domingo, julio 26, 2009

Carrol, Borges, y Alicia

¿Podía Jorge Luis Borges no haberse ocupado de Lewis Carroll? Finalmente, encuentro en una vieja edición de El País, su punto de vista sobre Mr Dodgson:
Gustav Spiller escribió que los sueños corresponden al plano más bajo de nuestra actividad mental. No comparto ese concepto que, a mi parecer, tiende a subestimar al arte. Todas las artes son acaso una forma de sueño. Ist es mei Leben getraümt oder ist es wahr? ¿He soñado mi vida o fue verdadera?, se pregunta espléndidamente el poeta austriaco Walter von der Vegelweide.La literatura inglesa y los sueños guardan una antigua relación. Beda el Venerable refiere que Caedmon, el primer poeta de Inglaterra, compuso su primer poema en un sueño. Stevenson confiesa que soñó la transformación de Jekyill en Hyde y la escena central de Olalla. Un triple sueño de palabras, de arquitectura y de música dictó a Coleridge el admirable fragmento de Kubla Khan. Los casos del sueño como tema son innumerables en la historia de la literatura. Pero sin duda los más ilustres se hallan en los libros que nos ha dejado Lewis Carroll. Alicia sueña con el rey Rojo, que está soñándola, y alguien le advierte que si el rey se despierta ella se apagará como una vela, porque no es más que un sueño del rey que ella está soñando. Los dos sueños de Alicia bordean la pesadilla. Las ilustraciones de Tenniel (que ahora son inherentes a la obra y que a Carroll no le gustaban) continuamente acentúan la sugerida amenaza. A primera vista, las aventuras de Alicia parecen irresponsables o casi arbitrarias; luego comprobamos que encierran el secreto rigor del ajedrez y de la baraja, que asimismo son aventuras de la imaginación. Carroll, según se sabe, fue profesor de matemáticas en la universidad de Oxford; las paradojas logico-matemáticas que la obra nos propone no impide que ésta sea una magia para los niños. En el trasfondo de los sueños de Lewis Carroll acecha una resignada y sonriente melancolía; la soledad de Alicia entre sus monstruos refleja acaso la del célibe que tejió la inolvidable fábula. La soledad de un hombre que no se atrevió nunca al amor y que no tuvo otros amigos que algunas niñas que el tiempo fue robándole, ni otro placer que la fotografía, menospreciada entonces. Queda otra zona, que mi incapacidad no entrevé y que algunos entendidos desdeñan: la de los pillow problems que urdió para poblar las noches del insomnio y para alejar (él mismo lo confiesa) los malos pensamientos que lo acosaban. El triste Caballero Blanco, artífice de cosas inservibles, es un autorretrato deliberado y una proyección, tal vez involuntaria, de aquel provinciano que trató de ser Don Quijote. Un Quijote o Quijano que nunca sabe si es un pobre sujeto que sueña ser un paladín cercado de hechiceros o un paladín cercado de hechiceros que sueña ser un pobre sujeto. Recuerdo ahora que Martin Gardner, a propósito de estos sueños recíprocos, nos habla de cierta obesa que pinta a una pintora flaca, que pinta a una pintora obesa que pinta a una pintora flaca, y así hasta lo infinito. De todos los episodios de Alicia, el más inolvidable es el adiós del Caballero Blanco. Quizá el Caballero está conmovido, porque no ignora que él también es un sueño de Alicia, como Alicia fue un sueño del rey Rojo, que está a punto de esfumarse. El Caballero es el propio Carroll que se despide de los queridos sueños que poblaron su soledad. Quien escribe para los niños corre peligro de quedar contaminado de puerilidad; el autor se confunde con los oyentes. Tal es el caso de Jean de La Fontaine, de Robert Louis Stevenson y de Rudyard Kipling. Se olvida que Stevenson escribió A child's garden or verses, pero también The master of Ballantrae; se olvida que Kipling nos ha dejado las Just so stories y los relatos más complejos y trágicos de nuestro siglo. En lo que a Carroll se refiere creo que los admirables libros de Alicia pueden ser leídos y releídos, según la locución hoy habitual, en muy diversos planos. Esos sueños forman parte de nuestra felicidad; ojalá compartan esa felicidad quienes, más allá de los años y la repetida vigilia, siguen, como yo, volviendo sus páginas.

sábado, julio 25, 2009

Alicia a través del espejo


Conocí primero a Lewis Carroll a través de Alicia, antes de aprender que una obra tiene un autor. Andando el tiempo, volví a Carroll desde la lógica y las matemáticas, mencionado quizá por Babini en los antecedentes de la escuela lógica inglesa o por sus escritos matemáticos. Volví a leer a Alicia... teniendo presente estas relaciones mucho más tarde, hasta que por 1999 o 2000 pude conocer la actividad fotográfica de Carroll y sus imágenes de Alicia Lidell, a través de una exposición en el Teatro San Martín de Buenos Aires. Allí estaba la pequeña Alicia, sus hermanas, sus padres, y Charles Dodgson, es decir Lewis Carroll, en fotografías perfectas y perturbadoras.
A medida que se despliegan cada una de las señales que expresan a Carroll, más valor dan a aquél cuento para niños, creado un día de campo...

“En aquel tiempo, el mundo de los espejos y el mundo de los hombres no estaban, como ahora, incomunicados. Eran además muy diversos; no coincidían ni los seres, ni los colores ni las formas. Ambos reinos, el especular y el humano, vivían en paz; se entraba y se salía por los espejos.

(...) Un día, sin embargo, sacudirán ese letargo mágico"

(Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero. “Animales de los espejos”, en Manual de Zoología Fantástica” ,o "El libro de los seres imaginarios", como lo conocí en España; 1957)

La crisis y las escuelas de negocios

Al tiempo de buscar elementos que expliquen cómo se pudo llegar a una crisis tan seria como la que todavía padecemos, en general se apunta a la deficiencia de control, como uno de los factores más importantes. Pero a poco de considerar los fallos de control, por detrás de éstos también hay otro gran fallo de ética, a nivel de la actividad y criterios de valoración de individuos e instituciones. Son muchas las observaciones que siguen esta dirección, y muchas de ellas señalan la responsabilidad de la formación. Antes se comentó aquí la crítica de Minzberg a las escuelas de negocios norteamericanas. En junio , Juan Pablo Rioseco amplía reflexiones a las escuelas de Latinoamérica. Los que siguen son algunos aspectos de importancia:
"Las escuelas de negocios tienden a ver al mundo de una manera reducida", dice Jaime Alonso Gómez de Aguirre, director de la Egade, de Monterrey. "Y no reflejamos la realidad tal como es: compleja, dinámica y cambiante". Y las escuelas deben lograr que sus planes de estudios sean congruentes con esto.
Y en medio de una crisis impulsada por incentivos perversos y actuaciones de dudosa moralidad, la ética es tema común de los decanos. Para muchos, la bonanza económica de los años anteriores hizo que las empresas buscaran ejecutivos con formación fuerte en aspectos técnicos. Y las escuelas respondieron. "En Brasil, en los últimos años hubo poca atención en temas como ética y filosofía, en desmedro de otros técnicos", reconoce Paulo Tarso Resende, director de desarrollo de la Fundación Dom Cabral (FDC) y responsable de las maestrías de la institución. "Las escuelas cayeron en la trampa de ver a la empresa como un gran bloque, compuesto de finanzas, marketing, etcétera".
Pero, a raíz de la crisis, desde octubre FDC viene aumentando la carga de disciplinas humanas y desarrollando más charlas sobre gobierno corporativo y entendimiento político global. "Continuamos con las disciplinas normales, pero incorporamos grandes temas que tocan más al ser humano que a las corporaciones". La idea es que los ejecutivos desarrollen una visión más crítica de lo que pasa en la empresa.
Nadie piensa que deberían crearse cursos especiales sobre la responsabilidad en los negocios. Pero sí que el tema debe traspasar todas las clases. "No se trata de que un especialista hable de ética, sino de que un profesor de finanzas dé una visión ética de las finanzas", dice Marcelo Paladino, decano de la IAE Business School, en Buenos Aires. Para Gabriela Alvarado, directora de las maestrías de negocios del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en México, el tema ético ha estado en las agendas de las escuelas desde hace algunos años, pero ahora se está retomando de forma más explícita. "Es un cambio importante en la currícula de los MBA", dice. "Y debe permear todas las materias de un programa". La visión integradora también es parte del esfuerzo de la Escuela de Administración de la Universidad Católica de Chile (PUC). "Tenemos que dar sólidas bases conceptuales, pero en la última parte del programa debe haber una capa de conocimiento más integrativa", dice Jorge Tarziján, director de la escuela.
Francisco Sanánez, decano del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) en Caracas, apunta al entorno. "Algunos de los excesos en avaricia, por ejemplo, tienen que ver con que no tenemos contextos en lo social, en lo macro, lo público, lo económico", dice. "La educación de líderes tiene que estar marcada en un contexto más amplio". Pero advierte que no hay que quitar mérito a las herramientas duras y de finanzas de que se han valido los MBA. "La robustez analítica y rigidez son inmejorables a la hora de distribuir recursos y conseguir capital". De hecho, hace un par de años muchos programas empezaron a enfatizar el tratamiento de las "habilidades blandas", pero justamente a la luz de la crisis, se dieron cuenta de que no deben descuidar las duras. "Ambas se debe complementar", dice Alvarado, de ITAM. "La tendencia hoy no es sólo fortalecer las habilidades suaves, sino retomar la relevancia de las analíticas y agregarle un énfasis importante en habilidades suaves".
Para Luiz Artur L. Brito, coordinador del Magíster Profesional en Administración de la FGV-Easp, en São Paulo, se necesita una visión sistémica. "Antes se evaluaba a un ejecutivo de finanzas, por ejemplo, según su contribución en su función. En adelante, se tenderá a enfatizar más la interacción de su función con otras dentro de la organización".
Por otra parte, tampoco se puede culpar a las escuelas de negocios por errores de individuos. "Juegan muchas variables: la persona, su medio, su formación desde pequeño, sus valores, sus creencias", dice Juan Pablo Calderón, director de Anáhuac MBA, en México.
[...] Más allá del aula, muchos también echan de menos la investigación seria sobre la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). "Tenemos que buscar establecer una relación empírica positiva entre RSE y creación de valor", dice Raphael Bergoeing, director de postgrados de la facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. "Eso uno lo puede intuir, pero hay que cuantificarlo con técnicas precisas desde la academia". Durante los últimos años las escuelas han estado intentando mostrar que el comportamiento ético a largo plazo genera mejores resultados que el comportamiento no responsable, dice Vicente Ferreira, vicedirector de Educación Ejecutiva de COPPEAD. Bajo el prisma de Gómez de Aguirre, de la Egade, la RSE está pasando de ser una moda a formar parte de un modelo de negocios de manera deliberada.

domingo, julio 19, 2009

Un comentario sobre infraestructura comercial argentina

Durante algún tiempo, un descabellado proyecto sobre trenes rápidos de pasajeros estuvo a punto de convertirse en realidad en Argentina. La crisis internacional primero, y las sucesivas pérdidas de confiabilidad del gobierno argentino, lograron relegarlo. O, con más realismo, la imposibilidad de obtener un financista dispuesto a perder todo su dinero, evitaron que prosperara.
¿Por qué descabellado? Porque sonaba fuera de lugar, y más próximo a convertirse en fuegos de artificio disimulando una deteriorada y obsloeta estructura de transportes.
De esto ya se ha hablado mucho, ya sea a propósito del estado de los aeropuertos, de la red de ferrocarriles y caminos, tanto de pasajeros como de cargas. Un tren de alta velocidad sería el corolario de una infraestructura sólida, capaz de servir con eficiencia pasajeros y comercio, y no es esta la situación.
En este contexto, Jorge Rey Iraola, el representante de la UIA ante el Consejo de Cargadores, puntualiza en un reportaje el impacto de la mala estructura logística argentina. Esto es lo que dice:

"En materia de logística, la Argentina está en la primaria"

(...) "No hay visión económica alguna de comercio exterior que pueda hacerse si no se analiza la estructura logística. Si por caso, para exportar granos tengo un costo logístico del 29%, y mi competidor en el mundo tiene un costo logístico de 9, tengo que mejorar 20 puntos mi oferta logística para recién igualar el precio y que un comprador me mire igual que al otro. Esa pérdida no queda en mi bolsillo. En cambio el otro se pone esos 20 puntos de diferencia en el bolsillo y en el futuro los tendrá para modernizar sus fábricas o mejorar su eficiencia. En ese sentido, la historia de América latina es bastante triste porque generalmente el proceso de acumulación de ganancia en los fletes marítimos no sirvió para el desarrollo de flotas regionales, ni siquiera para mayor eficiencia en los tráficos de Sudamérica, sino que esos excedentes las compañías los aplicaron a los tráficos más competitivos, fundamentalmente Asia y Estados Unidos"
Dos preguntas a Rey Iraola son fundamentales:

-¿Qué reclaman o necesitan?

-Tener los menores costos logísticos posibles. Si vemos algunas estadísticas del BID, el costo logístico global de la Argentina -hay muchas maneras de medirlo, pero en este caso es la relación PBI/costo logístico- es del 29%; en Chile, 18%; Estados Unidos, 9,5%, y Brasil, 27%. Eso significa que por cada 100 pesos que vende un sector industrial, la Argentina gasta 29 en costo logístico. Hay una transferencia muy grande de recursos del sector productivo a otro ineficiente.

-¿A qué se debe?

-Hay razones de infraestructura tanto en caminos como en puertos, en estaciones de transferencias y ferrocarriles. Luego hay factores institucionales, como el factor aduanero; esa problemática es generalmente costosa tanto para la importación de insumos como para la exportación. En términos aduaneros tenemos costos altos. No tenemos instituciones como el Comité Marítimo Federal de Estados Unidos que garantiza la competencia entre los oferentes del transporte. Acá, en general, las prácticas oligopólicas se investigan con superficialidad. En materia de líneas marítimas no hay una investigación consistente. Sí hay datos, cuando se producen aumentos en los recargos por combustible o desbalance de contenedores, todas practican los mismos aumentos y es posible que su matriz de costo no sea igual, con lo cual los aumentos, en teoría, no tendrían por qué ser iguales.

Solo un cambio consistente en decisiones estratégicas, de largo plazo, podrán dar otra fisonomía a Argentina. No seremos más modernos fotografiando un tren bala que no volverá a andar cuando tengamos que cambiar el primer set de repuestos...