La Nación comienza una serie de notas sobre India, con una evaluación de las posibilidades de crecimiento comparadas con las chinas, en el futuro próximo. Oppenheimer sigue las líneas de diagnóstico de
Gurcharan Das, pero con una afirmación de las posibilidades de crecimiento de las manufacturas indias, señaladas por Das como uno de los puntos débiles centrales del país.
En contraste con las grandes ciudades chinas, donde en el paisaje urbano abundan las gigantescas grúas en las obras en construcción -había 5000 sólo en Pekín cuando visité China en 2005- en Nueva Delhi no vi ninguna. En realidad, no hay rascacielos en la capital india y se ve poca restauración de los edificios más viejos.
Pero las primeras impresiones en la India son a menudo engañosas. Este país está atravesando una ola de optimismo rara vez visto en el resto del mundo en desarrollo. Desde que el Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos -el centro de estudios e investigaciones estratégicas de la CIA- hace poco pronosticó que la India será la tercera superpotencia mundial en 2020, detrás de los Estados Unidos y China, este país desborda de autoconfianza, empuje y ambición.
La economía pasa por un momento floreciente. Creció el 8% anual en los últimos dos años, después de crecer un promedio de casi 6% anual durante los años 80 y 90. Comparativamente, América latina ha estado creciendo un promedio del 4,5% desde hace cuatro años. "Durante un largo período, parecía que estábamos creciendo bien, aunque no realmente dentro del grupo de países de mayor crecimiento", comentó Ahluwalia. "Sin embargo -agregó-, en los últimos tres años parece que nos hemos sumado al grupo de mayor crecimiento. Realmente comienzan a percibirse los beneficios de las reformas económicas que la India ha estado introduciendo desde 1991.
El gobierno de centroizquierda habla de la "Nueva India". La Fundación India Brand Equity, un centro de promoción encabezado por el sector privado, está promoviendo el país en el extranjero como "la democracia de libre mercado que más crece en el mundo". El diario The Times of India está publicando una serie de artículos titulados "La India está en marcha".
El principal soporte de crecimiento indú, los servicios:
En comparación con el desarrollo de China, que se basa en exportaciones de manufacturas e inversiones extranjeras, el desarrollo indio está sustentado en los servicios -especialmente tecnología informática y productos farmacéuticos- e inversiones locales.
"Nuestro crecimiento no está impulsado por el sector estatal, sino por el sector privado", me dijo en otra entrevista el ministro de Comercio e Industria, Kamal Nath. Las compañías de tecnología informática están convirtiendo a la India en el centro mundial para veintenas de servicios de contratación externa, entre ellos contabilidad, ingeniería y diagnósticos médicos de rayos X. Los servicios significan y equivalen hoy a la mitad de la economía de la India, mientras que las manufacturas son sólo el 17%.
La industria manufacturera, posible motor de crecimiento humano:
De acuerdo con los funcionarios, si la India puede en los próximos cinco años alcanzar la meta de aumentar el sector de manufacturas para que signifique el 25% de la economía -un objetivo clave en su esfuerzo para sacar de la pobreza a sus, según se estima, 270 millones de pobres- el país podrá tener índices de crecimiento mayores que China.
"Contamos con una enorme ventaja demográfica: una población mucho más joven", añadió el ministro Nath. Con casi un tercio menor de 15 años, la población de la India es mucho más joven que la de China, y por lo tanto lista para ingresar en la fuerza laboral.
El modelo político puede jugar a favor de India:
Pero la mayoría de los habitantes indios parece pensar que, en la carrera del desarrollo, la India será la tortuga y China la liebre. A la larga, según ellos, su sistema democrático hará a la India más atractiva para el resto del mundo, y hará que sea menos probable un estallido social.
(...) Mi opinión: la India de hoy es la China de hace 15 años. Pero India está ganando terreno rápidamente. Tiene una población joven con una elite técnica sumamente capacitada, un sistema democrático, y una tradición espiritual que la ayuda a proyectarse como una potencia regional que no es amenazante, y un consenso general sobre la necesidad de continuar con su apertura económica. No me sorprendería que, la próxima vez que venga a la India, mirando el horizonte vea gigantescas grúas, menos bueyes en las calles y un flamante aeropuerto internacional. India está despegando.
Fotos del presente social de India en Polar Inertia
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