obró en el sentido correcto. Me uno a los que desearían ver este ejemplo aplicado en su país.

Las fotos: publicadas en La Nación del 12 de octubre de 2010.

martes, octubre 12, 2010

Educación y futuro en España

El Confidencial de hoy reproduce un artículo firmado por Florentino Felgueroso y Luis Garicano que fuera publicado primero en su blog Nada es Gratis. Ambos autores, junto a Sergi Jiménez han dedicado un par de artículos a educación y trabajo en España, que hablan de una situación preocupante, especialmente teniendo en cuenta la crisis productiva de la que se parte, de cara al futuro próximo. En estos días han sido varias las observaciones que activan señales de alarma para los años adelante...
En un mundo dominado por las tecnologías de la información y en el que muchos procesos productivos menos avanzados se deslocalizarán hacia países en desarrollo, la formación adquiere cada día más importancia. De acuerdo con datos recientes de Eurostat, uno de cada tres jóvenes españoles de 18 a 24  años abandona el sistema educativo sin conseguir un título de enseñanza secundaria post-obligatoria, es decir, 1 millón de jóvenes. De los 33 países miembros de la Unión Europea y candidatos, sólo Turquía y Malta tienen una mayor proporción de jóvenes sin estudios secundarios y fuera del sistema educativo.

Los datos no han mejorado en 15 años

A mediados de los 90, una tercera parte de los jóvenes españoles abandonaba sus estudios. Desde entonces, ninguna mejora, aunque el resto de países europeos han experimentado un notable avance en esta materia.  Las últimas estadísticas, correspondientes al año 2009, muestran que Turquía ha reducido su diferencial con España a la mitad en los últimos diez años. Si no se toman medidas al respecto en breve habrá convergido y España será definitivamente la última de la clase. Portugal ya nos ha alcanzado, cuando al inicio de esta década le sacábamos quince puntos. Es más, España casi dobla a quienes tiene por delante y, entre los más avanzados, están países como Croacia, Polonia, Eslovaquia o  la República Checa.

Los resultados no se deben al número de emigrantes

Algunas teorías se han apoyado en el efecto de la inmigración, con la llegada de una población extranjera menos formada y con una mayor tasa de abandono. Pero esta no parece ser razón suficiente. Todo lo contrario, es precisamente en este colectivo en el que sí se ha observado una reducción mayor del abandono. Aunque este cambio bien pudiera ser debido simplemente al frenazo en la llegada de inmigrantes o que el retorno se haya concentrado en personas con mayor propensión al abandono escolar o menor nivel educativo.

Además, ni siquiera la crisis ha empujado a los jóvenes a las aulas

Durante la fase expansiva, se pudo achacar el abandono escolar al tirón de sectores como la construcción, que pudieron absorber con salarios atractivos y trabajo a destajo a jóvenes que no necesitaban una iniciación profesional previa. Sin embargo, ya han pasado tres años desde que estalló la crisis y sí, habrá aumentado el número de matriculados, pero no lo suficiente para concluir que, gracias a la recesión, se esté produciendo un cambio notable de tendencia. El país sigue prácticamente en las mismas (ver el Gráfico 3 arriba).

Hay lugar para cierto optimismo en un informe publicado recientemente el Ministerio de Educación que recoge un avance de los datos del curso escolar. Según dichos datos, la proporción de estudiantes en Bachillerato ha aumentado en un 1,4% y en FP de grado medio un 6,4%. Este crecimiento parece claramente relacionado con la crisis, pero no posee la magnitud necesaria para solucionar el problema.

750.000 jóvenes, ni estudian ni trabajan

Y no es porque los jóvenes estén trabajando. No. Como muestra el gráfico cuatro, de los 3,5 millones (3.493.992) de jóvenes entre 18 y 24 que residen en España, 750.000 ni estudian ni trabajan, frente a 500.000 en el año 2005. El gráfico muestra otra realidad preocupante, que tiene poco que ver con la crisis: la pirámide demográfica invertida muestra sus preocupantes efectos, al pasar los jóvenes de 3,9 millones a 3,5 millones. Juntando los dos efectos, la caída de la participación y la caída demográfica, la cifra de jóvenes que estudian o trabajan se ha reducido en cinco años en 636.000.

La ESO no es suficiente
Y sí, las tasas de matriculación han aumentado, en especial entre los jóvenes de 16-17 años, pero la tasa de abandono entre los 18 y los 24 parece mantenerse prácticamente inalterable, sugiriendo que estos estudiantes no vuelven a la escuela. Así, la crisis multiplica el tamaño del grupo de jóvenes sin estudios secundarios post-obligatorios que ni estudian ni trabajan. Esta proporción ya alcanza el 30% entre los jóvenes de 18 a 20 años y el 40% entre los de 21-24 años con dicho nivel de estudios. Quizás sea uno de los indicadores más alarmantes de esta crisis, señal de que las cosas están cambiando muy poco. El “cambio de modelo productivo” va para largo.
La población 18 a 24 años que no han conseguido o no ha ido más allá del título de Enseñanza Secundaria Obligatoria va a encontrar difícil adaptarse a la economía del conocimiento. Este grupo se compone de 1,6m de personas, de los cuales 1 m no está estudiando, y de estos 540,000 ni estudian ni trabajan. Del millón que no estudian sólo el 52% tiene el título de ESO y sólo un 1.7% ha recibido una iniciación de formación para una profesión (ya sea vía Garantía social, Programas de iniciación profesional u otros programas de inserción profesional no reglada). Los datos también ponen en evidencia lo exigua que es la formación no reglada, principalmente la formación ocupacional: sólo asisten a la misma el 10% de este colectivo.

Conclusión: la FP, el reto eterno del nuevo modelo económico.
En definitiva, los datos asustan, por su magnitud, y sobre todo por sus implicaciones para la economía española. Con el sistema educativo actual, la mayor parte de los drop-out, no han recibido educación reglada para ejercer una profesión. Muchos, un 85.2%, tienen una experiencia laboral, probablemente recibida en sectores, como la construcción, que no requieren de preparación inicial, al poder adquirirse con la práctica en el puesto de trabajo. Esta formación no será suficiente para que se puedan mover laboralmente pasado este periodo de crisis. Podrán tener capital humano específico de sectores o empresas ya caducos, pero no es suficiente, y, difícilmente podrán adaptarse a unas nuevas tecnologías que no dejan de ser  complementarias de la educación.

Menos aún llegarán a técnicos y profesionales y podrán ayudar a cubrir nuestro déficit de en estas ocupaciones en comparación con la mayoría de los países europeos, déficit que se puede cifrar entre unos 3 y 5 millones si nos comparamos con Francia para arriba.

Aún así, una de las principales razones para el abandono, incluso en estos momentos de crisis, muy probablemente no sea la búsqueda de empleo. Según la Encuesta de transición educativa formativa e inserción laboral, realizada para el período 2001-2005, en época de bonanza, sólo un 8% de los abandonos se debía al hecho de haber encontrado trabajo y un 21% por preferir buscar trabajo en lugar de seguir estudiando. Bastante menos que la suma de otros motivos relacionados con la falta de motivación o la obtención de malos resultados escolares.

La mayoría de los drop-outs no tienen una mínima formación profesional porque el actual sistema lo ha dejado para los estudios intermedios o superiores. Pero además, a pesar de la mayor demanda registrada en los últimos años, le dedicamos aún escasos recursos. En el ,Education at the Glance de la OCDE del año 2008, quedó claro que la proporción de alumnos de FP en los niveles intermedios, aunque haya aumentado en la última década, sigue siendo sensiblemente inferior a la mayoría de los países de la OCDE, más aún si la ponderamos por la tasa de abandono. No puede ser sólo un problema de demanda cuando, en este mismo curso, 40.000 alumnos pueden quedarse sin realizar estudios de FP por escasez de oferta. Por otra parte, este mismo estudio de la OCDE también nos dejaba en muy mal lugar en  relación con la implantación de la formación dual, indicador de las implicaciones de las empresas en el sistema de formación profesional

En definitiva. Lo más grave de esta situación es el estancamiento. Es difícil entender cómo la Reforma Educativa, en particular, la de la FP, cuyo primer objetivo debería ser centrar los esfuerzos en reducir el abandono escolar, se puede quedar empantanada, y, alargarse tan eternamente.
Una política que sólo ofrece subsidios al desempleo sería profundamente errónea; estrategias que promuevan el conocimiento, la capacitación tecnológica, la promoción del empleo y el estímulo de nuevos emprendimientos, estarían en mejores condiciones de afrontar una crisis de recursos ya presente.