domingo, octubre 18, 2009

Alquimia financiera y realidad

Comentando las crecientes advertencias sobre la real situación del sistema bancario español, un párrafo de Jesús Cacho, en El Confidencial:
Frente los brotes verdes que parecen crecer en otras latitudes, las señales que estos días ha vuelto a enviar la economía española nos hablan de una recuperación que aún está lejos y que en todo caso será lenta y dolorosa. El Ministerio de la Vivienda publicó el jueves un dato preocupante: el precio de los pisos bajó en los últimos doce meses apenas un 7,8%, cuando el español menos avisado hubiera esperado una caída no inferior al 30% en las actuales circunstancias. Una mala noticia para un país con más de cuatro millones de parados. Cuanto más lento sea el ajuste en el mercado de la vivienda en términos de precios, más tardará la economía en salir del atolladero, y ello porque a los precios actuales los pisos no encontrarán salida, lo cual prolongará la recesión. Y los pisos no bajan porque nuestro sistema financiero, empeñado en lucir tipo a pesar de las telarañas que empañan los estucados, sigue enmascarando su realidad contable con artimañas sin cuento para evitar tener que reconocer como pérdida gran parte de su cartera inmobiliaria.

Gente tan reputada como AFI sostiene que la morosidad real del sistema está tres puntos por encima de la declarada (4,95% en agosto), enmascarada por la adjudicación masiva de activos enladrillados -que alcanza ya los 30.000 millones-, y la refinanciación, igualmente masiva, de inmobiliarias que en su mayoría no son viables, un tipo de prácticas insostenibles en el tiempo. La liquidez ilimitada que ahora suministra la ventanilla del BCE –que permite pedir dinero prestado al 1% para colocarlo en deuda pública al 4%- tiene fecha de caducidad, lo mismo que la favorable curva de tipos actual, que tenderá a invertirse por necesidades del guión del gigante alemán. ¿Dónde acudir cuando eso ocurra -apenas dentro de unos meses- y a qué precio obtener la financiación necesaria para atender los vencimientos de la deuda? Moody's sacó el martes de la siesta a unos cuantos al asegurar que nuestro sistema financiero tendrá que efectuar provisiones por importe de 57.000 millones para afrontar unas pérdidas esperadas de 108.000 millones de euros. El deterioro de la calidad de los activos del sector bancario español “no ha alcanzado su punto más elevado”, según la firma, que prevé que “un número significativo” de instituciones registre números rojos en los próximos trimestres. El Banco de España sabe que bancos y cajas están ocultando pérdidas, pero resignadamente parece haber bajado la cabeza limitándose a recomendar prudencia. El año 2010, por eso, puede resultar letal para el sistema financiero.

Las sospechas sobre la salud de ese sistema se han generalizado. Llamativo, por no decir escandaloso, el comportamiento de banqueros y cajeros. A pesar de esa fuente inagotable de pasta en que se ha convertido el BCE, el miedo a la falta de liquidez sigue tan vivo que les lleva a financiarse por encima de sus necesidades reales: a lo largo de agosto, el BCE concedió a bancos y cajas nada menos que 74.820 millones de euros netos al día, el 13,1% de todo lo que otorgó el eurosistema. No obstante lo cual, bancos y cajas prefieren devolver diariamente una sexta parte de aquella cantidad -12.345 millones- que no llegan a utilizar, incluso perdiendo tres cuartos de punto en la operación, antes que concederlo en forma de créditos. El resultado es que si en los ocho primeros meses de 2008 el sistema dio créditos a las familias por importe de 33.599 millones de euros, en igual periodo de este año no solo no dio ninguno, sino que retiró de la circulación 4.508 millones. Los bancos no se fían de sus clientes y los clientes hacen lo propio con los bancos.
Los caminos de la economía y las finanzas son insondables...En un panorama muy frágil, según cualquiera pudiera intuír, la vida formal parecería discurrir en otro país. La única reacción visible del mundo oficial, es construír un universo de informaciones intrascendentes. ¿No se siente en Disneylandia escuchando radio comercial, mirando televisión o leyendo diarios no especializados?

No hay comentarios: