Turner:
Turner Broadcasting System (TBS), el gigante de los medios norteamericanos, anunciará esta tarde al presidente Néstor Kirchner una millonaria inversión, que tiene como objetivo potenciar en el país el desarrollo de productos durante los próximos años.Matías Longoni, en Clarín, sobre el próximo año agrícola:
(...) TBS invirtió en los últimos tres años más de u$s25 millones en adquisición y restauración, desarrollo y producción de contenido local y desarrollo de instalaciones de transmisión.
Tras un exhaustivo análisis de mercado para definir la ubicación de sus nuevas instalaciones, Turner se decidió por la Argentina porque considera que "surgió como el lugar estratégico y el mejor país receptor de la importante inversión" en América Latina.
TBS hará hincapié además ante Kirchner en la capacidad de los profesionales con que cuenta el país y la "infraestructura bien desarrollada" que posee.
En diciembre de 2006, TBS ya había hecho el anuncio de la adquisición de Imagen Satelital SA, de la Argentina por u$s235 millones.
En tanto, para el año que viene, Turner considera que este acuerdo traerá aparejadas otras 48 señales que se transmitirán desde Buenos Aires para la región.
Además, estas inversiones conllevan una demanda de empleo para 600 personas de forma directa y alrededor de 4.200 entre los directos e indirectos, que significarán una inversión en el primer año de 7 millones de dólares.
En la actualidad, Turner transmite desde sus instalaciones en Buenos Aires 12 cadenas tanto para la Argentina como para otros países de América Latina y emplea en el país a 1.600 personas de forma indirecta o directa.
El Departamento de Estudios Económicos de la bolsa rosarina hizo sus cálculos en base a una cosecha estimada en 89 millones de toneladas que, a los elevados precios de los granos, aportaría un ingreso a los productores de cerca de 14.565 millones de dólares. Descontando los costos de producción, estimados en 11.000 millones de dólares, la utilidad bruta del sector podría alcanzar los 3.565 millones. A su vez, luego del pago del Impuesto a las Ganancias (calculado en 892 millones), la utilidad neta quedaría en 2.673 millones.Sin embargo, una vez más, es necesario apuntar que la mayor actividad económica está estimulada por el reemplazo de actores económicos nacionales por nuevos participantes extranjeros. Así como lo es Turner, Clarín resume en su otro artículo la importancia de la presencia brasilera en seis sectores económicos argentinos: energía, carne, bebidas, cemento, acero para la construcción y productos textiles.
(...) Para dimensionar la ganancia que podría obtener el agro esta campaña hay que contrastar este trabajo con otro realizado por la Bolsa de Cereales porteña, que investigó la rentabilidad histórica de la pradera pampeana. Así, solo se encuentran cifras similares a estos 3.565 millones de dólares de utilidad bruta (antes de impuestos) en el ciclo 1995/96, cuando los precios de los granos batieron todos los récords; y en las campañas registradas entre 2002 y 2004, cuando la devaluación dejó a los chacareros ante una coyuntura de precios en dólares y costos en pesos. En el medio hubo años de quiebra generalizada, en especial la temporada 1998/99.
En el trabajo de los rosarinos, los ingresos del sector se calcularon a partir de los precios luego de retenciones. Es decir, con descuentos de hasta 27,5% para la soja, respecto de los valores internacionales. Es que también el Estado se beneficiará enormemente de la buena coyuntura agrícola: sus ingresos por derechos de exportación podrían superar los 3.000 millones de dólares.
Por otro lado, cabe la aclaración de que no toda esa millonaria suma irá a parar a manos de los productores (que por cierto manejan muy diversas escalas). Es que el trabajo no incluye dentro de los costos de producción los alquileres de campos, tan difundidos que se estima que más del 60% de la superficie agrícola está siendo arrendada. Es decir que una buena porción de esta renta la embolsarán los propietarios de dichos campos.
(...) la soja —una vez más— será la artífice del mayor movimiento de dinero en el sector. La oleaginosa ocupa 16 de las 30 millones de hectáreas sembradas y aportaría unas 44 millones de toneladas, casi la mitad de la cosecha total proyectada.
A partir de la devaluación de 2002, las empresas de origen brasileño consolidaron una posición de liderazgo, en algunos casos dominante, en seis sectores de la economía local: energía, carne, bebidas, cemento, acero para la construcción y productos textiles. Sólo hasta 2005, las empresas habían invertido US$ 5.200 millones en adquisiciones locales. Desde entonces, se concretó la venta del paquete mayoritario de Quilmes (US$ 1.200 millones) y, ahora, el ingreso de Friboi en otros dos frigoríficos (US$ 100 millones), además de un plan de inversiones de Camargo Correa para modernizar a Loma Negra. Son casi US$ 7.000 millones en apenas un lustro.Un aspecto fundamental, la declinación de importantes empresas familiares nacionales:
"Las empresas grandes de Brasil, a pesar de las altas tasas de interés para el mercado interno, recurren al Banco Nacional de Desarrollo, que les financian créditos al 7% anual. Además, cuentan con amplia salida al mercado externo de capitales, ya que el riesgo país de Brasil es bajo", dice Jorge Vasconcelos, de la Fundación Mediterránea.
El ingreso a cuatro de esos sectores se produjo en circunstancias similares: los brasileños le compraron directamente a familias representativas de lo que se dio en llamar la "burguesía nacional", que habían quedado fuertemente endeudadas en dólares tras la devaluación.Longoni se pregunta: ¿Es bueno o malo que tantos resortes de la economía se manejen desde San Pablo, Río, Minas Gerais o el nordeste brasilero?. Seguramente, en sus decenas de años de expansión americana, los empresarios brasileros siempre han tenido clara la respuesta a esta pregunta, en lo que hace a su propia nación.
Petrobrás le compró la petrolera Pecom a los Perez Companc, que en octubre de 2002 peleaba para no caer en el defalut y se transformó en el segundo jugador del sector energético, entre la producción de petróleo y gas y su poderosa red de estaciones de servicio, que pelea el segundo puesto del ranking con Shell.
Belgo Minheira (que es de capitales belgas, pero administrada desde Brasil) transformó el dinero que le había prestado a la familia Acevedo en las acciones controlantes de Acindar, la única fabricante de acero "redondo", como se llama al hierro para la construcción.
Camargo Correa adquirió Loma Negra directamente a Amalia de Fortabat, con lo cual tiene el 47% del mercado local de cemento, además de la concesión del ex Ferrocarril del Sud.
AmBev, la pata brasileña del coloso cervecero InBev, compró Quilmes en forma escalonada, hasta llegar al 92%. En 2002, cuando adquirió el 36% inicial, la familia Bemberg estaba cerca del default. Además de tener casi 80% del mercado cervecero, Quilmes es dueña de Baesa, dueña de las embotelladoras de Pepsi del país.
Friboi compró el frigorífico Swift a Carlos Oliva Funes, quien en los 90 había pasado de gerente a dueño de esa emblemática empresa fundada por ingleses. Hace diez días, sus directivo Joesley y Wesley Mendoca Batista le anunciaron al presidente Kirchner que invertirán otros 100 millones de dólares para reactivar otros dos frigoríficos del grupo Cepa, en Venado Tuerto y Pontevedra.