sábado, septiembre 08, 2007

Inserción laboral de los estudiantes

Publicada hace unos días, una nota del suplemento económico de Clarín resume las actividades promovidas por universidades argentinas para lograr la inserción laboral de sus estudiantes. Un fenómeno más o menos reciente, pero que sigue careciendo de una cobertura nacional. La nota está basada en una investigación de Universia. La investigación toma nueve casos. Aquí algunos resultados:
Universidad Nacional del Litoral:
En la Universidad Nacional del Litoral (UNL) creció un 20% el número de estudiantes que realizaron una experiencia laboral en empresas o instituciones de la región de Santa Fe en 2006. Allí, más de 1.400 alumnos realizaron una pasantía con una duración promedio de 10 meses.
Desde que comenzó a trabajar en el desarrollo de programas de inserción laboral, hace más de 10 años, la UNL firmó una totalidad de 520 convenios con diferentes empresas e instituciones del país, principalmente con la región centro (Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba): un 75% fueron empresas privadas, mientras que el 16% correspondió a organizaciones y asociaciones sin fines de lucro y un 9% a organismos públicos.
Universidad Nacional de Cuyo:
En Mendoza, la Universidad Nacional de Cuyo (UNCu) también evolucionó hacia arriba en sus vinculaciones con las empresas. Mientas en 2003 celebró 15 convenios de pasantías, el año pasado esa cifra trepó a 92. Hoy, unos 200 alumnos trabajan, en su mayoría en firmas privadas que concentran el 45% de los pedidos. Al igual que la UNL, el Estado y las ONGs no generan tantos pedidos de estudiantes como el sector corporativo.
En Buenos Aires:
  • La Universidad del Cema (UCEMA), una institución privada porteña especializada en carreras económicas, la cantidad de convenios firmados aumentó en un 45%. Allí, el 95% de las búsquedas corresponden al nivel corporativo. "Casi la totalidad de los jóvenes que terminan su sus carreras lo hacen con un trabajo fijo", apuntó Ariela Vitnizky, directora del Departamento de Desarrollo Profesional. Según esta ejecutiva, el 40% de los alumnos son incorporados como efectivos en las empresas.
  • La Universidad del Salvador (USAL) también experimentó un crecimiento sostenido. El año pasado, 1.448 estudiantes realizaron pasantías; de ellos, un 95% lo hizo en empresas. Aproximadamente el 25% de los pasantes son incorporados en forma efectiva al terminar la experiencia. Sin embargo, desde 2004 surgió un amesetamiento y una desaceleración de la demanda.
  • Si bien existen matices entre las universidades, la tendencia alcista en el número de estudiantes que empiezan un trabajo es una constante. En la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) la evolución fue del 20% en los últimos dos años, tal como describió Roberto Pedraza, jefe de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles. Según el ejecutivo, "la mayoría de los pedidos corresponden a empresas de primer nivel y Pymes, dada la estrecha vinculación entre la UADE y el sector corporativo".
  • Según Jorge Montarcé, coordinador de Empleos y Pasantías de la Universidad de Belgrano (UB), "las más solicitadas son contador público y licenciados en comercio exterior y administración. También aquellas de la facultad de Ingeniería y Tecnología, pero sobre todo notamos un incremento en psicología y abogacía, siempre para trabajar en empresas".
  • Gustavo Valsecchi, subsecretario de Asuntos Estudiantiles de la sede porteña de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), aseguró que "el 35% de las búsquedas de pasantías son para la carrera de Ingeniería en Sistemas, mientras que un 15% es para Ingeniería Industrial y un 13% para la variable Mecánica". En esta casa de altos estudios con alta demanda de empleo, el 10% de los 11.000 estudiantes son pasantes. Y un 42% termina siendo efectivizado una vez culminada la experiencia. El 35% renueva la pasantía y el 23% restante no continúa.
Del artículo hay que destacar lo que constituye la base de toda esta actividad: la ley 25.165, que establece y regula la figura de la pasantía (La herramienta legal que permite el primer empleo es la pasantía, una figura contractual reglamentada por la ley 25.165, que vendría a ser la extensión práctica del aula, ya que el trabajo debe estar relacionado con la formación y especialización del estudiante). Debe sumarse a esta ley, la acción desarrollada por múltiples universidades de participación en polos tecnológicos, por su iniciativa en unión con empresas tecnológicas. Sin embargo, otras instituciones podrían dar mayor alcance a esta actividad. Por ejemplo, de lo que conozco, Chile utiliza un sistema de desgravación de ganacias para aquellas empresas que capaciten a su personal, supervisado por el SENCE (Servicio Nacional de Capacitación y Empleo), combinado con un sistema de pasantías con tutorías que comienza en la última etapa de la escuela media, y continúa en la universidad. España tiene un sistema parecido, pero trataré de dedicarle tiempo aparte.

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