domingo, septiembre 11, 2022

Marías y la traducción


 No sé si porque la noticia se conoció después de mediodía, o porque en las radios que escuché a la mañana no se enteraron, ocupados en sus propios jardines, pero me enteré de la muerte de Javier Marías mientras leía un artículo sobre otra cosa en El Cultural, pasadas las seis de la tarde. Confieso que no leí a este Marías; si a su padre, y no estaba en mi lista de autores a conocer. Sin embargo, viendo las reseñas que van saliendo sobre su obra, lo debo agregar a la lista de los inmediatos. No puedo decir nada acerca de su trabajo, excepto esto que dice Fernando Diaz de Quijano, en El Cultural , a propósito de su tarea de traductor:

A su faceta como escritor hay que sumar la de traductor, docente y articulista. Con su traducción de Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, de Laurence Stern, logró el Premio de Traducción Fray Luis de León. También tradujo a Stevenson, Conrad, Faulkner, Yeats, Ashbery, Auden o Nabokov. Para él, traducir era "la mejor manera de leer un libro", porque "tienes que estudiar hasta el último detalle y volcar el texto a tu lengua de forma aceptable. La traducción es una excelente escuela para un escritor".

Nunca será lo mismo leer un autor en su lengua original o leerlo en una traducción, aunque sea muy buena. En el pasado leí todos los autores rusos o franceses que caían en mis manos...traducidos. Hoy raramente lo haría. Parece un adocenamiento del autor.  Por eso entiendo perfectamente esta posición de Marías: no hay que leer una traducción: hay que hacerla.

La foto, en XLSemanal, de Carlos Carrión.

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