jueves, marzo 13, 2014

Hegemonías y cereales

China acaba de dar un paso nuevo e importante en el crecimiento de su influencia económica: una compañía china de base estatal ha comprado a Nidera, uno de los operadores mundiales de granos. Un negocio de un número reducido de participantes; Nidera es quizá uno de los menores operadores entre los grandes conglomerados, pero suficientemente conveniente como para pagar 17.000 millones de dólares por el 51% de la empresa. Una vez más, China también mejora su posición en Latinoamérica, particularmente en Argentina, donde Nidera ha mantenido tradicionalmente una de sus sedes centrales. El control del agro y sus industrias relacionadas son ya críticos en el mercado mundial, y China abre su trinchera. Del editorial de La Nación de Argentina, dejando de lado las referencias locales:
La National Cereals, Oil & Foodstuffs -Cofco, según sus siglas en inglés, gigantesca empresa procesadora de productos y servicios agrícolas de lo que en otro tiempo fue el Imperio Celeste, se ha quedado con el 51 por ciento del paquete accionario de Nidera. Se pueden hacer interpretaciones varias sobre lo que eso significa. En lo esencial, expresa la voluntad de la gran potencia oriental de constituirse no sólo en la mayor compradora de granos del mundo, sino en uno de los árbitros de las decisiones que se tomen en Occidente en relación con las operaciones generales sobre las principales commodities agrícolas.
Los chinos acaban de comprar, además, Smithfield Foods, la mayor productora norteamericana de carne porcina, con sede en Chicago, y se encuentran en negociaciones para quedarse con la división agrícola de Noble, otra estrella mundial de la alimentación, asentada en Hong Kong, y con plantas de acopio de cereales en la Argentina, además de contar con una participación en un puerto en Timbúes, cerca de Rosario.
Si a lo largo de añares los Estados Unidos y Europa fueron actores centrales en ese renglón de la alimentación mundial, ahora habrá que tomar en cuenta a China. Nidera se caracterizó siempre por la seriedad y discreta reserva con que manejó sus operaciones comerciales y financieras, sobre todo en mercados en los que no ha cotizado en bolsa, y nada se diga, por lo demás, de la circunspección china para los negocios.
Eso explica la amplitud del abanico de especulaciones sobre el precio que ha costado a estos últimos quedarse con el poder mayoritario para las decisiones de una empresa que ha sido modelo de creatividad e innovaciones agronómicas y tecnológicas en semillas, aceites, fertilizantes y herbicidas, entre otros renglones de una actividad que ha desarrollado en decenas de países durante casi un siglo de existencia.
Nidera nació en Rotterdam, Holanda, en 1920, y apenas nueve años después inició sus operaciones en la Argentina. Tan asociado ha estado nuestro país a su desenvolvimiento que la palabra "Nidera" es un acrónimo hecho con las iniciales de varios países: comienza con Holanda (Netherlands) y cierra con la Argentina.
Aquí ha realizado un trabajo relevante en la producción de semillas de maíz, trigo, girasol y soja, ésta en las últimas décadas, y ha sido una fuerza que ha tonificado con su impulso las exportaciones del país hacia el mundo.

No hay comentarios: