Esperando que el Emperador se reúna con su pueblo el lunes, para ser loado y aclamado, y conceder que seguirá en su lucha, rememoro tantos momentos semejantes en Argentina, en más de setenta años de peronismo. Comenzando por el día que decenas de miles de personas en Plaza de Mayo forzaron la salida del Lider de su prisión en Martín García. Cada ocasión en que una disputa con la oposición lo requería, recurrir a "los muchachos" (las masas peronistas reunidas en Plaza de Mayo) volcaba la balanza a favor, con un mayor apriete a quienes fueran los acusados de turno. Así, por siete décadas, con algunos intermedios. Como alguna vez dijo un amigo, se hace callar a la oposición "a peronazos".
Y así, estamos en espera de una nueva vuelta de tuerca. Si alguien piensa que renunciar es una opción, abandone toda esperanza.
España, cada vez más cerca de Argentina.
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