miércoles, noviembre 16, 2011

La fragilidad europea

S.McCoy en Cotizalia trae a primer plano comentarios de Krugman y Roubini que con mucha anticipación pintan el estado de cosas que hoy vive Europa, con España en primer plano. Sus expectativas no son muy alentadoras. Por ahora, los hechos los justifican:

“Resulta difícil pensar, a día de hoy que el euro pueda sobrevivir”. Tan lapidaria frase la firma Paul Krugman el pasado jueves en su columna del NYT (NYT, Legends of the Fail, 10-11-2011). Demasiado liados estábamos con Italia como para prestar atención a lo que decía el Nobel al otro lado del Atlántico. Y menos para entrar de nuevo en sus planteamientos sobre austeridad y estado del bienestar. Sin embargo, la pieza esconde un par de párrafos clave, en relación con nuestro país, que sí merecen una lectura detallada. Les traduzco del original:
Si miran a su alrededor verán que el factor determinante del nivel de tipos de interés de mercado no es tanto el volumen de deuda soberana emitida cuanto la capacidad de financiarse en la propia moneda. Japón está mucho más endeudado que Italia, pero se financia siete veces más barato. La situación fiscal del Reino Unido es peor que la española, pero mientras que paga el 2,2% por sus bonos a 10 años, a España los inversores le exigen el 6%.
Lo que ha sucedido en estas dos naciones es que, con su entrada en el euro, han visto reducida su condición a la de estados tercermundistas, capaces solo de conseguir recursos en una moneda que no es la suya, con la pérdida de flexibilidad que eso implica. ¿Qué quiero decir? Puesto que los miembros de la Eurozona no pueden imprimir billetes en caso de emergencia, quedan sujetos a problemas de financiación inexistentes en aquellos países que mantienen tal potestad. El resultado es de sobra conocido. Estados Unidos, que pide prestado en dólares, no tiene ese problema”.
Un discurso, anticipado por Giancarlo Corsetti en Vox en mayo de 2010, del que se pueden sacar hasta tres conclusiones.
Una, si nos atenemos a los argumentos de Krugman, Europa es, por si quedaba alguna duda, Alemania, la única capaz de sacar partido a las ventajas, en términos financieros, estado y banca, del euro. Ella y algún otro core; cada vez menos. José Luís Martínez Campuzano, estratega de Citigroup, nos recordaba ayer por dónde transita la curva de tipos de interés griega, por si había alguna duda de su tercermundismo: 25% a 6 meses, 98% a dos años, 35% a 5 y 26% a una década vista. España tuvo que pagar a 12 meses el 5,022% frente al 3,608% anterior, una rentabilidad que discrimina negativamente a los depósitos bancarios. Y eso tiene un nombre, que nos recuerda el propio economista, “crowding out”. Glaps. Por cierto, el spread de nuestros bonos ya se encuentra en zona de aumento de garantías de las Cámaras de Compensación. Ups.
Dos, teóricamente la moneda ha dejado de ser, desde este punto de vista, fungible vista la disparidad de obligaciones entre sus distintos emisores. De ahí que sea perentorio actuar sobre el coste de financiación cuanto antes a fin de corregir tal desequilibrio y quebrar el vaticinio del economista norteamericano. Una potestad que descansa sobre el BCE al que se le pide fijar un techo a los tipos de interés, bien con una acción a la Banco de Suiza sobre su moneda, declaración de intenciones de concreciones indefinidas, bien mediante el uso directo de su balance. Una actuación que permita una salida ordenada de la crisis o tomar al menos las riendas de su gestión en tanto se define un nuevo statu quo, tema sobre el que volveremos más adelante. Porque, como señala Boris Johnson, alcalde de Londres, en su columna del Telegraph “por más que yo haga régimen, nunca seré un atleta de competición. Del mismo modo, Grecia nunca será Alemania. Y sería un suicidio forzarle a intentarlo”. (The Telegraph, The Greek Austerity Diet, 14-11-2011)
Tres, el sueño “imperialista” de la Unión se desvanece a pasos agigantados.  Reino Unido encabeza la oposición. Apenas crece, sufre una inflación del 5%, destruye empleo pero ve como su flexibilidad cambiaria y monetaria les permite capear el temporal sin el escrutinio permanente del mercado. Capacidad de reacción y unidad de acción son valores al alza en el contexto europeo actual. Importan incluso más que las mejores o peores perspectivas económicas. Allí hay un plan indiscutido y un Banco de Inglaterra que no ha dudado en hacerse con la cuarta parte de la deuda soberana emitida cuando lo ha considerado oportuno. Solución defendible solo en caso de riesgo de colapso, escenario comunitario actual (PIMCO, Q2 and Its Impact in Sterling Credit Markets, Noviembre de 2011). Por supuesto la situación es distinta en la Europa Emergente, pero no tanto por problemas fiscales –que también- cuanto por su dependencia de un debilitado comercio exterior para el que cuentan, precisamente, con sus divisas…
Se apela a una mayor integración. Pero construirla sobre la nublada coyuntura actual es receta para el desastre. Da la sensación de que, paradójicamente, Europa necesita dar un paso atrás que le permita definir qué quiere ser de mayor tras esta salida brusca de su adolescencia. El café para todos está en la génesis de los desastrosos acontecimientos recientes. No se puede negar la evidencia de la disparidad y la necesidad de afrontarla de modo realista, más allá del empeño voluntarista de mezclar el agua y el aceite. El paso del CDU alemán este fin de semana de permitir la salida voluntaria del euro va en esa dirección. Es hora de que todos se pongan rojos de una vez, asumiendo eso sí los compromisos adquiridos. To be or not to be. Los ciento colorados nos están llevando a la ruina ante la imposibilidad de identificar un marco razonable para los próximos años. Hora de decisiones valientes que convierta crisis en oportunidad y no en ruina duradera. ¿Quién será el primero que se atreva a plantearlo abiertamente?
P.S. Dos lecturas para concluir de Nouriel Roubini en 2006 y Milton Friedman en 2000 que no me resisto a compartir con ustedes aunque alarguen el post. Esto es lo que decía el primero de ellos en Davos en enero de hace cinco años, siendo bruscamente interrumpido por el entonces Ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti:
“La disparidad de tasas de crecimiento es una amenaza para la Eurozona (…) Mientras que Alemania ha reaccionado reestructurando su entramado empresarial, reduciendo salarios y apelando a la deflación competitiva, Italia apenas ha hecho nada y se enfrenta a un panorama de estancamiento, similar al de Grecia, Portugal y España (…) solo camuflado por sus respectivas burbujas inmobiliarias. Sin reformas que mejoren su crecimiento y su competitividad hay un riesgo cierto de que estos países acaben como Argentina y que, de aquí a cinco años, se vean forzados a abandonar la UEM”. Cuando uno lanza pronósticos a diestro y siniestro, raro es que no acierte pero la exactitud del augurio produce escalofríos, más cuando ya entonces hace referencia a la cláusula de no-rescate del BCE (Economonitor, A Sad Embarrassing Episode for Italy, 28-01-2006).
Integración fiscal y mejoras de competitividad estructurales. Por su parte Friedman, en un diálogo con Robert Mundell reproducido por Financial Post, advertía lo siguiente hace ya once años…
“La Unión Monetaria nace desde la política y de ella dependerá su gloria o su tragedia (…). Si las cosas van bien funcionará como elemento aglutinador pero, en caso contrario, ahondará en las divisiones regionales (…) A falta de moneda propia, los mecanismos de ajuste interno pasan por precios y salarios, movimientos de trabajadores y capital. Y estos se ven limitados por enormes diferencias culturales y por una regulación que varía sustancialmente de estado a estado. Si la adopción del euro induce a una mayor flexibilidad, la moneda funcionará. Si no…” (Financial Post, From the archives: Mundell vs. Friedman on the Euro, 11-11-2011).

domingo, noviembre 06, 2011

Solano López, último eternauta

El doce de agosto de este año murió en Buenos Aires Francisco Solano López,el segundo pilar de la historia de El Eternauta. Un tataranieto del Mariscal, con su nombre, estirando por un camino inesperado su historia...
El Eternauta tuvo otros dibujantes en versiones posteriores, pero es la historia de Solano López la memorable; las posteriores declinaron al servicio de un pensamiento cada vez más dogmático y unilateral, acompañando el desquicio de la vida social y política argentina. Solano López no sólo fue fundamental en El Eternauta, sino en mucho más del trabajo de la histórica revista Hora Cero, cuando esta lograba trabajos no repetidos después (especialmente El Eternauta y Ernie Pike).
Hay un pensamiento que maduró entre los 50 y los 60 en Argentina, que dió expresiones perdurables en la literatura, en el cine, y también en un género tal como la historieta: Oesterheld y Solano López, Osky, Quino, Brescia, Pratt, y muchos otros. Una época de pensamiento floreciente, que de pronto, unos años después,  engendró demonios. Algo debió fallar entonces, para que luego todo se torciera...
Algo de esto se traduce en la nota que en 2008 Manuel Rivas le dedicara a Oesterheld, cayendo en la década de terror:
La feliz camada de Beccar está a punto de ser exterminada. Elsa, la madre, antiperonista, tan racional como intuitiva, “muy celta”, dice ella, no les ha acompañado en su compromiso revolucionario. Ha discutido con dureza con HGO, con el hombre que ama. Sí, está de acuerdo con él. Es una juventud maravillosa. Culta, rebelde, linda. La mejor generación que tuvo Argentina. Como Héctor, Elsa comparte su música, salta de Mozart a Janis Joplin, ¿por qué no?, sus gustos artísticos, su estilo de vida libre, una sexualidad sin tabúes, su aversión a la injusticia. Todo eso, dice Elsa, lo compartía. Pero ella, la mujer que fue tan feliz en Beccar, en aquella casa que era a la vez como el taller del artista romántico, donde “todo bullía y cantaba”, donde todos llegaban y nadie quería marchar, nadie quería apagar la luz, las chicas no querían ir a fiestas ni a clubes, donde encontraban “gente tonta”, no, no, querían estar allí, en Beccar, con sus amigos y los de los padres, dibujantes, músicos, artistas, escritores, gente que traía historias; ella, que conoció el paraíso, pudo distinguir bien el traqueteo de la maquinaria del horror que se acercaba. Sí, discutió con HGO. No acababa de asumir aquella metamorfosis en el Oesterheld que quería y admiraba, el hombre tranquilo, ilustrado, progresista y más bien libertario, por la influencia de sus amigos anarquistas españoles exiliados, con esa mirada antidogmática que es la de sus héroes.
La fotografía, en El País del 24-08-2008.
Cincuenta años de El Eternauta.

martes, noviembre 01, 2011

Conociendo al próximo vecino

China va camino de ser una de las dos potencias hegemónicas. Sólo existen discrepancias acerca de cuánto tiempo tardará en llegar a ésto: todavía existen múltiples puntos débiles que pueden cambiar este camino cada vez más imparable: grandes desequilibrios sociales, una estructura política explosiva, conflictos nacionales y religiosos puestos en sordina, economía y finanzas difíciles de gobernar, riesgos probables de crisis monetarias o inmobiliarias...
Pero si el futuro próximo implica un hegemonismo chino creciente, un ejercicio importante sería prefigurarse cómo un predominio tal impactaría en nuestros propios "ecosistemas". ¿Cómo sería un mundo con hegemonía china? ¿sería uno mejor o peor que el que conocemos? Si nos atenemos a los rasgos conocidos de China, probablemente será peor.
Existen innumerables evidencias, algunas tan tajantes como las políticas de libertad de opinión, o las políticas sociales y laborales, que nos dicen que si el suyo fuera el consejo universal, mal andaríamos...Pero existen otras más sutiles, pero tan importantes o más que estas gruesas diferencias. Christopher Thomas, en Forbes, habla de la cultura de liderazgo en las empresas chinas, explicables en una sociedad históricamente basada en la burocracia, y lejana a las preferencias y expectativas occidentales.
Thomas resalta algunas características propias de la empresa china, sea la sucursal de una empresa extranjera o una local:
La distancia de beneficio entre el máximo dirigente (the boss) y el resto, aún siendo personal calificado:
The most desirable place to be in an organization is to be the boss. The benefits always flow upstream. China is minting more millionaires (and billionaires) every year, yet the average starting salary for a college graduate has not increased for seven years (while housing prices have essentially tripled).  Statistics showed that students who graduated college this year were paid, on average, only $44 more per month than migrant workers with an eighth  grade education.  Look at the salaries at the Chinese division of major technology firms: an entry-level IT, coding or product assembly job pays less than the same job in the U.S., but the China country-level general manager or manufacturing executive most likely makes substantially more than his U.S. counterpart.  This is both cause and effect of the “paradox”:there are very few leaders who are facile in both the domestic Chinese and the global environment, and this lets them grab the lion’s share of the benefits and protect their positions.
El compadrazgo:
Whether it is the local arm of a U.S. tech giant or a local turnkey engineering team, every Chinese organization I have studied tended to be built on loyalty, rather than merit.  The key criteria for constructing an organizational structure or choosing a staff is to use bands of personal and professional loyalty to protect the leader’s position and to ensure strong subordinates cannot maneuver around or remove a leader.
 El soporte de la disensión:
In every U.S. tech company, the maverick, the brilliant outsider, the outspoken contrarian, has a welcome and often well-liked place in the hierarchy.  Leaders know this person keeps them honest and brings ideas to the team.  In China, there is no upside, no cultural support, and thus no place for mavericks (those with inherent entrepreneurial personalities leave to start something new). No one will disagree with the boss at a staff meeting, no underling will say “no” when given a task, even if it is impossible to accomplish (they simply will not do the task and hope someone else takes the fall). No one will speak up with a direct answer when asked “why did this project fail.” This trait is tremendously effective when the strategy is correct and the marching orders clear, but it puts enormous strain on an organization when the path is wrong.
El compadrazgo geográfico:
The leaders of both local companies and the China branches of Western companies tend to hold the same passport.  If the big boss holds a Taiwanese passport, his lieutenants most likely will be Taiwanese as well. As a local startup design firm CEO commented about the head of a one major U.S. semiconductor vendor, “there is no way a local Chinese president will ever put a Hong Kong Chinese in his inner circle.” Or as another said about a state-owned enterprise vice president who was born and bred in Beijing but spent 10 years in America, “you think he has any real power at that company, he has a U.S. passport!  He’s window dressing.  They’ll never listen to him.”
La cultura del miedo:
You can never underestimate how difficult it is to simply “survive” in China.  The rules are vague, the stakeholder list huge, the demands varied, the pace of change exhausting, the possibility of a rival or employee stealing your idea or IP nearly certain, and the number of rivals high. A loss of position means losing so much more than a title. Leaders manage as if danger is everywhere, because often, it is. As a friend at a major hardware vendor once said of his boss who had weathered 10 years at the helm, “We all know he is ineffective, but he managed to stick around while everyone else is gone now. He survived. That’s all that counts.”
China representa casi un quinto de la población del mundo, y será hegemónica: intervendrán en los asuntos locales de sus socios extranjeros, conspirarán, divulgarán su cultura, exportarán sus dirigentes, presionarán con pretensiones propias del dominador...¿Esto es lo que tendremos?