El cuestionamiento de la calidad y prácticas de la producción china alcanza una magnitud que lo ha llevado a convertirse en editorial del organo oficial chino, en varias oportunidades; en algún caso con una simpleza que parece dedicada a su mercado interno, no a un mercado global que cuestiona la incompetencia con parámetros altos. En el último tiempo le ha tocado a Fisher-Price, retirando alrededor de un millón de juguetes del mercado norteamericano, por el nivel de plomo contenido en la pintura de los juguetes.
Esta vez el reclamo alcanzó a Argentina, que se sumó al retiro de juguetes. También esta vez se hizo público que los neumáticos rechazados en Estados Unidos se están aceptando e ingresando en el país.
Una pueril respuesta china consistió en la reciprocidad, retirando algunos productos estadounidenses del mercado chino por razones similares a las americanas.
Pero probablemente el nivel de presión global que cae sobre China tendrá resultados, y todos ellos apuntando a dos cambios que harán la competencia comercial un poco más realista: la disminución de las prácticas empresariales piratas, y la mejora en el tratamiento de los recursos humanos.
Una lista de noticias relacionadas:
Una defensa simplista del "Diario del Pueblo"; otra repartiendo la culpa entre todos para disminuír la propia. Finalmente, una contestación cambiando el plano.
Un reclamo del Viceministro de Comercio Chino.
Críticas chinas a las prácticas empresarias; y medidas contra el trabajo esclavo.
Fisher-Price en Estados Unidos. Su reflejo en Argentina. Una reflexión de Kevin Meyer sobre el caso.
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