sábado, junio 27, 2015

Comunidad Valenciana: de cómo una minoría puede condicionar a una mayoría


Consumado el ascenso del rejunte opositor en la Comunidad Valenciana, estamos en plena apertura de la caja de Pandora. ¿Es justo llamar a la coalición "rejunte"? Sí, si acaso aceptamos las palabras de la dirección socialista española, que afirma que no coincide con los nacionalismos y que sostiene la unidad de España. No, si vemos la cruda realidad de cada alianza puesta en práctica por el PSOE en cada comunidad disputada: la verdad pura es que, como proclama Podemos, el [primer] objetivo es destruír el poder del partido Popular en toda España, aliándose con cualquiera, donde "cualquiera" significa la extrema izquierda que desea destrozar al partido Socialista, y también los nacionalismos catalán, vasco, gallego, y cualquier otro que se cuadrara, que desean trozar España. Y el segundo se derivará del primero: la unidad de España a merced de minorías de izquierda en el poder gracias al PSOE.
Esta perspectiva estaba presente en la Comunidad Valenciana, y ahora es un hecho: ¿por qué no otra alianza, y sí una con Compromis? por los hechos se conocen las intenciones.
Tomo de Las Provincias la primera manifestación de importancia de lo que nos espera en el futuro próximo. Y me pregunto si esto es lo que tendremos que discutir en el futuro...El Bloque sabe qué tiene que buscar.
Resumo del artículo de J.Batista en Las Provincias:
La batalla por la cartera de Educación, una de las más sensibles del futuro Ejecutivo valenciano, provocó a última hora de la tarde de ayer la enésima brecha en el proceso de negociación abierto entre el PSPV y Compromís. En una reunión en Blanquerías, que debía servir para perfilar el mestizaje del segundo escalón del nuevo Gobierno, los socialistas exigieron a los nacionalistas quedarse con el titular de esta conselleria. Compromís, en cambio, maniobró para situar como responsable de ese departamento a Gràcia Jiménez.

La propuesta independiente de Compromís para tomar el relevo de María José Català supondría ceder a la corriente más extremista de la enseñanza una de las áreas más importantes del gobierno, tanto desde el punto de vista político como presupuestario. Jiménez es una destacada activista de Escola Valenciana, federación que pese a defender su independencia apuesta sin ambages por la unidad de la lengua, por la existencia de una única red pública y por la laicidad completa de los centros.
Morera confirmó por la mañana la candidata de su coalición. «Podemos confirmar que el nombre nos viene propuesto por la sociedad civil», dijo a Efe, refiriéndose a sindicatos, a Escola y a asociaciones de defensa de la lengua. «Es una persona que ya la podemos dar como válida», apuntó. La referencia a las organizaciones de trabajadores no es casual, pues la opción de Jiménez fue consultada al Sindicat de Treballadors de lEnsenyament (Stepv), la mayoritaria en la enseñanza pública y que se caracteriza por su marcado perfil combativo, nacionalista y especialmente escorado a la izquierda. Además sus postulados sobre valenciano y catalán y el modelo lingüístico de inmersión que debe funcionar en las aulas de la Comunitat -similar al de Catalunya- son coincidentes con los de Escola.
En otro artículo, Las Provincias informa sobre el carácter imperativo de el control sobre la educación:
El Consell Nacional del Bloc, celebrado de forma previa al Consell General de Compromís, ha aprobado una resolución por la cual condiciona su entrada en el futuro Consell presidido por el socialista Ximo Puig a que la coalición tenga "la iniciativa" en cuanto al nombramiento del responsable de la Conselleria de Educación y Cultura.
El control de la educación es clave para el futuro: lo demuestra la chulería catalana en su manejo,  negándose a cumplir las reiteradas sentencias judiciales para enseñar en castellano a quien sea de habla castellana. Ya lo dijeran otros en el pasado...

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