domingo, abril 25, 2010

La realidad del veinte por ciento (o menos)


Por tercera vez, ahora en un mayor número de sitios, el catalanismo votó en un referendum su independencia, y nuevamente, Cataluña les dijo que no. Lo que va tomando signos visibles de opereta, no va: no pasan del veinte por ciento del padrón aumentado que construyen en base a aceptar inmigrantes que luego rechazarán en la vida civil, y permitir votar a menores de edad. Un padrón carente de seriedad no sólo por esto, sino porque es inverificable, así como lo es la votación en sí misma. Si partimos del hecho que los "veedores internacionales" provenían de todos los separatismos occidentales, así será su control. Es notable encontrar como veedores "internacionales" a tres militantes de Batasuna, la fachada ilegalizada de ETA. A esto apunta la izquierda catalana.
En cuanto a la propia calidad de la votación, pongo en duda su seriedad, considerando la dificultad de controlarla. Sin ir más allá, un episodio es simbólico: En palabras de La Vanguardia: "En Salt, miembros de la comisión organizadora han depositado a primera hora de este domingo el voto anticipado del activista político, Ramon Torramadé, muerto este pasado viernes a la edad de 83 años".
Y frente a esta tajante realidad de minoría de los independentistas, sus promotores afirman que se han logrado cifras "notables" y "muy importantes".
Y mientras esto pasa, mientras el partido gobernante ocupa su tiempo en lanzar leños a la hoguera de las rivalidades políticas, sociales y religiosas, NO HACE NADA por el verdadero problema: el drama de la crisis sobre el empleo, y la amenazante inestabilidad económica. Están sobre nosotros negras nubes de tormenta, cargadas de truenos y relámpagos, y nuestros ministros y funcionarios se ocupan del Cabañal, de Garzón, del Supremo, y del sexo de los ángeles. A bordo del Titanic, bailando en el salón...

La imágen, tomada prestada de EmeZeta.

No hay comentarios: