Qué dice Sánchez:
La deuda externa no da tregua. Ni siquiera en tiempos de recesión. Los datos más recientes del Banco de España reflejan que el endeudamiento exterior lejos de disminuir -en coherencia con el deterioro de la actividad económica- sigue creciendo. En concreto, hasta los 1,70 billones de euros. O lo que es lo mismo, alrededor del 170% del Producto Interior Bruto (PIB).
La cifra es relevante no sólo porque sigue creciendo (a un ritmo del 3,8% en el último año), sino sobre todo por el hecho de que son las administraciones públicas las que han tenido que acudir con mayor asiduidad el capital extranjero para obtener financiación. El endeudamiento público exterior ha crecido nada menos que un 27% en el último año, hasta los 249.884 millones de euros. De esta cantidad, algo más del 90% está suscrito a largo plazo.
Los datos del Banco de España se presentan en términos brutos, por lo que para saber realmente cuánto debe este país al extranjero hay que restar lo que le deben los agentes económicos exteriores, tanto públicos como privados. Y lo que dicen las estadísticas es con datos correspondientes al segundo trimestre de este año, la posición de inversión internacional de España frente a no residentes de la zona euro asciende ya a 899.600 millones de euros. Es decir, que el endeudamiento neto -el realmente relevante- representa el 90% del Producto Interior Bruto.
Se trata, con diferencia, del mayor nivel jamás alcanzado por la economía española. Y para hacerse una idea de lo que supone hay que tener en cuenta que en 2002 ascendía a 303.100 millones de euros. Es decir, que en apenas siete años se ha triplicado. Si se excluyen las posiciones del Banco de España, el endeudamiento es todavía mayor. Asciende a 944.900 millones de euros, de los que las dos terceras partes (592.000 millones) tienen que ver con inversiones en cartera.
Los datos del banco central reflejan con exactitud la evolución de la economía española durante los últimos años. Fuerte aumento del endeudamiento exterior a partir de los primeros años 2000 (en coherencia con las necesidades de liquidez para financiar el gran aumento de la actividad económica), y una fuerte desaceleración en 2008 a raíz del estallido del sistema financiero, que secó de dinero los mercados. Sin embargo,a partir del año 2009 la evolución vuelve a deteriorarse, pero esta vez básicamente como consecuencia del empeoramiento de las cuentas públicas. ¿Qué es la deuda externa?
La deuda externa de un país, tal como lo define el Fondo Monetario Internacional (FMI), comprende los saldos de todos los pasivos frente a no residentes que van a dar lugar a pagos por amortización, por intereses o por ambos conceptos. Por lo tanto, incluye todos los instrumentos financieros, excepto las participaciones en el capital y los derivados financieros, ya que estos dos tipos de instrumentos no suponen, necesariamente, la realización de pagos.
Los datos oficiales muestran, por lo tanto, que España continúa siendo uno de los países del mundo con mayor deuda externa. Según The World Fact Book –una publicación que edita anualmente la Central de Inteligencia de EEUU- la clasificación al acabar el año pasado la encabeza EEUU, con una deuda equivalente a 13,6 billones de dólares, seguido de Reino Unido y Alemania. España se sitúa en séptima posición, con un endeudamiento que asciende a 2,32 billones de dólares. Teniendo en cuenta que la economía de EEUU es diez veces más que la española, eso significa que en términos relativos España está el doble que endeudada que el gigante norteamericano, una auténtica trituradora a la hora de captar fondos del exterior, principalmente procedente de China.
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