martes, octubre 28, 2008

La ciencia en Argentina



Un artículo de Julio Orione sobre la ciencia en Argentina, hace una breve historia que da una visión algo desoladora. Muchas veces se ha elogiado la posición relativa del país en el desarrollo de ciencia y cultura, pero realmente, visto en una reseña, no son muchos los hitos que se pueden defender. La usual reivindicación de Sarmiento como impulsor de ciencia y educación, no rinde un gran número de logros, ni muestra continuidad.
En pocos años, siguiendo la obra visionaria realizada décadas antes por Bernardino Rivadavia, no sólo trajo al país a investigadores de la talla del naturalista Germán Burmeister y el astrónomo Benjamin Gould. También creó la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba con un nutrido conjunto de sabios europeos, celebró los trabajos científicos de Francisco J. Muñiz y auspició la carrera arqueológica y paleontológica de Florentino Ameghino, a quien identificó como el campeón de las nuevas ideas evolucionistas que se expandían por el mundo a partir de la obra revolucionaria de Charles Darwin.

Sarmiento desplegó en la Argentina lo que Gerald Holton llamó "el programa de investigación jeffersoniano", una actitud que busca desarrollar investigaciones científicas en consonancia con el contexto de una sociedad dada en un momento dado. El ánimo arrollador del sanjuanino y su visión de futuro le permitieron identificar algunas de esas áreas: el conocimiento del territorio, su historia y sus riquezas, a través de la obra geológica y paleontológica de Burmeister, Muñiz, Ameghino y los investigadores de Córdoba, y la mirada hacia los cielos por medio del observatorio comandado por Gould. Al mismo tiempo, Sarmiento impulsaba a los ganaderos a leer a Darwin para que hallaran en su obra la explicación científica de la selección de especies que ellos hacían de manera empírica.
Le faltaría acotar a esa enumeración sobre la obra de Sarmiento en una época tan tardía como la que va de 1860 a 1880, que ésta empalidece frente a la iniciativa científica y tecnológica de Estados Unidos, que para entonces todavía era un país emergente, y al estado coetáneo de las sociedades europeas. Es el esfuerzo en educación, y la promoción de la entrada de la innovación técnica a través de concesiones ferroviarias y apertura a la industria europea su logro más importante. Sin embargo, éste es un aspecto que igualmente ha sido cuestionado abundantemente con razón, ya sólo sentó bases para el desarrollo condicionado de los siguientes cincuenta años. Si se sigue el estado de la sociedad argentina de las décadas de 1860 a 1900, no se observa desarrollo tecnológico y científico, sino entrada de capitales y enriquecimiento de nuevas capas de la sociedad. El destacado esfuerzo sarmientino está sobredimensionado, sin dejar de reconocer su mérito: alrededor suyo las cosas no son iguales, y basta leer ejemplos de la literatura de la época para reconocerlo: Payró, el Comandante Prado, Mansilla, Martel, D'Amico no encuentran muchos vestigios de estos esfuerzos en la sociedad que retratan.
Hacia finales del siglo XIX, la Argentina vivió un período de extraordinario crecimiento económico que, sin embargo, no tuvo paralelo en la actividad científica. El historiador José Babini llamó a ese período "la crisis científica del 90", cuando el empuje inicial de Sarmiento se enlenteció al no tener continuadores con su misma visión estratégica del desarrollo del país. En un viaje a Estados Unidos, el sanjuanino había advertido que era imperioso diversificar la producción. Pero la explosión de las exportaciones de materias primas ocurrida en el fin de siglo oscureció esas propuestas: las mieses y el ganado parecían la única respuesta a las necesidades de una nación que recibía al mismo tiempo millones de nuevos pobladores provenientes del Viejo Mundo.
No es distinto el panorama al entrar al siglo XX. En todo caso es peor; recordar que la Universidad sólo en 1918, con la Reforma "había dado un fuerte golpe al quietismo tradicionalista" y que " la actividad científica no escapaba de marcados enfrentamientos en el seno de las instituciones académicas", revela que las generaciones de educadores e investigadores que hasta entonces hubiera, no brillarían por su innovación y audacia investigativa. No se trata de que existan destellos, sino de que generaciones de educadores e investigadores se acumularan sobre el país.
Probablemente llevado por prejuicios políticos e ideológicos, Orione desvalora y descalifica por "filofascistas" los desarrollos tecnológicos producidos a partir de iniciativas del ejército. Es cierto que los sucesivos gobiernos militares expulsaron generaciones completas de egresados universitarios, especialmente a cualquiera que fuera brillante y opositor, pero también es cierto que en la estructura militar se construyeron una buena parte de los pocos proyectos con continuidad y desarrollo autónomo de la investigación, sea en el acero, en la producción de material de guerra, (aviación, comunicaciones satelitales, proyectiles y cohetes), o en la investigación de la energía atómica, que Orione en este caso reconoce.
¿Qué queda de trabajo cientifico en esta revisión del siglo XX? Algunos esfuerzos de investigación en el ámbito privado, algunos proyectos cuestionados
en el ejército, algunos proyectos materializados en la Universidad, y muchos, muchos emigrados. Orione debe tener en cuenta que no sólo se emigró por persecusión política: se emigró mucho más por ahogo de objetivos, por falta de interés en el Estado y en la industria por la investigación, salvo excepciones. Y sí, sin duda, para conducirnos a un presente y un futuro crecientemente ramplón y embrutecido, como lo demuestra cualquier repaso a la actividad nacional. Existen excepciones, y el desarrollo de la industria de software o la investigación en energía atómica son casos destacados, pero lo normal es que las iniciativas sean de particulares, sin un plan orgánico y continuado. Algo nada nuevo. Las clases dirigentes argentinas no ven la necesidad de tener objetivos nacionales, superiores a los intereses de sector o partido. En un mundo tecnológico, comunicado, educado, cada vez más pequeñitos...
La fotografía: construyendo un reactor en el INVAP, en Bariloche.

domingo, octubre 26, 2008

Cómo afectará la crisis a China (y a India)

La crisis comienza a afectar a China, por donde es inevitable: sus exportaciones.
China sufrirá el impacto del traslado de las consecuencias de la crisis financiera global a la economía real, según el presidente del Banco Central chino, Zhou Xiaochuan. El funcionario advirtió que el país asiático "es muy dependiente de la demanda extranjera", por lo que "la merma de la exportación a consecuencia de la crisis podría tener un impacto negativo".

Según informó la agencia oficial Xinhua, el último informe del organismo señala que la crisis financiera mundial añade cierta incertidumbre a las perspectivas de crecimiento chino, "aunque no lo frenarán".

Asimismo, añadió que el país debe ser cauto con los reajustes en las políticas, porque los precios podrían fluctuar con frecuencia en el futuro.

El Banco Central fortalecerá el sistema de supervisión y creará programas de emergencia para tratar los posibles efectos negativos en el sistema bancario chino. Además, Zhou indicó que la entidad que gobierna vigilará de cerca al sector inmobiliario y mejorará los servicios financieros en este mercado.

Debe sumarse a esto la creciente exigencia de respeto a estándares internacionales en su producción. Según El Economista, afirmaciones de Wen Jiabao:

El primer ministro chino, Wen Jiabao, se excusó el sábado en Pekín por el escándalo de la leche infantil contaminada y prometió que las exportaciones de alimentos chinas seguirán las normas internacionales y se ganarán la confianza de los clientes en todo el mundo.

"Nos apenó mucho" el caso de la leche con melamina, dijo Wen a la prensa tras la clasura de la cumbre Asia-Europa de dos días en la capital china.

"Utilizaremos nuestras acciones y la alta calidad de nuestros productos para ganarnos la fe y la confianza de los ciudadanos chinos y del resto del mundo", aseguró.

Estos elementos forzarán cambios internos, indudablemente.

Argentina, cada lustro un saqueo

En medio de la mayor crisis económica mundial en setenta años, y tangencialmente relacionado, el gobierno argentino acaba de acometer el mayor saqueo desde 2001, al reestatizar los fondos de pensión que se crearan en la década anterior. Cumplen así un objetivo más o menos anunciado durante toda su gestión, y anticipado hace pocos meses con la apertura "por única vez" de la posibilidad de reafiliarse al sistema estatal. Se trata de una apropiación monumental de fondos, tanto por lo que el fondo acumula hoy, como por lo que representa como ingreso anual. Y nadie duda de que sea una apropiación, porque aunque se argumente que su finalidad es proteger los fondos de los aportantes, públicamente distintos funcionarios, y muchos entusiastas seguidores, ya planean qué se podrá hacer con ellos. Y conste que se trata de los planes públicos; luego está la cruda realidad de cincuenta años de sistema estatal, que ha demostrado para qué sirven de verdad estos fondos en manos de los gobiernos de turno. El futuro administrador de los fondos, ha dicho sobre su utilización:

El director ejecutivo de la Anses, Amado Boudou, dijo ayer a LA NACION que el gobierno de Cristina Kirchner no aceptará la inclusión de una cláusula que obligue a usar sólo con fines previsionales los fondos que sean transferidos del sistema de capitalización al estatal de reparto por la ley que disponga la eliminación de las AFJP. "A mí la intangibilidad es una palabra que no me gusta nada", admitió Boudou.

"Es más fuerte darle autonomía económica y financiera a la Anses, como fija la ley de la Presidenta", dijo.

En la entrevista con LA NACION, Boudou también reconoció que la Anses hará inversiones en bonos para financiar al Estado "para obra pública, infraestructura estratégica, proyectos productivos y para el consumo". Enseguida relativizó el anuncio al afirmar que no se modificará sustancialmente lo que ocurre en la actualidad con los fondos que manejan las AFJP y el Estado. También agregó que tomarán acciones y títulos de empresas privadas que tengan rendimientos razonables.

Es decir, al menos no debiera argumentarse que las AFJP arriesguen los fondos de pensiones, cuando no admiten garantizarlos y proyectan cómo gastarlos. La propia experiencia de ANSES bajo esta administración es la de aceptar pésimos negocios para sus administrados, aceptando letras del estado a la menor tasa de mercado, y devolución a plazos que recortan el capital prestado.
¿Por dónde empezar? Que sea por los argumentos en favor de la "nacionalización".
Uno de los argumentos fundamentales es tachar al sistema privado de ineficiente, de perder dinero, y de "que los recursos de nuestros jubilados no sean fuentes de especulación".
Estos argumentos omiten la responsabilidad de los sucesivos gobiernos, que establecieron y determinaron el porcentaje de instrumentos públicos que las administradoras debían manejar, así como la imposición de la compra de títulos que de antemano se sabía que eran una pésima inversión. Las AFJP llegaron a la crisis de 2001/2002 manteniendo en su poder un volúmen de títulos del estado que provocaron su más radical caída de patrimonio. Si en el pasado el sistema de jubilaciones del estado fue usado para completar su caja de gastos, una vez privatizados, se aseguraron los instrumentos para no perder esta fuente de financiamiento, arrastrando los fondos en la caída brutal de 2001. Ninguna acusación de ineficiencia puede lavar la responsabilidad ineludible de los sucesivos gobiernos en sus resultados: las AFJP fueron atadas al destino del estado.
El argumento que cuestiona los fondos como fuente de especulación no refleja las reales posibilidades de efectuar operaciones de los fondos, más conservadoras de lo que le resulta permisible a cualquier operador de bolsa. Por otra parte, nada asegura que esa capacidad especulativa no será transferida al Estado. Un antecedente de 2007 da una idea clara de lo que se puede esperar: la creación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad manejado por ANSES muestra discrecionalidad en el manejo de fondos, y control de gestión mínimo. En La Nación, al respecto:

La Anses puede destinar hoy el 65 por ciento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (donde se recaudan los excedentes de recaudación previsional) a "operaciones de crédito público de las que resulte deudora la Nación, ya sean títulos públicos, letras del Tesoro o préstamos". Sin embargo, lo más llamativo es que ese porcentaje "será del 100% siempre y cuando la Anses presente superávit previsional proyectado para los tres ejercicios siguientes".

Así figura en el primer artículo de la reglamentación del decreto 897, que dictó el Gobierno el año pasado cuando se creó el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. En ese reglamento se especifica en qué se puede invertir los fondos que allí se recauden, por lo que si no es modificado, el Estado podrá destinar hasta el 100% de los recursos en operaciones de crédito público.

En cambio, hoy las AFJP tienen un límite más acotado: pueden destinar el 50% de sus carteras a este tipo de operaciones. Para el control, el decreto 897 dispone crear un consejo asesor integrada por la Anses, empresarios y trabajadores. Sin embargo, aún no fue creado. Sólo ahora el Gobierno la ofrece como garantía de control.

Otro argumento aduce operaciones ilegales y comisiones excesivas. Se supone que la existencia de una Superintendencia debía controlar la gestión, y asegurar el adecuado uso y preservación de los fondos. Si los sucesivos gobiernos no pudieron asegurar la existencia de los excesos sólo ahora denunciados, ¿qué nos garantiza que esos mismos excesos no van a ser cometidos en el futuro?
Si los sucesivos gobiernos desconocieron la legislación en cuanto a destino y custodia de los fondos, retribución al jubilado conforme a ley, control y fiscalización del circuito de recaudación y entrega de capital; si esto fue así siempre, ¿quién puede confiar en que el estado expropie literalmente las pensiones sin hechar mano a ellas, en el marco de complicaciones financieras futuras?
Queda un aspecto más, la confiabilidad y juricidad de las instituciones argentinas: Un sistema lanzado hace alrededor de una década, ha sido destruído en la siguiente. En palabras de Joaquín Morales Solá:

Empresarios, inversores y financistas venían pidiéndole al Gobierno mejores formas y reglas del juego creíbles. Nada nuevo. Nada del otro mundo. Hicieron las cosas al revés: las pocas reglas del juego fueron consumidas por un fuego autoritario. Y las formas sólo agravaron un sistema bonapartista de poder. Néstor Kirchner nunca consultó su decisión de estatizar los fondos de pensión con los ministros de Economía, Carlos Fernández, y de Trabajo, Carlos Tomada. El jefe de Gabinete, Sergio Massa, andaba buscando alternativas (como la libertad permanente de optar entre lo privado y lo estatal para los aportantes) cuando ya el pulgar de Olivos había bajado definitivamente para los fondos privados. Todo sería estatal. Tampoco nunca se le consultó la opinión al Banco Central. Sólo Kirchner y el escribidor de sus leyes, Carlos Zaninni, conocían la decisión final. Los ministros ignoraban la trama de la obra que deberían ejecutar luego.

(...) El pequeño mercado de capitales argentino ha sido destruido. Muchas empresas, y los propios comercios de ventas populares, se financiaban con préstamos o fideicomisos de las AFJP. El titular del Anses, Amado Boudou, anunció que su organismo (estatal, por supuesto) seguirá interviniendo en el sistema de financiaciones. Algunas preguntas, entonces, se hacen necesarias: ¿qué hará la Anses de Kirchner con el pedido de créditos por 500 millones de dólares que Mauricio Macri les hizo a las AFJP para obras de infraestructura en la Capital? ¿Qué le responderá al crédito que pidió el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, que ya lanzó su candidato presidencial para 2011 contra los proyectos del kirchnerismo? ¿Los empresarios deberán pasar por Olivos para pedir la bendición de Kirchner cada vez que necesiten un crédito de los fondos de pensión? La decisión final será siempre de Kirchner.
Se acumulan las preguntas sobre la administración futura, y cada nuevo aspecto oscuro, remite además a otra característica de esta decisión: la improvisación y falta de consulta. Ha sido sólo a posteriori que se ha comenzado a estudiar el alcance de la medida: primero fue necesario ver us impacto en la bolsa argentina e iberoamericana. ¿Podía haberse hecho de otra manera? ¿Si en efecto se consideraba ineficiente el sistema, podría haberse ajustado con correcciones?

Sólo de las noticias de estos dos o tres últimos días, algunas referencias críticas:
El reportaje mencionado al jefe de ANSES muestra el estilo y objetivos de uso de los fondos que se puede esperar. Un repaso a su lectura da una idea de lo que se puede esperar.
El editorial de Morales Solá en La Nación.
Eduardo Melinsky argumenta en favor de la alternativa de una reforma del sistema actual, y plantea aspectos de las pérdidas a que se verán sujetos los aportantes forzados a salir de las AFJP:
Los afiliados verán cambiada la estructura técnica de los beneficios futuros, que ahora responderán a un régimen de beneficios definidos en función de la Prestación Adicional por Permanencia, en lugar de estar determinados por la capitalización de sus aportes. Lo mismo ocurrirá con los aproximadamente 300.000 beneficios en curso por Retiros Programados, que tendrán una movilidad sujeta al régimen general aprobado. Se altera así la reforma estructural hecha con la sanción de la ley 24.241.
El ex ministro de Economía Roberto Lavagna también cuestiona el proyecto, y propone alternativas:
"No es bueno para los argentinos que, una vez más, nos quieran llevar como ganado de un extremo al otro", embistió el ex jefe del Palacio de Hacienda, quien enseguida evaluó que la iniciativa oficial "replica la lógica de los 90 sin la reflexión y el tiempo imprescindibles para encontrar las mejores propuestas"
"Hace sólo unos años nos llevaron prácticamente de forma compulsiva al régimen de la jubilación privada porque el Estado había fracasado. Ahora nos quieren llevar de las orejas al régimen público otra vez, sin consultar a los legítimos propietarios de los fondos, porque nos dicen que las AFJP han fracasado"
Un artículo de José Luis Espert, publicado también para Ámbito Financiero de Argentina, resume la magnitud de la expropiación de fondos:
Ahora se van a hacer de $13.000 millones anuales que antes recaudaban las AFJP para el fondo de jubilaciones y pensiones y $1.100 millones anuales de disminución del gasto en intereses que ahora el Tesoro le "pagará" al ANSES. Mejora en el resultado fiscal de 2009: $14.100 millones o 1,1% del PBI que terminará transformándolo en superavitario por $5.300 millones cuando el consolidado (Nación más Provincias) tendía a un déficit global $8.800 millones. Además, tendrán un ahorro de $2.000 millones (u$s 600 millones) de amortizaciones de bonos en manos de las ahora en vías de extinción AFJP. Total de mejora de caja para el próximo año por la creación del SiPE (Sistema Previsional Argentino): $16.100 millones o u$s 4.600 millones.

Para tener una idea más profunda de este "numerazo", basta mencionar que los vencimientos de deuda pública relevantes para 2009 eran de u$s 8.000 millones, el resultado primario de la Nación iba a andar cerca de los u$s 5.500 millones de superávit (lejos de los ridículos u$s 11.000 millones del Proyecto de Presupuesto), que el superávit comercial del próximo año será superavitario por sólo u$s 6.600 millones (el gobierno piensa en u$s 12.000 millones) y que lo que el gobierno piensa recaudar si realiza el canje de deuda con los holdouts y los préstamos garantizados son u$s 3.600 millones. Pero la "bombita" de tiempo fiscal que nos hemos comprado para el futuro cuando los activos de hoy se jubilen es del tamaño de un meteorito. Y falta ver todavía la caída inmediata que habrá en el crédito privado (crowding out).

Con los anuncios de la Presidenta, a los afiliados a capitalización les borraron de un plumazo su fondo de pensión (confiscación de acá a la China) y se lo "sustituyeron" por una jubilación en el Estado que teóricamente depende de su antigüedad, sus años de aportes y su salario en la etapa activa pero que en realidad estará sometido a los caprichos del señor feudal que le toque soportar en la Casa Rosada. Y el verdadero motivo es que al gobierno le estaba costando mucho levantar el cash necesario para pagar los u$s 17.000 millones de deuda pública que hoy están pasando desde las AFJP al ANSES. Se estaba transformando en molesta.
Finalmente, un último aspecto: ¿Advierte la sociedad argentina qué es lo que ha sucedido? Creo que no mayoritariamente; peor que en el focejeo de meses con el campo por las retenciones, una parte de la sociedad acepta los argumentos gubernamentales, aunque dentro de algunos años tenga que salir a las calles o inciar juicios colectivos para lograr una jubilación. Hoy pueden encontrarse en Argentina argumentos tan aberrantes como los expresados por Artemio López, que no sólo barniza el desfalco, sino que además castiga a los expropiados.

viernes, octubre 24, 2008

La Crisis en los emergentes

Frente a los generalizados comentarios de analistas que anticipaban que los emergentes estaban al margen de la crisis de los mercados del Primer Mundo (Estados Unidos, Europa, Japón), tan pronto como la crisis estalló, sus análisis lo hicieron a su vez. Se puede ver ahora con claridad el alcance del poder de las economías emergentes; múltiples dependencias de las economías desarrolladas: sus exportaciones van allí, sus servicios de outsourcing se nutren de las órdenes de compra de allí, sus fondos están entrelazados, tanto porque están invertidos en títulos del mercado norteamericano o europeo, o tanto porque los fondos que invierten en sus países se repliegan para cubrir posiciones o ampararse en economías más robustas. Lo están viendo los grandes del BRIC: Brasil con su bolsa y moneda tambaleando, Rusia en desbandada, India resentida del retraimiento occidental, como China. Sin hablar del abrazo mortal que tienen las reservas chinas con el destino de los títulos de Estados Unidos. Ya no se oyen tan fuertes las voces de Venezuela o Argentina, aconsejando cómo se debe resolver la economía...

En India (Jeremy Kahn, en New York Times):

Foreign institutions, many desperate for cash to cover margin calls and redemptions at home, have been pulling money out of India. Since January, foreign investors have taken $11 billion out of the Indian market, which has lost nearly 50 percent of its value in that time. This wave of selling accelerated during the last month as stock markets in the United States and Europe plunged.

The withdrawals, combined with fears that slowing Western economies will crimp Indian growth, have led to some of the biggest one-day declines in India’s benchmark Sensex index since the country’s financial crisis in 1990.

The rapid exit of foreign capital has also set off a precipitous decline in the rupee, which slid to its lowest level ever against the dollar, breaching the 50-rupee barrier Friday.

The Reserve Bank of India, the country’s central bank, revealed that it has spent at least $8 billion to buy rupees in the market to soften the currency’s fall. Analysts said they suspected that the bank had an informal goal of trying to keep the rupee from trading at more than 50 to the dollar.
(...) India’s export sector is also anxious. Infosys and Satyam, two prominent outsourcing firms, have told investors that they expect weaker earnings as American and European companies pull back. Meanwhile, imports will be hurt by the rupee’s fall, which makes the cost of goods from overseas more expensive.
En China (Jim Yardley, NYT. Hay una versión en castellano de La Nación):
Chinese leaders say the domestic financial system is largely insulated from the global crisis — China’s banks remain domestically focused and have relatively small exposure to toxic securities sold by American and European banks. But economic growth has fallen to the lowest level in five years, unemployment is a growing concern, and scores of factories are closing in the country’s export region. Domestic stock exchanges have lost 65 percent of their value, and real estate sales have plummeted.
(...) Just last week, thousands of unemployed workers protested outside closed toy factories in Guangdong Province, the country’s export hub. Slightly more than half the country’s toy exporters shut down in the first seven months of this year, mostly small companies that struggled to cope with new safety standards as well as weakening Western demand, according to China’s customs agency.
(...) More pertinent to the United States is whether China will re-examine its strategy of financing American debt. Chinese experts say that the American and Chinese economies are so intertwined that Chinese leaders will not make any abrupt changes in their policy of directing the bulk of China’s foreign currency reserves to dollar-denominated assets.
En Latinoamérica, fundamentalemente comienza a afectar la caída del precio de los commodities, con pérdidas de precio cercanos al 50% en los principales productos (soja, petróleo, cobre), por efecto combinado de menores compras y retiro de inversores en los mercados de compras a futuro. ¿Estaba o no relacionado el aumento de los precios de commodities con la burbuja de instrumentos financieros?. Una revisión al mercado de Chicago puede dar una respuesta...¿Son tan poderosas las economías emergentes? La crisis con que inauguramos el siglo nos contará otras verdades.
Y estos efectos sin hablar de la "nacionalización" de los fondos de pensiones en Argentina, que coincide parcialmente, pero pertenece a otro mundo, el de su destino cada vez más oscuro.

domingo, octubre 19, 2008

Soros: renegociar hipotecas para estabilizar el mercado

George Soros, Presidente del Soros Fund Managemen:

"Hasta que no haya una perspectiva realista de estabilización en los precios de las viviendas, los valores relacionados con las hipotecas serán erosionados y los esfuerzos del secretario del Tesoro, Henry Paulson, equivaldrán a cero. Para reconstruir nuestro sistema hipotecario sobre una base más sólida, deberíamos mirar al modelo danés".

Sus propuestas:

  • Cambiar las hipotecas para que el capital no exceda el actual valor de mercado de las viviendas

  • Refinanciarlas con prestamos del estilo danés, donde el originador retiene el riesgo del crédito y cada hipoteca se convierte en un valor que es intercambiable en cualquier momento por la hipoteca

  • Eliminar las empresas patrocinadas por el gobierno (GSEs, por sus siglas en inglés) para poner fin al monopolio

  • "Un plan para reorganizar la industria hipotecaria, de acuerdo a estos lineamientos, estimularía la confianza que permitiría una recapitalización satisfactoria del sistema bancario con la ayuda del paquete de 700.000 millones de dólares aprobado la semana pasada", planteó

Leído en La Nación, el 10 de octubre.

Más allá de la solución ofrecida, la idea de sincerar el valor real de las viviendas hipotecadas es un reconocimiento de las bases de la burbuja: Se ha preguntado mucho en estas semanas ¿dónde está el dinero? Y lo que sucede es que probablemente una parte del capital que se dice perdido, no existe y nunca existió. Una buena parte de esta crisis es que hay un problema contable: quién está dispuesto a asumir que sus activos no valen lo que representan en sus balances. Y esto vale para toda clase de entidades financieras de Estados Unidos, pero también para Europa en general, y particularmente para las entidades españolas que se sustentaron en la burbuja inmobiliaria. Una burbuja propia, que existe y pesa con independencia de cualquier otra crisis que nos rodee. Por más que las autoridades apunten a remotos responsables.

sábado, octubre 11, 2008

Recursos humanos en España, según un periodista

En ocasiones en que observo algo con lo que desacuerdo en España, me asalta el escrúpulo de cuánto derecho tengo de hablar o juzgar, considerando que apenas conozco el país, y corro el riesgo de equivocarme por desconocimiento de múltiples variables. Diariamente me encuentro situaciones donde esto sucede, y por esto tiendo a no abrir discusión. Sin embargo, en este caso creo que tiene sentido, porque comparto el mundo del trabajo, y frecuentemente puedo observar casos que justifican lo que aquí se conversará. Además, este es un momento crítico, donde el país se pondrá a prueba en su capacidad de resistencia, salvo que esté muy errado.

El hecho es que en la sección Sociedad, de El Confidencial del 4 de octubre, Esteban Hernández publica una nota crítica sobre las características de la juventud y el trabajo en España ("Hoy no voy a trabajar, que estoy cansado"). Lo tuve que leer dos veces de punta a punta, para asegurarme que no se trataba de una ironía de dos páginas; atendiendo a los comentarios recibidos y al total escrito, parece que no, que es lo que el autor desea transmitir.
No se trata de la descripción del problema, sino de la definición del modelo que se espera de un trabajador. Probablemente en principio se pueda coincidir con la descripción del fenómeno, así como de las consecuencias. Pero en la definición de qué se espera, el autor declara uno de los puntos débiles de España.
Su presentación del problema:
...el ámbito de los recursos humanos es consciente de que tiene que afrontar un nuevo problema, el relacionado con la escasa motivación de unas generaciones que, dicen los expertos, no se implican suficientemente en la empresa y no muestran ambición ni deseo; en otras palabras, que carecen de hambre. Algo que se hace más apreciable si se contraponen las generaciones presentes con las que accedieron al empleo en décadas anteriores. Como advierte Carlos Jesús Fernández, profesor de sociología de la Universidad Complutense, “los empleadores consideran que los recién incorporados tienen un compromiso con el trabajo muy inferior al de generaciones pasadas: critican su indolencia, ya que en su opinión no se esfuerzan lo suficiente, se limitan a cumplir con su jornada laboral sin asumir esfuerzos adicionales y protestan mucho las decisiones que implican un sacrificio mayor por su parte”.
Y su idea de las causas:
Existe igualmente, cierto consenso en el sector respecto de las causas: la primera de ellas, como subraya Carlos J. Fernández, tiene que ver con la situación laboral en que viven los nuevos titulados: “Los jóvenes no perciben el fantasma del paro como una amenaza identificable, a diferencia de generaciones anteriores en las que el miedo al desempleo en un contexto muy competitivo les obligaba a demostrar su esfuerzo de forma más evidente”. En segundo lugar, muchas de las teorías contemporáneas achacan al bienestar de las naciones occidentales el adocenamiento y la pasividad de muchos de sus jóvenes.
Aunque, en buena medida, asegura José de Rafael, presidente de la AEC (Asociación de empresas de consultoría), “la culpa la tenemos los padres, que hemos hecho demasiado por nuestros hijos a todos los niveles, sin hacerles entender la lucha y el sacrificio por los que hay que pasar para conseguir los objetivos que nos fijamos”.Coincide Sonia Pedreira, Consejera delegada de Hay Selección, en señalar que esta falta de hambre proviene de haber vivido entre cierta opulencia, pero también “de no haber educado correctamente a los jóvenes en muchos sentidos”. Algo a lo que también ha contribuido, como resalta Fernández, que los jóvenes de hoy son “hijos de la LOGSE, reforma educativa menos exigente con el esfuerzo individual”.

El problema se presenta cuando el periodista describe qué se espera de los jóvenes:
¿qué hacer ante candidatos con expediente prometedor que rechazan una beca porque dicen ganar más y pasarlo mejor sirviendo copas? ¿O ante quienes se marchan a la hora de salida dejando su trabajo a medias? ¿O ante quienes se niegan a acudir a la oficina un sábado porque no les pagan horas extras? En el pasado, no había problema, señala Juan Carlos Cubeiro, director del MPA (Master in Personal Administration) de la Escuela de negocios del CEU, porque “el contrato consistía en intercambiar obediencia por un empleo de por vida. Hoy eso es una utopía por muchas razones. De modo que los jóvenes, como saben que no van a estar en ese puesto mucho tiempo, no quieren trabajar 14 horas diarias. Prefieren estar con sus amigos o su pareja”. Una situación, añade, ante la que sólo caben dos opciones: “O nos seguimos lamentando o la asumimos”.Algo que habrá que hacer, señala Sonia Pereira, “mientras subsista el contexto de muchas oportunidades laborales y déficit de talento en el que vivimos. Al menos, hasta 2012, cuando parece que cambiará la tendencia”.
Las empresas que están incorporando exitosamente nuevo talento narran que las mejores tácticas, (...) consisten, como explica Héctor Martínez, presidente de la Asociación de Escuelas de Negocio, “en tenerles en cuenta, informarles y hacerles participar en la toma de decisiones. Necesitan que creamos en ellos, que les demos confianza y oportunidades. Entonces vendrán a trabajar con motivación”


Como esto parece que es difícil de digerir, Hernández reconoce que:
(...) no podemos cargar la culpa de las disfunciones sobre los jóvenes. Porque, en ocasiones, lo extraño sería que no se resistieran a las condiciones en que se desenvuelven. Como subraya Carlos J. Fernández, “en España el número de trabajos precarios es muy elevado y los jóvenes encuentran difícil comprometerse con un trabajo en el que se le exige una disponibilidad total pero a cambio no se le da ni siquiera un contrato estable. La precariedad casa mal con la moral del sacrificio”.
(...) J. C. Cubeiro señala cómo hay empresarios que son conscientes de que es difícil gobernarles porque les pagamos poco, les damos poca responsabilidad y les tratamos casi como becarios”

Por supuesto,
Ya que el salario es bajo, tenemos que atenderles de otra manera”. Y eso supone adecuarse a sus exigencias relacionales: “Ellos no acepan trabajar para un tirano, de modo que cuando exiges algo tienes que explicar tus razones; demandan mayor equilibrio entre trabajo y vida privada, y hay que facilitárselo; y han sido criados con imágenes: son la generación wii, por lo que hemos de transmitir lo que queremos mucho más a través de historias que de análisis
Más o menos, transar con esta generación en espera del cambio de tendencia. Lo que no queda claro, pero es probable que así sea, que el cambio de tendencia signifique más hambre, como plantea al inicio de su artículo.
Diariamente me persuado de que mientras estas ideas persistan, la productividad española será baja. Ideas que se encuentran con frecuencia en la vida diaria laboral, en más casos de los deseables.

viernes, octubre 10, 2008

Inmuebles, crisis, y valor contable

Carlos Sánchez publica un artículo en El Confidencial, que da una explicación más que razonable de la lenta evolución de precios en el mercado de inmuebles español, y que, un día después, ratifica y llena de contenido lo que el presidente de las promotoras ha dicho. Lo esencial del artículo:
Se trata (...) de un fenómeno verdaderamente peculiar que no deja de sorprender a muchos analistas extranjeros: en España los precios de los inmuebles son prácticamente inmunes a la caída de la demanda, al contrario que en el Reino Unido o EEUU. ¿Tenemos en ciernes algún Premio Nobel de Economía? No parece que vayan por ahí los tiros. Se equivoca quien busque una respuesta económica a lo que ocurre en el mercado de la vivienda. Los precios de las casas no bajan, precisamente, por que no hay mercado. Ahí está la paradoja. Las causas parecen tener más que ver con la existencia de una especie de pacto de sangre (o de silencio, según se mire) entre la clase política, la autoridad monetaria y el mundo del ladrillo y de la banca para que no baje el precio de los activos inmobiliarios más allá de lo que se considera razonable. Lo cual es especialmente preocupante teniendo en cuenta que el Banco de España ha estimado que la vivienda está sobrevalorada en más de un 20% respecto a su valor de equilibrio. Con esta estrategia, se pretende evitar una situación parecida a la que ocurrió en Japón a principios de los 90, cuando el desplome del inmobiliario se llevó por delante establecimientos financieros que en su balance contaban con hipotecas que valían menos que las propias casas a precio de mercado, lo que les obligó a depreciar el valor de sus activos para dar una imagen fiel de su patrimonio. Es como si en lugar de dar una hipoteca sobre el 80% de valor de tasación de un inmueble se hubiera concedido sobre el 120% o el 130% (como, por cierto, ha ocurrido en EEUU con las hipotecas subprime). Imagínense la situación. La garantía hipotecaria (el valor del piso) es inferior a lo que se refleja en libros, lo que desde luego crea un problema tanto para el banco como al propietario, que está pagando intereses por algo que vale menos de lo que recibió prestado. Ni que decir tiene que los paganos de esta situación son los ciudadanos que quieran adquirir una vivienda, incapaces de comprender por qué los pisos no bajan de forma relevante cuando la economía está al borde de la recesión. Y aquí entra la perversión del sistema actual: bancos y cajas de ahorros prefieren engordar su patrimonio inmobiliario (convertirse en la primera inmobiliaria del país) antes que sacar las casas al mercado al mejor postor, lo que exigiría un recorte de precios. Un dato puede ilustrar la naturaleza del problema. Los créditos dudosos vinculados al sector inmobiliario (con garantía hipotecaria) equivalían en el segundo trimestre del año a 9.022 millones de euros, es decir el triple que hace apenas un año (2.282 millones de euros).

Sanchez considera también otro factor:
Según los expertos, otro factor puede estar influyendo en la resistencia de los precios a bajar en línea con lo que sería razonable en un contexto macroeconómico como el actual. La mayoría de los gobiernos autonómicos ha alcanzado acuerdos con los promotores inmobiliarios con el fin de reconvertir la vivienda libre en otra a precio concertado, lo que significa que el valor de las promociones tiene un suelo que no se puede sobrepasar. Una medida que impide que el mercado funcione, en este caso con el objetivo de favorecer a quienes quieran comprar una vivienda. En una palabra, no puede haber demanda cuando la oferta potencial no se adecua a la realidad económica por intereses de parte.
El punto es: ¿puede mantenerse un esquema de este tipo, si existiera, en el caso muy probable de que la crisis continúe?.
Por lo demás, sin encuestas a mano, la percepción es que la vivienda ha bajado ya un tramo mayor de lo que aparenta...

jueves, octubre 09, 2008

El río marcha hacia el mar, y si no puede por un camino, lo hace por otro: si un sector no entiende su momento, entonces probablemente aparezca entre las bajas. Más adelante habrá más que conversar, pero no quisiera dejar de citar esta declaración de ayer, del presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España:

Antes que rebajar los precios de las viviendas entre un 30% y un 40%, los promotores españoles prefieren regalarles esas viviendas a los bancos. Así de contundente se ha mostrado hoy el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE), Guillermo Chicote, quien ha asegura que el precio de la vivienda nueva ya no bajará más y que los promotores "profesionales" ya han realizado el ajuste posible de los precios desde el principio de año.

Durante su intervención en la jornada 'Perspectivas del Mercado de la Vivienda en España', organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en colaboración con la Fundación Rafael del Pino, Chicote explicó que los costes que comporta la construcción hacen imposibles rebajas de precios del 30% o 40%, a lo que añadió que antes que una rebajas similares los promotores prefieren "regalarle las viviendas a un banco".

En este contexto, Chicote aseguró que si el Gobierno "no hace nada", especialmente para recuperar la confianza y la liquidez en el mercado, la crisis del sector inmobiliario podría durar hasta cuatro años más. Por lo pronto, aseguró, el número de parados en la construcción podría alcanzar las 800.000 personas en 2008.

Visto en televisión, y leído en Cotizalia.