domingo, julio 27, 2014

Nacionalismo y negocios

En El Confidencial, José Antonio Zarzalejos sopesa las declaraciones de Jordi Pujol:
Lo más grave para CDC, Mas y el proceso secesionista es que Jordi Pujol representaba el compendio de valores “del país”, los que justificaban históricamente la decisión de cambiar el rumbo después de un cuarto de siglo de colaboración del pujolismo con los sucesivos Gobiernos de España y también el crisol de las reivindicaciones catalanistas al Estado, entre ellas el “expolio fiscal” (“España nos roba”), el clientelismo de determinadas regiones del sur (Andalucía y Extremadura) y el enorme esfuerzo fiscal de los catalanes frente al de ciudadanos de otras comunidades. Todos estos argumentos pierden fuerza -la que pudieran tener- cuando el que los ha elaborado se confiesa un defraudador a la Hacienda Pública durante más de tres décadas.
En CDC y en la Generalitat se suponía ayer que la confesión de Pujol no es el final de la historia de las finanzas de su familia, sino sólo el comienzo. Ya han surgido acusaciones de comisiones cobradas (el 3%) por adjudicación de contratos no sólo, supuestamente, por el partido, sino por él o sus familiares y sospechas de que los Pujol disponen de una saneada fortuna colocada, además de en Andorra, en otros paraísos fiscales. “La situación, además de dramática, se ha convertido también en un tanto sórdida”, declaraban fuentes que pedían el anonimato porque se reprochaba a Pujol que la confesión “sea mala hasta en el estilo” y “farragosa además de opaca”. Por otra parte, se subrayaban también las omisiones de la declaración de autoinculpación tal como la opacidad sobre la cantidad depositada fuera de España, el administrador que gestionó ese dinero por mandato de Pujol, cuál de sus hijos se hizo cargo después de la gestión de ese dinero y la razón por la que el ex presidente de la Generalitat ha hecho pública su confesión ahora y no antes (...)