sábado, diciembre 12, 2009

África en América, visto por Borges


En su Historia Universal de la Infamia, Jorge Luis Borges ironiza sobre las inesperadas consecuencias de las denuncias del Padre Las Casas en el futuro de América...
la causa remota
En 1517 el p. Bartolomé de Las Casas tuvo mucha lástima de los indios que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, y propuso al emperador Carlos v la importación de negros que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas. A esa curiosa variación de un filántropo debemos infinitos hechos: los blues de Handy, el éxito logrado en París por el pintor doctor oriental d. Pedro Figari, la buena prosa cimarrona del también oriental d. Vicente Rossi, el tamaño mitológico de Abraham Lincoln, los quinientos mil muertos de la guerra de secesión, los tres mil trescientos millones gastados en pensiones militares, la estatua del imaginario Falucho, la admisión del verbo linchar en la décimotercera edición del diccionario de la academia, el impetuoso film aleluya, la fornida carga a la bayoneta llevada por Soler al frente de sus pardos y morenos en el cerrito, la gracia de la señorita de tal, el moreno que asesinó Martín Fierro, la deplorable rumba el manisero, el napoleonismo arrestado y encalabozado de Toussaint Louverture, la cruz y la serpiente en Haití, la sangre de las cabras degolladas por el machete del papaloi, la habanera madre del tango, el candombe.
En la introducción al cuento "El atroz redentor Lazarus Morell".

No hay comentarios: