miércoles, mayo 27, 2009

Roma no paga traidores?


En La Nación, pero también en toda la prensa (Diario Uno, Crítica, Noticias 24, etc):
Los dichos de Hugo Chávez a Lula Da Silva sobre su intención de proteger las empresas brasileñas de la estatización que promueve en Venezuela generaron malestar en la Casa Rosada. Tanto, que Cristina Kirchner se comunicó anoche con su par venezolano para pedirle que aclare sus polémicas declaraciones.

La conversación telefónica trascendió cerca del mediodía a través de un cable de la agencia Télam. El despacho indica que Chávez le negó a la Presidenta haber hecho esas afirmaciones, por lo que la jefa del Estado le solicitó que realizara una desmentida pública. El venezolano, a su turno, se comprometió a aclarar sus dichos no bien regrese a Caracas.

El contacto telefónico y los ejes de la conversación entre los mandatarios fueron confirmados a lanacion.com por fuentes oficiales.

A micrófono abierto. "Estamos en una fase de nacionalización de empresas en el país.. menos las brasileñas", aclaró Chávez ayer durante su reunión privada con Lula en la ciudad brasileña de Salvador. El comentario sólo trascendió gracias a un descuido. Los audífonos para escuchar a los traductores presidenciales quedaron abiertos y los periodistas pudieron escuchar los primeros minutos del diálogo.
Si no alcanzaran los intereses "patrióticos" pagados a los préstamos venezolanos, las nacionalizaciones de empresas argentinas muestran la indignidad de justificar que otro país medre con nuestras empresas ("Cristina pidió respetar “las decisiones soberanas de cada país” y argumentó que “tampoco nosotros aceptaríamos que nadie se entrometiera en una decisión soberana”", recogido por Crítica). Y mientras el gobierno argentino calla y otorga, Chávez se rinde frente al poder, cuidándose muy bien de aclararle a Brasil que sus empresas no están amenazadas. Una vez más, Brasil nos muestra la diferencia entre querer al propio país, y no hacerlo.
Por cierto...estamos en la semana de mayo, y a un año del Bicentenario.

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