domingo, marzo 09, 2008

Cambios en la estructura social argentina

Publicado por Infobae: La nueva riqueza en Argentina se ha transladado al campo. Un artículo de María Eugenia Baliño resume datos del INDEC, la AFIP, y varias entidades y consultoras económicas (Ferreres, Universidad Austral, Reporte Inmobiliario, Universidad de La Plata, y otras). Más ampliamente, los beneficiarios de los varios años de crecimiento de la producción se han concentrado en la venta de commodities agrícolas (soja, trigo, girasol), industria alimentaria, minería. Así, la ciudad de Rosario, del desastre económico de fines de los 90 pasó a uno de los mayores ciclos de prosperidad de su historia, basada (como en su orígen) en su puerto, y en su nuevo cinturón de industria aceitera.
Sobre los orígenes del cambio, para el campo:
El motivo: el crecimiento del precio de la soja y el trigo, y de los niveles de exportación.
Un dato más que ilustrativo: en 2001 el precio de la soja en el mercado interno era de aproximadamente u$s170, mientras que hoy el precio ronda los 347 dólares.
Asimismo, el valor de los campos agrícolas desde la devaluación subió más de un 260 por ciento. Mientras que a principios de 2002 los precios de la hectárea para la zona triguera tenían un piso de u$s850 y u$s2500 para la maicera; en la actualidad, en la provincia de Buenos Aires se puede llegar a pagar hasta u$s12.000 la hectárea.
Así, los productores del sector agropecuario que apostaron a la soja lograron ganancias extraordinarias en los últimos años.
“El agro siempre ha sido rentable en la Argentina, porque es muy competitivo. No hay forma de poder vencerlo, ya que tiene una gran competitividad internacional. Es el sector más rentable desde siempre”, señala el economista Orlando Ferreres, titular de la consultora que lleva su nombre.
Impacto en el consumo:
[a propósito del auge inmobiliario originado en las nuevas fortunas del campo] Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario, señala que esta tendencia se hace visible en Buenos Aires, pero también en el interior del país, donde el florecimiento de grandes emprendimientos inmobiliarios se hace patente en aquellas ciudades vinculadas fundamentalmente al agro, la industria petrolera y la minería.
“Lo que se ve hoy es que se revirtió la tendencia y gran parte de la inversión inmobiliaria que antes se concentraba únicamente en Capital, hoy se vuelca al interior. Hay muchas inversiones de escala comprometidas en el interior del país, fundamentalmente en las zonas sojeras y en las zonas que tienen petróleo y minería”, afirma el especialista.
En particular, la ciudad de Rosario:
Un caso testigo es la ciudad de Rosario. De acuerdo a los datos oficiales, las ventas totales en la capital santafecina registran un crecimiento del 25% anual, que según los comerciantes está impulsado en gran medida por el consumo de artículos de lujo. Como principal causante de este fenómeno, los especialistas apuntan al aumento de los precios de la soja, que en 2007 se incrementó un 87 por ciento.
“Los habitantes de la ciudad de Rosario y de los alrededores de una manera u otra han recibido el impacto positivo de los precios crecientes de los commodities agropecuarios, encontrándose con niveles de rentas altos y crecientes”, explica Ana Ines Navarro de Gimbatti, del Instituto de investigación en economía y dirección para el desarrollo de la Universidad Austral de Rosario.
Según la economista, en el caso de Rosario, el aumento del consumo de bienes de alta gama se explica por la confluencia de factores de demanda, pero también de oferta.
“En poco más de dos años se inauguraron en forma prácticamente simultánea dos shoppings (en Rosario no había ninguno con anterioridad), se construyó el primer hotel cinco estrellas, el boom inmobiliario pobló de edificios nuevos la ciudad y se iniciaron varios mega proyectos inmobiliarios”, cuenta.

El cambio en otros sectores:
Pero además del agro, existen otros sectores que en los últimos años, beneficiados por el modelo económico, han logrado posicionarse en lo más alto de la pirámide de ingresos. Los dos más notorios son: los empresarios mineros y propietarios de firmas o emprendimientos vinculados al consumo masivo.
“Las empresas del sector alimenticio, que tiene precios muy buenos a pesar de los derechos de exportación (salvo las lácteas), son las que tiene mayor rentabilidad. También las mineras, que son empresas nuevas pero muy ligadas a la exportación”, confirma Ferreres.
Los datos oficiales refuerzan la afirmación. Según el último informe de recaudación elaborado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), los sectores que presentaron los mayores incrementos en el pago del Impuesto a las Ganancias en términos absolutos fueron la industria manufacturera y la explotación de minas y canteras.
A su vez, otros dos rubros que registraron grandes incrementos fueron la construcción y la industria hotelera: 69,2 y 33,2% respectivamente.

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