domingo, octubre 28, 2007

Ludovic Hubler, un viajero en China


Ludovic Hubler escribe un diario de viaje que puede dar una idea de los contrastes chinos, con observaciones sobre su crecimiento vertiginoso, su adopción de la globalización, pero también sus problemas, su política, su sociedad, con abundancia de fotografías:
Shanghai:
Si hay una ciudad que ilustra el desarrollo actual de China, sin duda alguna es Shangai, antiguamente de gran influencia y hoy centro económico del país. Shangai no tiene que envidiar a ciudades de países desarrollados en cuanto a infraestructura, y representa claramente la China del mañana. Por donde quiera que uno mire, verá edificios en construcción. Las obras civiles se multiplican, van apareciendo nuevas marcas mundiales (Lenovo, Haier, etc...), muchas empresas europeas y americanas vienen a instalarse aquí; la integración de China al movimiento de globalización es incontestable y verdaderamente tangible aquí. A decir de Jianfeng, estudiante de MBA en la universidad de Fudan a quien conocí recientemente, "la ciudad cambia sin cesar ante tus ojos y las obras se terminan a velocidades alucinantes, los obreros trabajan a toda hora".
El trabajo es un valor que no asusta a los chinos, y están dispuestos a trabajar día y noche para acceder a todo lo que las nuevas tiendas - repletas de teléfonos celulares último modelo o de lujosa ropa de marca - ofrecen. Y aunque el salario sea insuficiente (y a menudo lo es), son conscientes que la lista de espera de quienes codician su puesto es larga, muy larga. Por ello evitan quejarse y trabajan duro, esa es la filosofía de la China de hoy...
Infraestructura:
Me ha impresionado mucho la infraestructura de China. Por lo que había leído, esperaba encontrar la modernidad en las grandes ciudades como Shangai o Pekín, pero estaba muy lejos de imaginar que muchas otras ciudades (desconocidas para mí) se habían modernizado también. Impresiona también que la calidad de las autopistas en China sea superior a la de Estados Unidos o Australia. Vean abajo un ejemplo de las autopistas que uno encuentra tanto al norte como al sur del país.
Lo más agudo, sus opiniones sobre los riesgos chinos:
Un fuerte desarrollo, sí... ¿pero a qué precio?

Si este desarrollo chino ha permitido en efecto a más de 400 millones de personas salir de la miseria en menos de 20 años y ha generado un aumento significativo del nivel de vida del chino promedio, existe el reverso de la medalla, que sería peligroso ignorar; el riesgo real de un sobrecalentamiento, incluso de una explosión del desarrollo chino. En efecto, la monstruosa expansión de los últimos 20 años no ha podido realizarse sin grandes desequilibrios, que conllevan cuatro tipos de riesgos.

- Riesgo social: Aún cuando el desarrollo de los 20 últimos años ha permitido que cerca de un tercio de la población china salga de la miseria, queda una gran mayoría sin ningún derecho, soportando terribles condiciones de trabajo y sobre todo viendo que una parte importante de la población llega a arreglárselas y a enriquecerse a costa de ellos. Si las protestas son por ahora limitadas, o por lo menos contenidas, éstas podrían tomar cuerpo en los próximos años.

- Riesgo ecológico: China se desarrolla de manera anárquica, y hasta el momento no ha hecho ninguna concesión a la protección del medio ambiente. Por cierto, según los habitantes, los problemas de contaminación se han reducido notablemente en las grandes ciudades, al haberse desplazado la industria pesada hacia el campo. Sin embargo, la posibilidad de catástrofes ecológicas en los próximos años está latente, así como el grave riesgo de que el acceso al agua potable se vea limitado si no se hace nada por proteger los principales recursos fluviales del país. En cuanto a la lucha contra el calentamiento global, no es por el momento una prioridad para el gobierno, no obstante que el destino de nuestro planeta está en buena parte en sus manos (y en las de la India). Hay que reconocer sin embargo que el mundo occidental está muy lejos de dar el ejemplo a este respecto...
Riesgo económico: Al haberse formado una burbuja financiera en torno a China, las perspectivas de desarrollo del imperio del Centro han traído consigo una especulación desenfrenada, y una inversión desmedida en las grandes infraestructuras. Paralelamente, la falta de transparencia de los bancos chinos, controlados por el Estado, hace surgir fuertes inquietudes, especialmente sobre las acreencias dudosas. Bastaría que un banco quebrara para que se produjera un retiro masivo de capitales extranjeros y una caída de la economía china en recesión (una recesión que tendría consecuencias nefastas para la economía mundial).

- Riesgo geopolítico: Si hablamos de fuerte desarrollo económico, hablamos también de aumento de las necesidades de energía, especialmente petróleo. Las perspectivas de agotamiento de las reservas de petróleo en el planeta contrastan con las enormes necesidades de la China en los próximos años. Es legítimo entonces temer que esta búsqueda vital de petróleo conduzca a fuertes tensiones con el otro gigante del planeta, Estados Unidos, quien como todos los demás actores mayores, luchará por asegurar sus aprovisionamientos. Por lo demás, no olvidemos que el problema Taiwán aun no se ha resuelto, y que aun cuando la situación es actualmente de una relativa calma, China no descarta reintegrar a la "provincia rebelde", de ser necesario por la fuerza.

Cuando un país de esa talla se desarrolla de tal manera y a tal velocidad, no cabe ninguna duda que ello se siente más allá de las fronteras. Así, el desarrollo de China toca en diferentes grados y bajo diferentes formas al mundo entero, y ello promete ir in crescendo en los próximos años. En nuestras economías occidentales, el impacto del despegue chino es muy difícil de prever a largo plazo. Sin embargo, a corto plazo, es de temer una verdadera desaparición de la industria manufacturera en los países desarrollados, por lo que no está de más ir preparándose, especialmente en Europa... Hace algunos años, nuestros padres nos decían: "termina tu plato, son muchos en India o en China que desearían comer lo que tú comes". Aunque sigue siendo cierto hoy, habría que agregar: "termina tus deberes, son muchos en India o China que querrán tener tu trabajo"... y ello promete convertirse cada vez más en una realidad pues la competencia es hoy más global que nunca...
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