domingo, junio 23, 2013

Reflujo

Leo este domingo una noticia de la asociación española de productos para la infancia (Asepri), que comunica en el transcurso de la Feria de la Moda Infantil y Juvenil, un plan aparentemente inmediato de relocalización de textiles en la Comunidad Valenciana. En Las Provincias:
La asociación española de productos para la infancia (Asepri) va a levantar una fábrica en la provincia de Valencia para que las marcas españolas de textil puedan realizar en España su producción. El proyecto se encuentra en la última fase y la idea de la patronal es empezar a operar en julio. El presidente de Asepri, Vicente Mompó, abogó ayer por la «reindustrialización» del sector para que las empresas «vuelvan a fabricar aquí» en España, en lugar de producir en otros países como pueden ser Bangladesh, India o China, entre otros. Actualmente, más del 80% de la producción se realiza en el exterior según explicó Mompó.
Quizá sea todavía prematuro, pero este es un movimiento que se producirá, probablemente en forma selectiva, atendiendo a razones que la asociación explica. Comenzaremos a ver las consecuencias del cambio de escenario en Asia: en China y otros países se produce un moderado cambio social que carga los costos de producción, y ya no tiene beneficio fabricar a 10.000 kilómetros de distancia. Las razones enumeradas en la nota son totalmente válidas:
Experiencia de los consumidores acerca de la mala calidad de la producción asiática: en la industria de la infancia «la denominación de origen» es cada vez más importante y los consumidores tienden a mirar la etiqueta para ver donde se ha realizado el producto.
Aumento de los costos laborales en China: ya dicho, ya no les es rentable a los industriales del sector producir en China ya que los costes laborales han aumentado.
Peso decisivo del factor logístico: En el marco de la crisis actual la venta ha caído, y se ha hecho selectiva. La importación exije el envío de contenedores completos, lo que no es viable: el producto se transporta en barco por lo que la rentabilidad se logra pidiendo contentedores enteros.El bajo consumo actual hace que estos grandes pedidos no sean posibles en estos momentos.

Pero la relocalización no traerá las manufacturas que existían previamente: por un lado, los antiguos talleres han desaparecido (Los bajos costes de producción provocaron que muchas de las firmas históricas cerraran al no poder combatir con el low cost procedente de Asia).
Por eso la asociación se propone la creación de una factoría única (¿será viable?) que aplicaría técnicas modernas. Si
su éxito se debe a «su apuesta por el desarrollo de productos excelentes basados en cuatro atributos básicos para lograr la satisfacción de niños y padres: la seguridad, el diseño, la calidad y la innovación, unido a una buena relación diseño- calidad-precio».
entonces los requerimientos cambiarán respecto a los de un antiguo taller familiar. Este es un aspecto importante de la probable relocalización que podríamos llegar a ver: las manufacturas ya no serán tal como las conocimos, y tendrán más conocimiento y tecnología aplicadas, o morirán. Esto implica que no serán fácilmente un colector de mano de obra sencilla. La vieja situación en la que un trabajador con habilidades manuales fuera suficiente, está probablemente definitivamente enterrada. Abrá que hacerselo saber a las nuevas generaciones, y sus padres.