sábado, enero 19, 2013

Academias de la lengua valenciana y el pancatalanismo

Imagen del artículo de CCV
Sobre el tema de la lengua valenciana y su normativa hemos hablado varias veces, a través de sus instituciones o de sus participantes (Francisco Almela y Vives, Ubieto Arteta, Vicente Luis Simó Santonja). A propósito de las instituciones de la lengua, hemos visto la existencia de dos academias, una de las cuales ha sido desplazada en beneficio de otra con visos de constituír un acuerdo con instituciones catalanas y catalanistas. En estos días, esta posición dividida de los académicos de la lengua fué recordada en las discusiones de las cortes valencianas, en la voz del diputado Rafael Ferraro. Parecería ser que la crisis pudiera llegar a poner las cosas en su lugar. Sobre ésto, el diario Las Provincias (artículo firmado por Héctor Esteban):
El 19 de diciembre, el electrónico de Les Corts Valencianes se iluminó un punto rojo como un islote perdido en el océano. Era el escaño del diputado del PP Rafael Ferraro que, como ya es tradición, votó en contra del presupuesto de la Generalitat para la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), el ente normativo que vela por la lengua propia de la Comunitat. El resto del marcador reflejó 50 puntos verdes a favor del PP y 42 abstenciones en naranja de la oposición. Ferraro, en esta ocasión se quedó solo ya que Fernando Giner, su cómplice en el frente contra la AVL, se equivocó al apretar el botón como reconoció en pasillos.
Ferraro pasó a la ofensiva el pasado martes con el mismo asunto y sin dobleces le pidió a la consellera de Educación y Cultura, María José Catalá, que cierre la Acadèmia Valenciana de la Llengua «por catalanista».
La petición se realizó durante la ronda de contactos que los parlamentarios del PP han mantenido estos días con los miembros del Gobierno valenciano. Ferraro, que no esconde su posición contraria al ente normativo de la Generalitat, pidió la palabra casi al final de la reunión con Catalá. El diputado popular, que aterrizó en el PP desde Unión Valenciana, exigió a la titular de Educación que en los colegios e institutos de la Comunitat «no se enseñe el catalán, que es lo que se está haciendo». Durante su intervención incluso pidió al Consell que cierre la AVL.
Ferraró apuntó, según varios de los presentes en la reunión, que en los centros docentes «se imparte catalán en lugar de valenciano». El diputado popular incluso es partidario de retirar el sueldo a los académicos ya que entiende que debe de ser una tarea vocacional.
El ex de Unión Valenciana siempre ha defendido que el papel que actualmente ejerce la AVL lo podría hacer la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV). Así lo ha expresado a sus compañeros de partido las veces que ha hecho falta. Ferraro es uno de los diputados que tiene la defensa de las señas de identidad como uno de los pilares fundamentales en su ideario.
La propuesta se quedó en el aire. La consellera de Educación, María José Catalá, no se pronunció y la reunión finalizó poco después de la rogativa del diputado del PP. La Acadèmia Valenciana de la Llengua es una institución normativa que impulsó Zaplana con sus correspondientes consultas a Jordi Pujol y fue aprobada por PP y PSPV, que se repartieron el perfil de los candidatos a académicos.
El órgano normativo, que desde hace algunos años se mantiene en un silencio mediático, vivió episodios memorables como el día en el que entonces conseller de Educación, Alejando Font de Mora, presidió por sorpresa un pleno del ente en el que se iba a aprobar un dictamen que equiparaba el valenciano y el catalán. Finalmente, la propuesta no salió adelante.
Ahora es el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el que en su oleada por la austeridad y el control del gasto actuará contra el ente normativo. La idea que maneja el Gobierno valenciano es reducir de 21 a 11 el número de académicos, por lo que no cumple las expectativas de Ferraro de que se baje la persiana de la institución, que sigue en la sede provisional de San Miguel de los Reyes. Su sede definitiva era un local en la calle Flora, junto a las instalaciones de la Cruz Roja. Una pretensión que lleva años estancada.
La renovación del número de miembros de la Acadèmia implicaría el blindaje de los nuevos consejeros durante 15 años más. En la actualidad, en la AVL trabajan 32 empleados, según el informe de la Sindicatura de Comptes del ejercicio de 2011. Los académicos, según la documentación del ente fiscalizador de las cuentas públicas, cobraron un global de más de 405.000 euros.
Sobre el orígen y sentido de la AVL, así como sobre las subvenciones que ésta recibe aún en épocas de recortes, algo tiene que decir el Círculo Cívico Valenciano:
La Academia Valenciana de la Lengua (AVL) nació por deseo expreso de Jordi Pujol (CiU) en los años 90 a cambio de facilitar la gobernabilidad de España a José María Aznar (PP) en 1996, con la finalidad de unificar normativamente valenciano y catalán, y normalizar de manera definitiva el uso del catalán en la Comunitat Valenciana, aduciendo el falso origen catalán de nuestra milenaria lengua, y la "doble denominación" valenciano - catalán "documentada a lo largo de los siglos" (esperamos ver esos documentos algún día).

Hemos indagado en los presupuestos de 2012 de la Generalitat Valenciana, y hemos descubierto, un año más, que el Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) sigue colaborando y dotando generosamente a esta entidad de indecentes presupuestos para que prosiga sin rémora ni trabas su labor de subversión y falsificación histórica, filológica y social.

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